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viernes, 24 de febrero de 2023

La atrevida ignorancia del señor Consejero

 


 

"Castilla miserable, ayer dominadora

envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora"

A orillas del Duero. Antonio Machado

 Es sabido que la ignorancia es atrevida. Pero cuando se combina con la prepotencia puede llevar a niveles siderales. El último ejemplo ha sido el Consejero de Sanidad de Madrid. En lugar de reunirse con los médicos en huelga desde hace tres meses prefirió acudir a la sede de su partido en el distrito de Salamanca para dar lecciones de filosofía y sanidad, demostrando su limitado conocimiento de una y otra. Sólo así se explican las siguientes declaraciones: “Está pensado (el modelo actual) en los años 80, con ciertas derivadas de un modelo que venía del modelo sanitario cubano, que tuvo su razón de ser, pero que ahora ya tiene que evolucionar”. Según él, el modelo debe tomar de referencia el Reino Unido: “Allí el modelo es un puro de enfermería, y hacia aquí vamos evolucionando a ese modelo por razones lógica…Se va a poder suplir mucho lo que es el trabajo presencial y, sobre todo, es un modelo con ese concepto de sanidad líquida. Ya no hay que tener al paciente en el hospital, hay que resolver presencialmente o no presencial”,

Oyó campanas, pero no sabe dónde. Debe creer que queda moderno emplear el término “liquidez” aplicado a cualquier cosa, ignorando con empeño que Zygmunt Bauman ( principal responsable del concepto de liquidez aplicado a las sociedades modernas)  nunca lo describió como ejemplo, sino precisamente como preocupante rémora de la sociedad actual, donde los cambios son tan rápidos que impiden mantener vínculos y compromisos. Al margen de que estaría bien que repasara la amplia variedad de títulos del filósofo polaco con ese calificativo ( Modernidad líquida, Tiempos líquidos, Amor líquido,…) le recomendaría el precioso El Arte de la vida de 2008, sobre la consideración de la vida de cada uno como una obra de arte, y cuya conclusión en las últimas páginas del libro llama precisamente a todo lo contrario de lo que  recomienda el señor consejero, a perseverar, luchar y preservar relaciones estables en nuestra sociedad.

Pero si su ignorancia es evidente en cuestiones filosóficas, en su desconocimiento de los sistemas sanitarios, su historia y características es aún más preocupante dado el cargo que ocupa. Ni el modelo sanitario actual es de origen cubano ( en todo caso podría atribuirse a las recomendaciones de la  declaración de Alma Ata, promulgada por la Organización Mundial de la Salud) ni el modelo británico está basado en la enfermería. Más bien al contrario, el National Health Service construyó su Atención Primaria en torno a médicos generales independientes, no asalariados, que contrataban de su presupuesto recepcionistas y profesionales de enfermería, y que con el que paso del tiempo han ido incorporando a diferentes perfiles ( desde medical assistant a farmacéuticos), pero sin perder el rol del “general practitioner” como referencia, ya sea en forma de socios, asalariados, “locum” o profesionales a tiempo parcial.. Es más , un  estudio reciente de las Universidades de Manchester y Melbourne de 6.296 consultas inglesas entre 2015   y 2019 sobre la incorporación de nuevos perfiles y mezcla de habilidades (skill mix) pone manifiesto que ni mejora la calidad ni la satisfacción de los pacientes, recomendando potenciar el trabajo a través de más médicos y más enfermeras.

Difícilmente podrá mejorar el señor consejero la Atención Primaria de su comunidad si no aprende previamente algo sobre para qué sirve y cómo realiza su papel la Atención Primaria en un sistema sanitario. Alguien por favor debería explicarle que ello pasa por garantizar la accesibilidad ( muy deteriorada en su comunidad), la atención regular a lo   largo del tiempo por el mismo profesional ( longitudinalidad que combate con saña), la coordinación de la atención a una personal concreta ( imposible con sus decisiones organizativas ) e integralidad de la atención. Ésta última implica responder a todos los problemas de salud de una persona, y resolver la mayor parte de ellos desde la Atención Primaria (obviamente ésta no llega aún a operar tumores cerebrales por lo que no puede resolverloo todo). La diferencia entre los países donde la Atención primaria funciona bien y los que no, es que éstos últimos destinan su Atención primaria únicamente a tareas de promoción y prevención, y por lo tanto ante cualquier problema de salud los usuarios acaban saturando las urgencias hospitalarias, camino que hemos comenzado a transitar aquí en comunidades como la del señor consejero. Por eso es tan cínica la recomendación desde los países ricos que, ante la dificultad de contar con médicos en países de bajos ingresos , o en zonas remotas y violentas, proponen no contar con ellos y recurrir al papel de las tecnologías y la habilitación de miembros de la comunidad. Así nunca podría garantizarse la integralidad, y se seguirán saturando las urgencias y los hospitales, porque hasta que la Inteligencia artificial no sustituya a los médico de familia, éstos seguirán siendo imprescindibles para diferenciar un dolor torácico isquémico del debido a un ataque de pánico, para explorar un abdomen agudo o sospechar una focalidad neurológica.

