sábado, 15 de diciembre de 2012

Colegios médicos: contrastes

Cuando era residente. y gracias como siempre a mi tutor, descubrí una revista magnífica The Journal of The Royal College of General Practitioners (RCGP) editada por el colegio británico de médicos generales, donde se publicaba parte de la mejor investigación que se hacía en el mundo sobre atención primaria. Con el tiempo se llamó British Journal of General Practice, y se mantuvo siempre entre las revistas de atención primaria con mayor factor de impacto del mundo.
Mientras tanto el colegio de médicos al que yo pertenecía entonces por obligación, me enviaba su revista, dedicada en una buena parte a informar de las excursiones que los médicos jubilados hacían a los toros de Guisando, de una manera que podría definirse como obsesiva, habida cuenta de que en cada número venía un reportaje al respecto. Ya entonces (y han pasado 20 años)  andaba en el Ayuntamiento de Madrid el doctor Simón Viñals.
Siempre he admirado al colegio británico de médicos generales. Su presidenta anterior, Iona Heath, mujer de una inagotable cultura, es para mi una de las mayores referencias que puede encontrar uno en el mundo si anda interesado en conocer  los fundamentos del ejercicio humano y científico de la medicina. Sigo con interés siempre los tweets de su sucesora Claire Gerada, en que en cada comentario aporta información valiosa sobre la práctica o los problemas de la medicina general. Poco comprometidos con el poder institucional de turno, los colegios británicos defienden siempre la buena imagen de la profesión, la exigencia respecto a la calidad de su ejercicio, y la firmeza en la asunción de responsabilidades cuando algún médico general incumple sus obligaciones.
Una sobrina mía acudió en la noche de Halloween al Madrid Arena. Afortunadamente se marchó antes de la tragedia, espantada ante la muchedumbre que había allí congregada. Por eso puedo imaginar el sentimiento de las familias de las cinco familias que perdieron una hija de una muerte tan absurda.
El Colegio de médicos de Madrid, y a pesar de la avanzada edad del médico que se encontraba al frente del dispositivo sanitario de aquel acto público, ha tardado 44 días en hacer público un comunicado respecto a la situación profesional del Dr. Viñals. Aunque han tenido 44 días para ello, su información no puede ser más lamentable: mientras el jueves señalaba en un comunicado que el Dr Viñals no podía ejercer, al ser médico honorífico desde hace 7 años, ayer indicaba que sí se puede ejercer siendo colegiado honorífico (a cuya situación solo se puede acceder “si no se continua en el ejercicio activo de la profesión”). Un enigma digno de la esfinge de Tebas. Eso al margen de las dudas respecto a si andaba al corriente de pago en el  Impuesto de Actividades Económicas ( algo que sí hacen, por las cuentas que les trae, las becarias de investigación que cobran menos de 900 euros al mes).
Dudo que con estas explicaciones, tan poco corporativas, las familias afectadas por la tragedia se hayan quedado más tranquilas al saber que el problema es administrativo y no de competencia profesional.
Si resulta extraño que basten estas explicaciones chapuceras y contradictorias, aún lo es más que esto no tenga consecuencia alguna en la persona que supuestamente dirige el colegio de médicos de Madrid, último responsable de garantizar los compromisos que la profesión médica tiene con la sociedad (madrileña en este caso).
Este verano la revista del colegio de médicos generales británico publicaba varios interesantes artículos científicos respecto al debate de la privatización en el NHS (algo por cierto sobre lo que tiene experiencias interesantes el Dr Viñals). En cambio, el colegio de Madrid ( cuyo rigor científico se puso hace unos años de manifiesto con la pancarta que colgó de su fachada ante  la epidemia de Gripe A ) anda intentando justificar lo difícilmente justificable.
Contrastes.


2 comentarios:

  1. para contraste...estas evidencias clamorosas publicadas por juan simo sobre las clamorosas desigualdades de la evolución del gasto sanitario entre el modelo Muface y el SNS

    http://saluddineroy.blogspot.com.es/2012/12/poblacion-general-del-sistema_11.html

    El Estado convertido en robin hood que da a las aseguradoras privadas concertadas lo que quitan las CCAA al SNS (las CCAA son intermediarias y cómplices en el trato ¿porqué será?

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  2. Muchas gracias Manuel. Juan Simó lleva años descubriendo las verguenzas de nuestro sistema, privado pero también público. Por desgracia otro predicador en el desierto. Mientras tanto ellos a lo suyo, a continuar desmantelando el sistema

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