lunes, 25 de abril de 2011

Inmersos en agua

“..There are these two young fish swimming along
 and they happen to meet an older fish
swimming the other way,
who nods at them and says
“Morning, boys. How’s the water?”
And the two young fish swim on for a bit,
and then eventually one of them
looks over at the other and goes
“What the hell is water?”

David Foster Wallace. 

Primum Non Nocere, (además de ser uno de los mejores blogs sobre medicina escritos en español), es una declaración de principios para todo el que atiende a seres humanos aquejados de algún tipo de problema relacionado con la salud: “ante todo, no hagas daño”. Alison Block, una estudiante de medicina americana, con unas admirables capacidades de expresión, reflexiona sobre este aforismo en un post publicado en PULSE.Describe sus dos primeros años en la facultad estudiando cosas que acaban en “logía “, antes de pasar a su tercer año, el momento en que por fin ve y atiende pacientes reales ( el periodo llamado en Estados Unidos Clinical Clerkships). Les escucha hablar de sus devastadoras enfermedades,  e intenta desesperadamente no llorar porque “me hace sentir muy poco profesional, y nadie quiere médicos que lloren”. Sin tener mucha idea de lo que tiene que hacer ante un paciente en urgencias, ante un dolor abdominal difuso, simula seguridad, porque “nadie quiere médicos inseguros”. Tras varios pinchazos y algún descabello, acaba pidiendo a la enfermera que haga una extracción, sintiéndote absolutamente incompetente, “aunque sabe que nadie quiere médicos incompetentes”. Alison concluye: “en lugar de prometer no hacer daño, prometo hacerlo lo mejor posible. Y espero que los beneficios superen a los daños. Porque nadie quiere a un médico que haga más daño que beneficio
Neil Chatterjee no olvida tampoco su tercer año cuando empezó  a ver pacientes. Aunque ahora es ya médico, reflexionaba sobre ello junto a Kathe Treadway (, una tutora sumamente experimentada ) en New England Journal of Medicine hace unas semanas. Recuerda ver morir a un niño apenas 24 horas después de nacer, tras haberles dicho a los padres que era precioso y estaba perfectamente. También recuerda las bromas de los internos más experimentados, riéndose en el cuarto del café de la cara de algún paciente que llegó con una simple molestia abdominal y acabó con un by pass.
Como los peces del cuento de Wallace, que no son conscientes de que están rodeados de agua, y que ésta puede estar sumamente fría, Chaterjee y Tradeaway recuerdan que cualquier estudiante de medicina, residente o médico está rodeado también de agua, aunque no siempre sea consciente de ello: todas las conductas, sucesos y eventos que son significativamente diferentes de lo que viene en los libros; un Curriculum oculto, implícito, del que pocas veces somos conscientes.  El alto nivel de compasión por el sufrimiento humano con el que uno entra por primera vez en contacto con los pacientes se va perdiendo con el tiempo, hasta quedar oculto en su mayor  parte. En cierta forma parece inevitable: los retos que otorgan la admiración de la profesión ( el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado, la fascinación por la investigación y las enfermedades raras), nos hacen olvidar que estamos rodeados  de agua: agua compuesta de personas que sufren, de pacientes que intentan encontrar un significado a todo ello. 
Como dice Tradeway la compasión es una habilidad que debe ser aprendida de la misma forma que el correcto examen clínico. En definitiva, aprender qué tenemos que  hacer con los sentimientos de los pacientes, pero también con nuestros propios sentimientos cuando estamos con ellos.

4 comentarios:

  1. Interesante post y referencias bibliográficas. Estoy de acuerdo que tenemos que aprender "qué tenemos que hacer con los sentimientos de los pacientes, pero también con nuestros propios sentimientos cuando estamos con ellos"; los médicos, y todos los profesionales que tenemos responsabilidad en asistir al paciente en algún momento de su enfermedad. Enlazando con el post de ayer, la película El Doctor, se visiona y se comenta en las sesiones de médicos de familia residentes de algunas unidades docentes. A esta añadiría otras (seguro que hay mas): "Las invasiones bárbaras" y "La enfermedad de SAck" (mejor en este caso, el libro). Saludos

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  2. Muchas gracias Teresa
    Totalmente de acuerdo contigo en referencias cinematográficas. Para mi la enfermedad de Sacks tiene un valor especial. Leí primero la novela y después icimos un cine forum en la Escuela el año que comencé a trabajat aqui. Y dio un juego enorme para la reflexión y el debate sobre lo que es atender pacientes, y gestionar todos los sentimientos que eso produce
    Un saludo muy cordial

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  3. "Compasión: capacidad para sentir el sufrimiento del otro, el miedo del otro, la necesidad del otro. Entendimiento profundo del dolor de los demás que sólo se consigue tras haber entendido el dolor propio."

    Del libro "Historia del Rey Transparente" de Rosa Montero

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  4. "Las personas van donde los sanadores y donde los curanderos, o donde los homeópatas, y osteópatas o los psicólogos transpersonales, no porque no crean en la medicina convencional, no. Eso no es cierto, ellos creen en la medicina convencional y frecuentemente creen en su médico y confían en su médico. Pero van donde los otros en busca de sentido, porque ellos no necesitan sólo que les quiten el dolor, necesitan sobre todo que su dolor tenga un sentido. Necesitan vivir una vida llena de significado."

    Carvajal (médico)

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