Páginas

viernes, 25 de febrero de 2011

La clave está en atender

Falta de atención
No atiende a los detalles
comete muchos errores
le cuesta mucho mantener la atención
cuando le hablo parece que no escucha
nunca sigue las instrucciones que le doy
SDAH. Ulterior 2001. Lagartija Nick
 
Un chaval de seis años es atendido en la consulta del pediatra por problemas de conducta: inquieto, es incapaz de estar sentado en la silla, y no para de hablar. Como diría Pennac en su imprescindible libro sobre la educación Mal de Escuela, es un perfecto candidato a zoquete. En casa tampoco mejora apenas, por lo que la madre reclama medicación para aliviar su tormento. La tentación de diagnosticar al niño  de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (SDAH) es grande.
Pero mientras anda escribiendo en la historia, el pediatra escucha que la madre menciona ,de pasada ,que el trasto del niño tose bastante también, y que en los últimos meses ha necesitado inhaladores de rescate para el asma en los últimos meses. El pediatra no pierde la calma y prescribe medicación para el asma, en vez de tratamiento para el SDAH. Dos semanas después, en la visita de revisión, la madre cuenta que la tos ha mejorado sensiblemente, el trasto ya no lo es tanto, y de la escuela no han vuelto a llegar quejas.
Erica MS Sibinga y Albert  W Wu , de Johns Hopkins University, describen este caso en un comentario reciente de JAMA titulado Clinician Mindfulness and Patient Safety. El comportamiento del pediatra del caso del pequeño zoquete reune muchas de las cualidades de la atención clínica ( Clinician Mindfulness): paciencia ( las cosas en la vida llevan su tiempo), apertura de mente ( estar abierto a nuevas posibilidades descartando las previas) , confianza ( en uno y en los demás), capacidad de no prejuzgar los hechos, ni de condicionar su interpretación a hipótesis futuras, aceptación de la realidad como es, o aceptar que las ideas vengan y se vayan sin aferrarse a las ideas previas.
Los errores en el diagnóstico a menudo proceden de sesgos cognitivos definidos por Coskerry encomo “ disposiciones cognitivas a responder ( cognitive dispositions to respond o CDRs). Él identificó más de 30 tipos de éstos, con sus correspondientes estrategias para prevenirlos.
Entre ellas una de las más importantes es la “metacognición” o la propia percepción de que tal vez estemos empleando alguno de los múltiples heurísticos que definió Kahneman ( y por lo que obtuvo el Nobel) . Desde el huerísico de afectividad ( la influencia de los sentimientos afectivos de un médico a su paciente a la hora de interpretar la información) al de representatividad ( centrarse en los síntomas más característicos de una enfermedad) o de disponibilidad ( utilizar más habitualmente lo primero que nos viene a la mente a la hora de interpretar un hallazgo). En definitiva, parece que el déficit de atención es tan frecuente en médicos como en niños.
Para Sibinga y Wu perfeccionar la atención clínica ( Mindfulness) podría mejorar la seguridad clínica al incrementar la metacognición y reducir los efectos de los CDRs, causantes de una parte no desdeñable de errores clínicos.
Sin embargo para cierto evaluadores de agencia de investigación españolas este tipo de trabajos no deben ser financiables, por tener poca utilidad práctica. Lo tiene más, sin duda, los estudios sobre potencial regenerativo de progenitores nuerales en modelos de rata o la humanización  de los anticuerpos monoclonales.

2 comentarios:

  1. Excelente conclusión a un nuevo post estupendo.
    El afán por medicalizarlo y normativizarlo todo es obsesivo. En el orden de la estupidez, se podría hacer un estudio de correlación entre calificaciones escolares e ingesta de medicación para el TADH. Seguro que se obtendrían p significativas y sesudas conclusiones.
    Aprovecho este comentario para decir que me sorprende muy gratamente la gran cantidad de material bibliográfico (la mayoría desconocido hasta ahora por mí) que de forma tan natural, tan sencilla, va desvelando este blog, un blog que apuesta claramente por algo que se está perdiendo: el sentido común.
    Me encanta esa fotografía del libro que se muestra en el post; creo que es de Doisneau ¿no? Se distinguen bien cuatro niños; los cuatro sentados en pupitres iguales, pero los cuatro en momentos diferentes, siendo distintos. Es una instantánea de la irreductible subjetividad humana.
    Enhorabuena de nuevo por este blog.

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias Javier.
    Solo pretendo compartir lecturas, ideas o dudas. Es cierto que la fotografía es de Doisneau. Por desgracia no está presente esa fotografía en la edición española delibro de Pennac; tampoco ninguan otra de la serie de fotografías sobre escolares que hizo Doisneau.
    La fotografía refleja magníficamente la esencia del libro: un maestro que habla de zoquetes porque él mismo fue un zoquete. Cuenta que hasta cuando ya era profesor su padre seguía teniendo dudas de que fuera a salir adelante. El libro es una excelente descrpción de como alumnos imposibles acaban floreciendo solamente con un poco de atención. Algo que no puede conseguir el Ritalin.
    Y como muy bien dices, la entrañabla descrpción de Pennac de sus alunos zoquetes está llena de cariño hacia tanta diversidad.
    Un cordial saludo y de nuevo, gracias

    ResponderEliminar