As in nearly all deaths, there was no single cause, but the dominant factor was a lack of political or philosophical leadership in the new era after 1985, when 20th century concepts of socialism died also. Motivation and leadership are central: not only their motive power, but also their social direction. However, you are a new generation. You will recover from the disillusion and demoralisation of your parents. Where there’s death, there’s hope.
Research for primary generalists.
Julian Tudor Hart. Bolonia. 2009.
Ayer algunos tuvimos la suerte de poder escuchar en Sevilla a Tudor Hart, alguien que contribuyó definitivamente a convertir el ejercicio de la medicina general en una profesión digna y ejemplar, a través simplemente de su ejemplo vital. Tiene 83 años y una lucidez prodigiosa: “Tengan cuidado con invitar a personas mayores: tenemos mucho que decir y poco tiempo para decirlo”, comenzó diciendo. En un discurso lleno de referencias históricas a lo que ha significado el servicio nacional de salud en el Reino Unido, de las razones por la que debe defenderse y protegerse, Hart recordó la importancia y esfuerzo que requiere trabajar de médico general: “la asistencia durante toda la vida implica un incremento colosal de la carga de trabajo y su intensidad“.
En el debate, al preguntarle una médico de familia su opinión respecto a consultas de 5 minutos, Hart se refirió a las conocidas pruebas científicas existentes ( Sackett entre otros) de que el 80% de la información necesaria para el diagnóstico se obtiene simplemente escuchando al paciente: “ Consultas de cinco minutos son más propias de atención veterinaria que de atención médica. Supone tratar a las personas como si fueran ganado…Siento ser tan brutal”, concluyó.
Corren malos tiempos para la medicina general en todo el mundo. Stephan Schwartz reflexionaba hace poco en el Huffington Post sobre la situación de los médicos de familia americanos: al margen de lo escasamente atractivo que puede ser para un estudiante americano especializarse como médico de familia (cuando su sueldo puede ser una cuarta parta del de un especialista quirúrgico ), la mayor frustración procede del exceso de burocracia y papeleo, la presión de las agendas repletas, con ¡solo quince minutos¡ para cada paciente, y siempre con la impresión de que se te escapó algo cen cada consulta. Es creciente allí la preocupación de que las consultas del médico de familia acaben siendo poco más que dispensarios de medicamentos ( además, para enfermedades imaginarias).
Problemas no muy diferentes de los que existen aquí: Rafa Bravo lleva semanas relatando la grave devaluación del trabajo y las funciones de los médicos de familia tras la entrada en vigor del área única en Madrid. El FOCAP en Cataluña alertaba también respecto a la creciente pérdida de fuerza de la atención primaria.
Research for primary generalists.
Julian Tudor Hart. Bolonia. 2009.
Ayer algunos tuvimos la suerte de poder escuchar en Sevilla a Tudor Hart, alguien que contribuyó definitivamente a convertir el ejercicio de la medicina general en una profesión digna y ejemplar, a través simplemente de su ejemplo vital. Tiene 83 años y una lucidez prodigiosa: “Tengan cuidado con invitar a personas mayores: tenemos mucho que decir y poco tiempo para decirlo”, comenzó diciendo. En un discurso lleno de referencias históricas a lo que ha significado el servicio nacional de salud en el Reino Unido, de las razones por la que debe defenderse y protegerse, Hart recordó la importancia y esfuerzo que requiere trabajar de médico general: “la asistencia durante toda la vida implica un incremento colosal de la carga de trabajo y su intensidad“.
En el debate, al preguntarle una médico de familia su opinión respecto a consultas de 5 minutos, Hart se refirió a las conocidas pruebas científicas existentes ( Sackett entre otros) de que el 80% de la información necesaria para el diagnóstico se obtiene simplemente escuchando al paciente: “ Consultas de cinco minutos son más propias de atención veterinaria que de atención médica. Supone tratar a las personas como si fueran ganado…Siento ser tan brutal”, concluyó.
