domingo, 1 de abril de 2012

¿Chequeos? No, Gracias

These tablets save lives, but the life that save will probably not be yours
Margaret McCartney

Renueva tu bonobús, pide cita al peluquero, vete a hacerte la citología, saca entradas para el cine, reúnete con tus amigos…No es una lista de cosas para hacer este fin de semana sino la cubierta del folleto informativo sobre “Cribado del cáncer de cervix” del NHS escocés.
Así comenzaba hace una semana la columna que la prestigiosa médico general británica, Margaret McCartney publicaba en The Independent , con el  provocador título de “Por qué no me hago citologías”. Tampoco sabe, ni le importa, el nivel de su colesterol en sangre, ni piensa acudir a hacerse mamografías cuando cumpla los 50. Entre las razones que sustentan una postura tan políticamente incorrecta se encuentra precisamente la información tendenciosa de los folletos del NHS: un ocultamiento evidente de las alternativas existentes ante los programas de cribado por parte de las autoridades sanitarias. Según el estudio de Bristol del 2003 deben someterse (nunca mejor dicho)  a cribado 1000 mujeres de 35 años para prevenir una muerte, pero otras 80 mujeres, sanas, deberán realizarse pruebas complementarias, de las cuales 50 iniciarán algún tipo de tratamiento. Y 4 de cada 5 etiquetadas con alteraciones de alto grado no desarrollaron ningún tipo de cáncer invasivo. Al igual que en la determinación de PSA para el cribado del cáncer de próstata los hipotéticos beneficios deberían ser analizados en función de los riesgos: y si en este caso no son menores (impotencia e incontinencia), en la realización de la citología tampoco lo son ( a la angustia relacionada con la detección de algo anormal hay que añadir el aumento del riesgo de parto prematuro en posteriores embarazos en el caso de sufrir una biopsia).
Ahora que andamos buscando de donde ahorrar en nuestro maltrecho sistema, y que el Pais publica cada semana su cuento de la lechera de cuanto ahorraríamos si cobráramos un euro por cualquier cosa, no estaría de más replantear el despilfarro en recursos que genera la siempre sagrada prevención, algo especialmente significativo  en el caso de la prevención primaria de cardiopatías isquémica. Como señala McCartney, la gente debería saber que los hipotéticos beneficios de tomar estatinas para prevenir un ataque cardiaco (1 entre 60) no están exentos de riesgos (1 entre 167 probabilidades de desarrollar una diabetes por utilizarlos). H. Gilbert Welch en su magnífico Overdiagnosed, describe muy bien el espectro de posibilidades al tratar a 100 pacientes asintomáticos con hipolipemiantes  de por vida: 8 serían “ganadores” ( el tratamiento prevendría un evento cardiaco mayor), 14 serían “ tratados para nada” ( a pesar de los hipolipemiantes tendrían en evento cardiaco) y 78 serían "perdedores"( sobrediagnosticados, nunca tendrían en evento cardiaco).
La cuestión principal es que es un excelente negocio. Decisiones irracionales y demagógicas como la que asumió allí el partido laborista en 2010 de hacer chequeos a todos los mayores de 40 años ha permitido que uno de cada tres adultos mayores de 45 años en el Reino Unido tome estatinas. Más de 7 millones de personas. Pero este asunto está absolutamente ausente en el debate español sobre la sostenibilidad del sistema (posiblemente porque aquí ni siquiera tenemos cifras de lo que han generado los chequeos que en su día se establecieron).
Este negocio, el de la prevención, posiblemente será uno de los más florecientes en los próximos años. También McCartney , alerta en el BMJ de la falta de regulación existente en Gran Bretaña respecto al mismo ( What companies don’t tell you about the screening). Desde hace tiempo ya existen allí unas cuantas compañías (LifeLine,Prescan, European Scanning Centre) haciendo agresiva publicidad de sus servicios de prevención ( “no importa lo sano que te sientas, el screening puede salvarte la vida"). Mientras Lifeline Screening envía cartas personalizadas a ciudadanos informando de la instalación de una unidad móvil en iglesias y centros de ocio de su localidad donde por el módico precio de 240 euros podrá realizarse un eco doppler de las carótidas, otras ofrecen tomografía computarizada torácica o RMN del cerebro. Sin información alguna de los efectos adversos de dichas pruebas ni del sobrediagnóstico que pueden generar.
Para McCartney mucho gente soporta los efectos adversos de las pruebas de cribado porque creen que son indispensables para salvarse de aquello que temen. Si hubiera más gente que conociera los contras,posiblemente habría menos cribados y bastante más enfado. Porque la idea de que los que no siguen los programas de cribado son ignorantes y desaprensivos está cada vez más lejos de la realidad. Para McCartney la incapacidad de la medicina en explicar adecuadamente los pros y contras de cualquier intervención preventiva, de considerar que la prevención es esencialmente es una decisión personal del paciente en función de lo anterior, es sencillamente escandalosa. Como lo es el ignorar el despilfarro en recursos escasos que a menudo conlleva