La situación de la Atención primaria es difícil en todo el mundo, y para problemas complejos sólo los necios optan por soluciones sencillas. Por eso se precisa algo más de reflexión, respeto y conocimiento y menos ocurrencias  

miércoles, 15 de febrero de 2023

"Optimizar no politizar": la asombrosa forma de los colegios de médicos de defernder a éstos

 


“¿Qué los pacientes tardan media hora 8 en llegar a las ciudades? Ahí enfermería juega un papel clave en la atención a los pacientes crónicos. Eso es optimizar. Lo que no podemos hacer es politizar, porque cuando vas a quitar un médico sale inmediatamente el alcalde a decir que de ahí no lo mueven”

Presidente de la Organización Médica Colegial

 

Que los colegios de médicos españoles no han tenido ninguna simpatía hacia la medicina de familia no es ningún secreto. Aunque queda ya muy lejano en el tiempo, y hayan tratado de enmascararlo, ahí quedan los denodados esfuerzos de dichos colegios para evitar la creación de la especialidad de medicina familiar y comunitaria en los años 80. Refugio de lo más rancio de la medicina, salvo honrosas excepciones, han fomentado siempre el mantenimiento del statu quo, las trabas a la innovación y el cambio, el mantenimiento de los privilegios de unos pocos.

Si ya comentamos hace unas semanas el vergonzoso comportamiento del presidente del colegio de Madrid, ha venido a respaldarla nada menos que el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC).  Cuesta mucho entender y aún más explicar como ante la manifestación en defensa de la Atención Primaria y de la mejora de las condiciones de sus profesionales, incluidos sus médicos, el colegio de médicos de un paso al costado. Una organización que dice defender los intereses de los médicos pero que defiende exclusivamente intereses políticos, en este caso del gobierno de la Comunidad de Madrid, cuya presidenta agradece sin sonrojo el esforzado apoyo del colegio.

En la didáctica entrevista que el presidente de la OMC en el periódico La Verdad apuesta decididamente por la modernidad: ”se necesitan herramientas diagnósticas del siglo XXI” afirma con contundencia, pero se le ve el pelo de la ranciedumbre cuando habla del médico que atiende 400 cartillas…Aun no debe saber que desde hace treinta años se sustituyó por la  tarjeta sanitaria como método de identificación del paciente.

El señor presidente es anestesista, y quizá por eso crea que todo se soluciona con aparatos, despreciando la silla de Marañón: “en el año 2023, la medicina de dos sillas, un fonendo y una bata no sirve, no es resolutiva". Ignora por supuesto que toda la evidencia científica demuestra que más del 80% de los diagnósticos pueden hacerse aun hoy con una buena anamnesis y una adecuada exploración física, una silla, y un fonendo, sí señor. E  ignora por supuesto uno de los fundamentos capitales de la Atención Primaria, el hecho de que la permanencia en el mismo lugar de un médico, el contacto regular con éste reduce la mortalidad hasta un 30% como demostró el trabajo de Sandvik con la población noruega. Por eso en su ignorancia propone nada menos que “ cerrar muchos consultorios y facilitar a esa población el acceso a centros sanitarios más grandes o que la atención que reciban (en esos consultorios) no sea diaria”.

Es difícil encontrar declaraciones con mayor grado de ignorancia, inequidad, y menosprecio hacia el mundo rural. Así se llenará sin lugar a dudas esa España vaciada, en donde no habrá en el futuro ni colegios ni farmacias ni servicio sanitario alguno. Donde los ancianos con escaras en domicilio, en los últimos días de su vida, tendrán que esperar al día que “toque” médica o enfermera, o bien esperar que algún familiar les traslade a esos centros tan grandes y tan modernos (donde hay “tantas herramientas diagnósticas” de las que le gustan) para dar alivio o respuesta a su problema.

Una vez manifestado su profundo conocimiento de la Atención Primaria, el presidente de la OMC demuestra la valoración que tiene por sus médicos: ”la situación en Madrid está bastante enquistada….¿La huelga de Madrid está teniendo poca repercusión?.pregunta el periodista…Y él responde : “Bueno, no lo digo yo, lo dicen los números. Lo último que escuché  es que había poca repercusión entre los profesionales”.

Lo último que escuché…¿de quien? ¿Del consejero de sanidad de Madrid? ¿De la presidenta de la Comunidad? ¿Conoce en que condiciones se está desarrollando la huelga? ¿La forma de contar el personal en huelga obligado a realizar servicios claramente abusivos que impiden ejercer ese derecho?

Aunque la necesidad de un colegio de médicos no es la misma en un país donde los profesionales son independientes (como los médicos generales británicos) que un país donde son funcionarios ( como el nuestro), creo en la utilidad de disponer de este tipo de organizaciones. Pero no de organizaciones vetustas, carcas, decimonónicas, que solo defienden privilegios de casta.

Y desde luego, los españoles en modo alguno sirven para defender los intereses de los médicos de Atención primaria. ¿Para cuando un Colegio de Médicos de Familia a la manera del Royal College of General Practitioners que de verdad plante cara a las administraciones?