Corren malos tiempos para la medicina general en todo el mundo. Stephan Schwartz reflexionaba hace poco en el Huffington Post sobre la situación de los médicos de familia americanos: al margen de lo escasamente atractivo que puede ser para un estudiante americano especializarse como médico de familia (cuando su sueldo puede ser una cuarta parta del de un especialista quirúrgico ), la mayor frustración procede del exceso de burocracia y papeleo, la presión de las agendas repletas, con ¡solo quince minutos¡ para cada paciente, y siempre con la impresión de que se te escapó algo cen cada consulta. Es creciente allí la preocupación de que las consultas del médico de familia acaben siendo poco más que dispensarios de medicamentos ( además, para enfermedades imaginarias).
Problemas no muy diferentes de los que existen aquí: Rafa Bravo lleva semanas relatando la grave devaluación del trabajo y las funciones de los médicos de familia tras la entrada en vigor del área única en Madrid. El FOCAP en Cataluña alertaba también respecto a la creciente pérdida de fuerza de la atención primaria.
Por mucho que la nueva ministra (con gran experiencia en la materia que tiene entre manos), prometa una conferencia sobre atención primaria que solucionará los problemas, el mantenimiento año tras año de los problemas clave de ésta, la devaluación y difuminación de la misma en gerencias únicas y modelos de atención a enfermedades liderados por especialistas, no permite ser muy optimistas, pese a los mensajes tranquilizadores de los representantes de los médicos de familia. Posiblemente , como decía Tudor Hart en Bolonia, formamos parte de una generación desilusionada y desmotivada que un día creyó que una reforma de la atención primaria era posible. Ese sueño murió en buena parte. El silencio de los corderos (del que habla también Rafa Bravo ) lo representa. Pero , como dice Hart , en esa muerte hay también esperanza: la de los que hoy están acabando su residencia y tienen todo el futuro por ganar. Porque, como bien dijo el maestro, "los objetivos de nuestra vida se forjan en nuestra juventud”.
Yo que soy optimista por naturaleza, creo que las grandes crisis generan grandes soluciones. Os animo a que os unáis, que pongáis sobre la mesa los problemas, es que no me creo que los único médicos que ven al paciente como una "totalidad" se den por vencidos.
ResponderEliminarMi picólogo decía que el obstáculo es la palanca.
Buscar, si hay residentes y médicos jóvenes que se mueven y que tienen ilusión son los de familia.
Estoy completamente deacuerdo Juana,pero la AP sigue si despegar. Las reformas se han aplicado sólo para beneficio del hospital en las gerencias únicas. Aunque el espiritu de las mismas era gestionar los pacientes desde la primaria y dar continuidad e integralidad al proceso de cuidados.
ResponderEliminarEstupendo. Gracias.
ResponderEliminarCon tu permiso te copio en mi blog.
Iñaki.
Muchas gracias a los tres por las aportaciones.
ResponderEliminarY gracias Juana por ser optimista. Pero estoy de acuerdo con Pilar en que esto sigue sin despegar y la pista se acaba... ( y se que no es la mejor comparación enestas fechas).
"Ni palabra mala ni hecho bueno". Ningún responsable político se atrave a decir con palabras lo que está demostrando con sus hechos: que la Primaria de verdad no importa nada porque apenas influye en lo que de verdad importa: los votos, la imagen, la (falsa) impresión de modernidad.
Buen puente.
Sergio ¿sabes si se grabó la intervención de Tudor Hart?. No pude ir y estaría interesado en verla.
ResponderEliminarHola de nuevo.
ResponderEliminarRespecto a la posibilidad de acceder a las presentaciones del encuentro creo que es posible que p´roximamente pudieran estar accesibles en esta dirección:
http://www.csalud.junta-andalucia.es/salud/encuentroprocesos/
saludos
¿Cinco minutos?¿A qué tipo de veterinario desalmado lleva este hombre a su perro?
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