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sábado, 27 de febrero de 2010

Cinco artículos de enero


El Kings Fund británico acaba de elaborar un interesante documento relativo a las oportunidades y desafíos que representa la medición de la calidad hoy en día. Ante las dudas ( minoritarias, pero de fuentes muy solventes y rogurosas) que plantean cada vez más expertos con respecto a los evidentes riesgos de los sistemas de evaluación, así como el escaso rigor de la mayor parte de los sistemas de medición de proveedores utilizados en los servicios de salud, puede ser útil revisar los requisitos que precisa la medición adecuada de la calidad: en especial , aprovechar los datos que ya se tienen antes de buscar otros nuevos, cuidar la calidad de los mismos, ser electivos ( no se puede medir todo) , interpretar adecuadamente la información, y sobre todo, ACTUAR. ¿Por que será tan dificil aplicar lo obvio?
Con respecto a la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) dos trabajos revisan la situación desde ángulos bien distintos: por una parte la OCDE publica, un informe donde identifica tres factores esenciales para que la implantación de las TICs sea efectiva: un adecuado sistema de incentivación unido a una identifiación precisa de los beneficios y los costes; adopción e implantación de protocolos estandarizados y garantía de confidencialidad y privacidad.
Tal vez por todo eso, Shea y Hripcsak publican en el New England una perspectiva la experiencia de implantación de la historia clínica electrónica en North Shore, en donde a pesar de incentivar sustanciosamente a los médicos, éstos mantienen su escepticismo a la hora de implantar en sus consultas la historia electrónica, en especial en consultas de pocos médicos. Es cierto que el entorno es muy diferente al nuestro, pero aqui se da por hecho que la digitalización de la historia está aportando unos beneficos que están aún por demostrar.
Por su parte, Judith de Jong y sus colaboradores publican en el Social Science and Medicine un interesante artículo respecto a la efectividad de las guías de práctica para disminuir la variación en la práctica clínica, en un país en el que se ha trabajado mucho en la cuestión. Analizando los datos de la Encuesta Nacional de Medicina General Holandesa , tanto la de 1987 ( 103 prácticas, 160 médicos generales y335.000 pacientes) , como la de 2002 (104 prácticas, 195 médios, 390000 pacientes) concluyen considerando que la introducción de las guías posiblemente haya limitado el incremento de la variación, pero no la ha reducido. No es tan fácil la diminución de la variabilidad como algunos se empeñan en decir.
Por último, un sugerente comentario, también en New England de Shaili Jain, titulado Googling Ourselves ( "buscándonos en Google a nosotros mismos"). Cuando a uno le pica la curiosidad por saber que sale en Google cuando uno teclea su propio nombre, puede encontrar de todo, en especial que la valoración que tienen los pacientes de él no es la más favorable. Aunque la comparación de proveedores aún no haya llegado aquí con la fuerza que tiene en América, tal vez no esté tan lejos en nuestro sistema, visto el eufórico mensaje de garantizar la satisfacción del ciudadano a cualquier precio. Y el tema dista, una vez más de ser sencillo. La utilidad que puede tener conocer como le ven a uno sus pacientes de cara a mejorar su práctica ( en especial eso tan dificl de cuidar a alguien inseguro, y enfermo) puede contrarrestarse con la erosión a la propia imagen que puede produciirse si alguien (paciente o no) quiere hacer daño.

2 comentarios:

  1. Jeje, tengo una entradita preparada desde hace 3 dias sobre el googling... Me encantó ese comentario del New England cuando lo lei y creo que es algo que en España va a empezar a pegar fuerte en breve.

    Tiempo al tiempo

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  2. Tienes razón. El artículo es muy demostrativo de lo que se viene encima
    Muchas gracias Miguel

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