5 comentarios:

  1. http://youtu.be/_UXaSUvWUxA

    Es muy difícil luchar contra esto desde atención primaria de la medicina pública

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  2. Estupendo añadir reflexiones sobre a dónde nos ha llevado el exceso de prevención. La clave está en explicar el por qué se hacen las cosas, individualizarlas y evaluar con frecuencia lo que hacemos para ver si vamos en el camino correcto.
    Lo que tengo claro, es que a nivel de sanidad pública estas reflexiones deben ser muy serias y transparentes. Lo que uno, a nivel privado, quiera hacer con su dinero para mirarse de arriba a abajo no lo voy a juzgar. Creo que eso es un tema de la ética del médico el explicar el alcance y las consecuencias de las pruebas complementarias que se realizan. Lo que debe cambiar de forma radical es lo que hacemos y dejamos de hacer a nivel sanidad pública para mantenerlo sostenible. Si algunos programas de cribado muestran en el tiempo que los falsos positivos sufren yatrogenia hay que replantearse si debe ser universal. Existe muy poca agilidad del sistema público en realizar dichos cambios, tal vez por todos los intereses creados al respecto.
    Por poner un ejemplo; sería más útil que la administración sanitaria explicara los pros y contras de hacerse un PSA que no que, como médico de cabecera, tenga que "discutir" quince minutos con cada paciente que solicita un PSA para que entienda las implicaciones que tendría esa decisión en los casos dudosos (lo seguiré haciendo pues >90% tras entender la explicación, declinan esa prueba de laboratorio y aceptan el seguimiento basado en la clínica y el tacto rectal). La transparencia en estos casos es clave.

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  3. Excelente Sergio, una vez más muchas gracias. Miguel es difícil pero , al menos , en nuestro grupo de población , del que somos responsables , algo se puede hacer. Feliz domingo. Toni Agustí

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  4. Hola Sergio:
    Para los médicos de familia, detras de cada solicitud de prueba de prevención hay una recomendación a favor de la misma realizada por otro compañero (del hospital, del servicio de urgencias, incluso del mismo Centro de Salud) o por un medio de comunicación (como olvidar aquel inefable programa matinal titulado "Mas vale prevenir").
    Nos da miedo la incertidumbre, y matamos moscas a cañonazos, pero también nos da miedo la publicidad acerca de los riesgos de la prevención.
    Es uno de los problemas mas serios actualmente y a mi me produce verguenza, por ejemplo, la polimedicación a que someto a mis pacientes ancianos a base de fármacos para la !prevención¡.

    miguel melguizo jiménez

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  5. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, siempre tan interesantes. Es cierto como comenta 2 pi rr que el problema es diferente si hablamos de decisiones en sistemas privados y públicos. Y ahi la responsabilidad de las adminsitraciones públicas es muy grande. Cuando ahora la última moda es "desinvertir ( desinvestment) ardua tarea le espera a lo público tras tantos años de despilfarros, donde todo lo nuevo ( con o sin evidencia )lo financiaba el estado y sus administraciones.
    saludos afectuosos

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