sábado, 12 de noviembre de 2016

El cigarrillo de Cohen



“La utilidad del vivir no está en su duración, sino en su uso. De vuestra voluntad depende, y no del número de años, vivir bastante”.
De cómo el filosofar es aprender a morir. Ensayos. Michel de Montaigne

Se había prometido a sí mismo que si alcanzaba los 80 años volvería a fumar. Para LeonardCohen era el momento oportuno de recuperar el feo hábito al que tan aficionado fue durante muchos años.
Cohen, siempre tan inteligente, planteaba un dilema clave en materia de salud: puesto que las actividades preventivas suponen una “inversión a largo plazo”, una intervención para evitar daños futuros, ¿Cuándo debemos considerar que ya ha llegado ese futuro? ¿En qué momento la balanza entre los beneficios potenciales de prevenir y el disfrute de ciertos placeres se inclina a favor de éstos?
Esta pregunta se hacía en 2014 en The New York Times Jason Karlawish , profesor de Medicina y Ética Médica en la Universidad de Pennsylvania. No es una cuestión menor: mientras a principios del siglo XX menos de un 1% tenía más de 80 años, la previsiones entre 2000 y 2050 de personas mayores de 80 aumentará casi cuatro veces hasta alcanzar los 395 millones en el mundo.Buena parte de esa población será objeto de múltiples controles y tratamiento farmacológicos ,a menudo dirigida a evitar que ciertas amenazas se conviertan en realidad: infarto, accidente cerebrovascular, cáncer de variados tipos, fracturas de cadera, ya muy pronto demencia. La obsesión por el gimnasio y el ejercicio vigoroso probablemente irá creciendo conforme las generaciones que lo convirtieron en hábito se hagan viejas.
Cohen al llegar a los 80 (y dada su envidiable estado de forma capaz de aguantar giras con decenas de conciertos en cualquier lugar del mundo) podría haber pensado que su edad real fuera bastante menor, quizá 75 , incluso 70. Y prolongar su abstinencia tabáquica hasta los 85, tal vez los 90.
Karlawish describe la variedad de aplicaciones e instrumentos que supuestamente calculan ya desde la edad biológica al riesgo de muerte, y que probablemente muy pronto serán utilizadas por personas incapaces de tolerar la incertidumbre sobre su futuro: ePrognosis supuestamente determina la probabilidad de morir en los próximos 6 meses. Real Age combina diferentes parámetros para determinar la edad que “realmente” uno tiene. En caso de descubrir que se tiene menor edad que la establecida en el carnet de identidad se supone que tendremos mucho más tiempo para seguir aplicándonos actividades preventivas de todo tipo. Como escribía Montaigne “no hay hombre tan decrépito que no piense que aún le quedan veinte años en el cuerpo”.
Pero, ¿exactamente para qué queremos vivir más años? ¿Para hacer más controles y prevenir lo que es inevitable que ocurra? Mi padre es diabético, resignado a seguir una dieta que limita buena parte de los alimentos que más le gustan. Hace ya tiempo, en un restaurante, pidió de postre un plato muy apetecible pero prohibido terminantemente por su médico. Cuando le pregunté con muy poca convicción de si estaba seguro en pedirlo, me contestó: “Hijo, yo ya estoy amortizado”. Sigue viviendo y comiendo pasteles. De poco sirve vivir si esa vida no permite disfrutarla.
¿”Qué fantasía es esa de esperar morir por el desgaste de las fuerzas que la extrema vejez acarrea  y proponerse llegar hasta esa esa meta, dado que es la clase de muerte más rara de todas y menos usual?”, escibía Montaigne. "Llamámosla a ella natural como si fuera contra natura  el romperse el cuello en una caída , ahogarse en un naufragio o verse sorprendido por una pleuresía, como si nuestra condición humana no nos expusiera a todos esos accidentes…Morir de viejos es una muerte rara, singular y extraordinaria y mucho menos natural que las demás
El buen amigo que me envió el artículo del New York Times y yo esperamos que el señor Cohen haya disfrutado del tabaco en estos últimos años (aunque ninguno de los dos fumamos) En una de sus conferencias Karlawish uno de los asistentes le preguntó que por qué Medicaid , en lugar de dar fármacos para evitar enfermedades no paga una cena a la semana con amigos y un par de copas de vino.
No hace falta que no pague nadie: basta con que guardemos el tiempo suficiente para ello.

