"Castilla miserable, ayer dominadora
envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora"
A orillas del Duero. Antonio Machado
Es sabido que la ignorancia es atrevida. Pero cuando se combina con la prepotencia puede llevar a niveles siderales. El último ejemplo ha sido el Consejero de Sanidad de Madrid. En lugar de reunirse con los médicos en huelga desde hace tres meses prefirió acudir a la sede de su partido en el distrito de Salamanca para dar lecciones de filosofía y sanidad, demostrando su limitado conocimiento de una y otra. Sólo así se explican las siguientes declaraciones: “Está pensado (el modelo actual) en los años 80, con ciertas derivadas de un modelo que venía del modelo sanitario cubano, que tuvo su razón de ser, pero que ahora ya tiene que evolucionar”. Según él, el modelo debe tomar de referencia el Reino Unido: “Allí el modelo es un puro de enfermería, y hacia aquí vamos evolucionando a ese modelo por razones lógica…Se va a poder suplir mucho lo que es el trabajo presencial y, sobre todo, es un modelo con ese concepto de sanidad líquida. Ya no hay que tener al paciente en el hospital, hay que resolver presencialmente o no presencial”,
Oyó campanas, pero no sabe dónde. Debe creer que queda moderno emplear el término “liquidez” aplicado a cualquier cosa, ignorando con empeño que Zygmunt Bauman ( principal responsable del concepto de liquidez aplicado a las sociedades modernas) nunca lo describió como ejemplo, sino precisamente como preocupante rémora de la sociedad actual, donde los cambios son tan rápidos que impiden mantener vínculos y compromisos. Al margen de que estaría bien que repasara la amplia variedad de títulos del filósofo polaco con ese calificativo ( Modernidad líquida, Tiempos líquidos, Amor líquido,…) le recomendaría el precioso El Arte de la vida de 2008, sobre la consideración de la vida de cada uno como una obra de arte, y cuya conclusión en las últimas páginas del libro llama precisamente a todo lo contrario de lo que recomienda el señor consejero, a perseverar, luchar y preservar relaciones estables en nuestra sociedad.
Pero si su ignorancia es evidente en cuestiones filosóficas, en su desconocimiento de los sistemas sanitarios, su historia y características es aún más preocupante dado el cargo que ocupa. Ni el modelo sanitario actual es de origen cubano ( en todo caso podría atribuirse a las recomendaciones de la declaración de Alma Ata, promulgada por la Organización Mundial de la Salud) ni el modelo británico está basado en la enfermería. Más bien al contrario, el National Health Service construyó su Atención Primaria en torno a médicos generales independientes, no asalariados, que contrataban de su presupuesto recepcionistas y profesionales de enfermería, y que con el que paso del tiempo han ido incorporando a diferentes perfiles ( desde medical assistant a farmacéuticos), pero sin perder el rol del “general practitioner” como referencia, ya sea en forma de socios, asalariados, “locum” o profesionales a tiempo parcial.. Es más , un estudio reciente de las Universidades de Manchester y Melbourne de 6.296 consultas inglesas entre 2015 y 2019 sobre la incorporación de nuevos perfiles y mezcla de habilidades (skill mix) pone manifiesto que ni mejora la calidad ni la satisfacción de los pacientes, recomendando potenciar el trabajo a través de más médicos y más enfermeras.
Difícilmente podrá mejorar el señor consejero la Atención Primaria de su comunidad si no aprende previamente algo sobre para qué sirve y cómo realiza su papel la Atención Primaria en un sistema sanitario. Alguien por favor debería explicarle que ello pasa por garantizar la accesibilidad ( muy deteriorada en su comunidad), la atención regular a lo largo del tiempo por el mismo profesional ( longitudinalidad que combate con saña), la coordinación de la atención a una personal concreta ( imposible con sus decisiones organizativas ) e integralidad de la atención. Ésta última implica responder a todos los problemas de salud de una persona, y resolver la mayor parte de ellos desde la Atención Primaria (obviamente ésta no llega aún a operar tumores cerebrales por lo que no puede resolverloo todo). La diferencia entre los países donde la Atención primaria funciona bien y los que no, es que éstos últimos destinan su Atención primaria únicamente a tareas de promoción y prevención, y por lo tanto ante cualquier problema de salud los usuarios acaban saturando las urgencias hospitalarias, camino que hemos comenzado a transitar aquí en comunidades como la del señor consejero. Por eso es tan cínica la recomendación desde los países ricos que, ante la dificultad de contar con médicos en países de bajos ingresos , o en zonas remotas y violentas, proponen no contar con ellos y recurrir al papel de las tecnologías y la habilitación de miembros de la comunidad. Así nunca podría garantizarse la integralidad, y se seguirán saturando las urgencias y los hospitales, porque hasta que la Inteligencia artificial no sustituya a los médico de familia, éstos seguirán siendo imprescindibles para diferenciar un dolor torácico isquémico del debido a un ataque de pánico, para explorar un abdomen agudo o sospechar una focalidad neurológica.
La situación de la Atención primaria es difícil en todo el mundo, y para problemas complejos sólo los necios optan por soluciones sencillas. Por eso se precisa algo más de reflexión, respeto y conocimiento y menos ocurrencias