domingo, 19 de diciembre de 2010

La cama de Procrustes

"¿Qué es el cerebro humano sino un palimpsesto inmenso y natural? Mi cerebro es un palimpsesto y el tuyo también, lector. Innumerables capas de ideas, imágenes y sentimientos han caído sucesivamente sobre vuestro cerebro, con tanta suavidad como la luz. Han crecido de forma que cada una de ellas ha parecido que sepultaba la anterior. Pero, en realidad, ninguna ha muerto."
Los paraísos artificiales. Charles Baudelaire.

Comentaba Tahleb en su Cisne Negro que con cada recuerdo cambiamos la historia. Algo que había intuido Baudelaire más de cien años antes. Reinterpretamos, y lo que aún es más impresionante, inventamos nuestros recuerdos a la luz de nuestras experiencias presentes. Necesitamos narraciones para integrar lo vivido, para dar sentido a lo que en realidad  no dejan de ser sucesos aleatorios , en cierta forma absurdos. Como Shakespeare decía en Macbeth “ La vida es un cuento contado por un idiota llena de ruido y furia y que nada significa”. Para evitar esta angustia inventamos historias, nos narramos cuentos, escribimos blogs…
Según Thaleb teorizar es la opción que utiliza nuestro cerebro por defecto. Lo difícil es no inventar un cuento, una causa que justifique los efectos. Como él dice “ a nuestro cerebro le resulta imposible ver nada en estado puro sin alguna fuente de interpretación”.
Cuestiones tan literarias están siendo investigadas con resultados sumamente interesantes por un grupo de psicólogos de Deusto, que intentan avanzar en el conoicmiento de por qué tendemos a creernos tanta superchería, tanta pseudociencia que venden cada día medios de comunicación y personajes desahogados de variado pelaje ( de esos que lo mismo venden Ceregumil que pulseras magnéticas).
En un trabajo publicado en el British Journal of Psychology presentan los resultados de un curioso experimento: reclutan por Internet a 108 sujetos y les proporcionan información sobre una enfermedad imaginaria ( el síndrome de Lindsey) y un posible remedio para la misma , aún más imaginario (Batarim).A todos los sujetos de estudio se les cuentan cien casos de pacientes aquejados de la supuesta enfermedad, uno tras otro. Con cada caso, hay dos datos que nunca faltan: si los síntomas mejoraron y si tomaba o no Batarim. A la mitad de los individuos se les dijo que 80 de los 100 pacientes habían recibido la medicación y 20 no. Y la otra mitad de ellos recibió la información inversa ( 20 pacientes de los 100 habían recibido la medicación y 80 no).
En cualquier caso los dos grupos recibieron la misma información respecto a la tasa de restablecimiento, que era del 80% en los dos grupos.
Una vez narrados los 100 casos se preguntó a los individuos sobre la efectividad del Batarim. Todos creyeron que algún efecto tenía (prueba de lo fácil que es confundir causas y efectos). Pero tenían una idea mucho más cercana a la realidad los sujetos  del grupo al que se notificó que solo 20 de los 100 pacientes habían tomado la medicación, posiblemente porque pudieron intuir que había un alto porcentaje de pacientes que se habían recuperado espontáneamente. Por tanto, transmitir que ante determinadas dolencias o enfermedades a menudo los pacientes se curan solos (de la gripe al dolor de espalda) quizá podría facilitar un conocimiento más exacto por parte de los ciudadanos de que cosas funcionan y cuales no.
En definitiva, cuando se asocian resultados probables ( resolución espontánea) y uso habitual de un remedio ( sea farmacológico o simplemente animista) no es difícil que acabemos construyendo una relación de causalidad, con la que nuestro cerebro se sienta satisfecho, pero que no deja de ser una simple ilusión.
Como señala el excelente Bad Science este trabajo es una muestra más de cómo es posible manipular la forma en que las personas construyen sus historias ( y por tanto a la larga sus creencias) solo en función de cómo se presentan los datos.
Por cierto, Thaleb acaba de publicar un librito de aforismos (The bed of Procrustes). Procrustes o Damastes es una figura de la mitología griega, ladrón y bribón que tenía la extraña manía de dar de cenar opíparamente a sus invitados y a continuación hacerles dormir en una siniestra cama: si eran más pequeños que ésta , les estiraba; si eran mayores le cortaba lo que sobraba. También nosotros acortamos o alargamos los hechos para que cuadren con nuestra”cama “ mental. ¿ O no?