8 comentarios:

  1. Sergio, mi enhorabuena de nuevo por un post excelente, como lo es en general tu blog.
    Será que, de tal palo, tal astilla, porque lo que dice tu padre es sensato y exacto. Amortizados. Esa es la palabra. Muchos ya lo estamos.
    Cohen hizo lo que tenía que hacer, lo que sabía. Y, con ello, nos transmitió, como tantos otros, el valor de lo que sólo uno puede realizar, cada cual en su medida, grande como la suya, o pequeña, como la habitual. Pero lo cuantitativo no importa. Basta un denario, que a todos se nos da.
    Un día difícil alguien me dijo algo que para él sería normal, sin relevancia, pero que sí la tuvo para mí: la vida es un don. Nada más ni nada menos. Y eso me recordó al maestro Jesús, “mirad los lirios del campo”. Basta con eso. Nada más es necesario. “Sólo una cosa es necesaria”.
    La obsesión higienista acabará matándonos y no sólo en sentido convencional sino en lo más hondo, haciéndonos narcisistas, egoístas, estúpidos. Bebamos un buen vino o tomemos unas cañas y acabemos con un habano y un whisky, mientras disfrutamos del fantástico hecho de vivir, sólo eso que no es poco, ya que, a fin de cuentas, no es algo merecido, sino un don… de la vida, de Dios, del Misterio.
    Un abrazo,
    Javier

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    1. Muchas gracias una vez más Javier
      Sí , la vida es un don, una oportunidad verdaderamente única que no apreciamos ni sabemos disfrutar.
      Cada vez que leo a Montaigne descubro algo nuevo, asombroso, pero a la vez completamente previsible: las cosas podrían ser mucho más fáciles de lo que las hacemos.
      Pero sin embargo personas cada vez mas mayore siguen tomando pastillas o haciendose pruebas como si fueran a vivir eternamente.
      Azuzados por politicos ignorantes y médicos sin escrúpulos
      Un abrazo Javie

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  2. Hola Sergio:
    Muy bien explicado. Añadir solo que la gran falacia de algunos políticos y algunos apologistas de la medicina científica es considerar un éxito absoluto el aumento de la esperanza de vida en las sociedades occidentales. Omitiendo, u ocultando, que ello se produce a costa de una disminución de los años de vida sin enfermedad y, sobre todo, de un aumento en el número absoluto de años perdidos por discapacidad a medida que aumenta la esperanza de vida.

    Un abrazo, miguel melguizo jiménez

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    1. Y el problema es que se sigue repitiendo ese mensaje una y otra vez por parte de los quee tienen una inmensa rresponsabilidad en no levantar expecactivas absurdas
      Un abrazo y como siempre muchas gracias por tu sensatez

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  3. Sergio, como siempre un placer leer tus reflexiones y tu ciencia. Aprovecho a saludarte enviándote un abrazo muy fuerte, que eso si que aumenta la esperanza y la calidad de vida.
    Teresa Blanco (desde Madrid y desde el pasado siempre presente...)

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  4. Mi querido Sergio, como siempre Genial, sin animo de adular. Leyendo este post , mas que nunca, apelo al sentido común , quizás el mas escaso de hoy en día, apelo a la buena práctica, a la sensatez y desecho la mala politica , que parece inundar de chapapote todo lo que toca con no se sabe que fines y que empaña nuestra práctica asitencial; aunque esto a veces solo es una excusa para hacer justo lo que no debemos y no hacer lo que debemos.
    Será que gran parte de mi cupo tiene más de 70 años , exactamente el 25%, que a veces me he llegado a cuestionar algunos de mis actos, en el marco de lo que comentas en tu post, ¿hasta cuando el futuro? ¿Prevención o secuestro de la libertad de decision?. afortunadamente siempre hay bocanadas de sentido comun, de sensatez y de sabiduría de la vida que entran por la puerta de la consulta , con el nombre de Rosa y de 88 años, que se le acaba de diagnosticar radiologicamente un ca de mama y me expresa: " A mi que no me hagan nada, ¿ud, creee que yo me voy a morir de esto?, si tengo 88 años y lo más probable es que me muera de otra cosa, dejenme tranquila, que no sé lo que me queda".
    Qué más se puede decir..., en ese momento se me escapa un suspiro interior y digo será que tenemos que hacer menos para hacer más y ecuchar más para poder decidir mejor.
    Un fuerte abrazo

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    1. Que maravilloso resumen el de tu paciente de 88 años.
      Vale por cien mil post sobre el tema
      Lástima que hayamos perdido el norte respeccto a lo qu es realmente la vida
      Un abrazo fuerte y mil gracias por compartirlo

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