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lunes, 17 de agosto de 2009

De botellas medio vacías...o medio llenas





When you’re chewing on life’s gristle

Don’t grumble, give a whistle,

And this’ll help things turn out for the best

And always look on the bright side of life”

Always Look on the Bright Side of Life.Eric Idle.1979


Al final Monthy Phyton tenía razón. Aunque siempre se dijo que la gente con malas pulgas vive más ( aquello de “mal bicho nunca muere”) parece que las pruebas científicas sustentan la idea de que ser optimista se asocia a mejores resultados para la salud. La pasada semana , Sam Wong, un excelente columnista y twittero de The Guardian, se hacía eco del último trabajo publicado al respecto en Circulation, el mismo día 11 de agosto. Un grupo de la Universidad de Pittsburg y de la Harvard Medical School siguieron durante aproximadamente 8 años a 97.253 mujeres ( 90% blancas) procedentes del Women’s Health Initiative sin signos de enfermedad cancerosa o cardiovascular en el momento de iniciarse el seguimiento.El estudio estudia la posible relación entre la incidencia de cardiopatías isquémica (CI) y mortalidad en mujeres postmenopáusicas y el nivel de optimismo ( entendido como “expectativas positivas respecto al futuro") o la tendencia a mantener actitudes cínicas u hostiles hacia los demás. Y parece que la encuentran: las optimistas ( cuartel superior) tenían menores tasas de CI que las más pesimistas ( cuartel inferior) , 43 frente a 60, y también menor mortalidad total ( 46 frente a 63).Así mismo las mujeres más “cínicas y hostiles” tenían mayores tasas de CI (56 frente a 44) y de mortalidad total (63 frente a 46). Los efectos de optimismo y hostilidad cínica eran independientes.

Para establecer el nivel de optimismo empleaban un test ( the Life-Orientation Test Revisted) que mide 6 items con un rango de puntuaciones de 6 ( pesimista irredento) a 30 ( Optimista compulsivo). Para hacerse una idea las preguntas eran del tipo “ en tiempos confusos ( como los actuales) siempre espero lo mejor” o “ si algo puede irme mal, seguro que sucede”.El nivel de “ Cynical Hostility” por su parte se medía mediante el Cook-Medley Questionnaire que incluye 13 afirmaciones ( verdadero/falso) del tipo de “a menudo recibo órdenes de gente que no tiene mucha idea de lo que yo hago”.

Dado el nivel de permanente irritación que tenemos en este país sería preferible no utilizar escalas de este tipo … aunque curiosamente entraría en contradicción con los magníficos indicadores de salud españoles. ¿Será en esto también España otro caso paradójico? ( mala leche-buena salud).

Tindle y compañía establecen en Circulation dos posibles mecanismos para justificar la relación pesimismo-enfermedad: por una parte, a través de la activación del sistema nervioso autónomo y el eje hipotálamo -hipofisario que podría desencadenar el procedimiento patogénico de la aterosclerosis, por ejemplo. Por otra , a través de su posible influencia en factores de conducta como el tabaquismo, la obesidad etc ( ¿desmontand tal vez el tópico de que los gordos son más felices). Wong en The Guardian no lo tiene tan claro. Tras revisar con detalle los principales estudios precedentes al respecto, sostiene que las dificultades de establecer fehacientemente una relación causa-efecto son grandes, del tipo de necesitar establecer un ensayo randomizado en el que a un grupo de pesimistas se les convirtiera en optimistas y se midiera los efectos respecto a su estado de salud. Como si fuera tan fácil dejar de ser cenizo

2 comentarios:

  1. A lo mejor existe correlación entre sensación de control de la propia vida y optimismo. Y ya Marmot comprobó que a mayor control (mayor puesto en la jerarquía) mejor salud. ¿?

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  2. totalmente de acuerdo con el Dr Bonis, cuanto menos dependes de las decisiones y caprichos de los demás y más independiente del entorno hostil es tu trabajo y tu vida de relación, menos sufren tus coronarias, tu sistema inmune y en general tu organismo. hay que recordar que en el trabajo (y más en los que nos dedicamos a la sanidad) hay dos tipos de personas, los que van a solucionar problemas y los que van a crearlos (o a incrementar los que ya hay). cuanto menos de estos últimos haya y más inmune seas a su acción, más y mejor vivirás. por desgracia, la concentración de estos disruptores laborales es cada vez más elevada, y por lo tanto sus efectos delétéreos para la salud de los que van tan sólo a trabajar va aumentando. ya lo dijo en ripio muñoz seca en la venganza de don mendo: "vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos".
    a ver si cada vez hay más buenos y menos malos en la sanidad.
    salu2

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