6 comentarios:

  1. Desde luego que sí. Quizá no somos tan drásticos como Procrustes en nuestra vida diaria, podríamos pensar para nuestro consuelo, pero qué va, somos igualmente siniestros y más sibilinos. Yo recordaría en este paseo por la historia de la rigidez de esquemas a Piaget, que inventó esto de la acomodación y la asimilación y que nos da pistas de lo que en realidad mueve, o paraliza y vuelve a mover el mundo, que no es sino la capacidad que tengamos o que nos permitamos de vencer los miedos, los terrores internos y atrevernos a desmadejar ideas, a aceptar las opuestas como buenas o plausibles, a reconocer que, quizá a veces no tenemos siempre toda la razón. Tomar un esquema mental y dilapidarlo hasta romperle las paredes es tan sano como complicado. Quienes más lo hacen, más crecen y más aprenden. Pero el tema es que al final el movimiento del mundo es la suma de quienes se enfrentan a las ideas y quienes permanecen quietos.
    O no?

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  2. Una conclusión a la que llegué hace mucho tiempo, es tratando de seres vivos, la objetividad no existe, se siente, por eso los ingenieros tenemos el éxito más asegurado que los médicos, manejamos "todos" los parámetros, o casi todos. Vosotros no manejáis casi ninguno.
    Yo puedo ponerme a repara una máquina, puedo parar, puedo arrancar, puedo repetir, puedo descansar, puedo controlar por ordenador .... vamos puedo hacer lo que me de la gana.
    ¿Podéis vosotros? .... no, no podéis ....
    ¿Qué hace que la gente se cure? .... ¿qué hace que la gente enferme? .... ¿hasta donde influyen sus experiencias vitales? es decir, si le gusta su trabajo, si está contento con sus hijos, si sus padres lo querian, si su pareja le quiere .... y así podemos hacer millones de preguntas ....
    La Vida es un caos, eso quiere decir que tiene un orden que desconocemos .... ¡desconocemos tantas cosas!

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  3. Pero eso tiene de maravilloso esta historia, que alguien con todo (profesionalmente al menos) bajo control, del campo de la ingeniería, sigue a un montón de bloggers con profesiones "imperfectas" y se preocupa por esas cosas que no son mediblesfácilmente.
    Es que las cosas que no son fácilmente medibles al finl son las que conforman la vida, no? Sí, un Caos... Me encanta.

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  4. Muchas gracias a las dos por comentarios tan inteligentes.
    Sí, Pequeña Emperatriz, estoy de acuerdo contigo en que para avanzar hay que cuestionar lo existente. Y cuestionar es crecer. No deja de parecerme tan sorprendente como maravilloso la posibilidad de debatir y aprender de profesiones distintas, pero con tantos elementos comunes.
    Suerte vosotras, Juan, que teneis tantos parámetros bajo control, pero aunque tengamos profesiones tan imperfectas...me encanta la imperfección.
    Saludos

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  5. Lo que quería decir es que vuestra profesión es mucho más difícil y estresante que la nuestra, por mucho que digan los controladores aéreos y los pilotos de aviación.

    El soporte técnológico y el control que puede tener un médico sobre su trabajo es muchisimo más bajo que cualquier profesional que se dedique a la técnica, y debéis reivindicarlo.
    Tenéis niveles de estrés emocional que los ingenieros (o cualquier otro técnico) no conocen ni por el forro.
    Eso si, a mi jamás ninguna máquina me sonreirá ....
    Tenéis, debéis estar orgullosos de vuestra profesión, porque no es para menos.

    Como anécdota: mi hija quiere ser médico, no ingeniero (como yo) ni informático (como su padre). Debe ser que tanto "control" y tanto "perfeccionismo" genera la búsqueda del caos jajajajaja ¡Buen lunes!

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  6. Dificil establecer un ranking de profesiones en función del estrés que generan. Quizá la profesión médica genere situaciones permanentes de estrés crónico, no tan intenso como el que pueden soportar otras profesiones en situaciones muy concretas ( un piloto en un vuelo complejo, un bombero ahte un gran incendio, un ingeniero ante una situación técnica muy compleja)pero en cambio si mucho más mantenido a lo largo del tiempo.
    A la vez las vivencias pueden ser mucho más intensas,: se habla de personas concretas , de gente conocida hace tiempo, atendida dia tras dia " de la cuna a la tumba" como defendía el viejo NHS.
    El caos siempre es un abismo atractivo. No me extraña la decisión de tu hija . No deja de ser una profesión increible.

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