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jueves, 22 de marzo de 2012

Noticias invisibles

We are sad, we are tired, we feel betrayed, we need a rest
But we will not stop fighting to restore the NHS
Even as the Con Dems destroy it
"
Trisha Greenhalgh ( @trishgreenhalgh)

El pasado martes y tras más de un año de intensos y acalorados debates en las mejores revistas científicas británicas, David Cameron consiguió aprobar the Health and Social Care Bill, la ley que abre la puerta a la privatización del National Health Service, y en definitiva, a la demolición de un modelo sanitario ( el sistema nacional de salud) que fue modelo de referencia durante el último siglo. Mientras un  21 de marzo (de 1946 ) Aneurin Bevan informó de la constitución del NHS, otro 20 de marzo ( pero de 2012), Cameron promulga la ley que posiblemente acabe con él. El modelo que inspira la reforma parece ser el americano, uno de los países del mundo con mayor porcentaje de PIB dedicado a gasto sanitario del mundo, y que sin embargo mantiene  a un amplio porcentaje de su población sin cobertura sanitaria alguna. Como es fácil suponer, el que de verdad triunfa es el invisible mercado y los intereses de los grandes lobbies relacionados con la salud como negocio: compañías farmacéuticas, grandes aseguradoras privadas, tecnológicas que monopolizan los polígonos de la salud, o consultoras privadas como McKinsey .
La noticia, de amplia repercusión lógicamente en los medios de comunicación británicos, no ha tenido ninguna repercusión en los medios españoles, incluidos aquellos que se hacen llamar progresistas, y que tan preocupados aparentan estar por el mantenimiento del sistema nacional de salud.
The Health and Social Care Bill no solamente ha puesto en la picota en el Reino Unido a la derecha, que ha sacado la ley adelante con la oposición frontal de la abrumadora mayoría de profesionales sanitarios, sino a su socio de gobierno (el partido liberal demócrata de Nick Clegg que ha traicionado escandalosamente sus principios esenciales) y también al laborismo moderno de Tony Blair y su tercera vía, responsable de abrir la puerta del corral para que entrara el lobo.
Mientras tanto los partidos políticos españoles andan tirándose a la cabeza el copago, fantástico señuelo que tiene entretenidos a unos y a otros, con esa afición tan española de simplificar las cosas y considerar que atacar el copago es síntoma de progresismo, como si no existiera copago desde hace décadas. Una demostración más de lo que Meneu y Peiró llaman  "la vergonzante y reiterada exhibición de impudicia de nuestros legisladores". que han sido incapaces de abordar el desatino que supone mantener "una prestación farmacúetica financiada agregadamente con recursos públicos de manera casi total (95%), pero compatible con un copago nominal muy elevado (40%), y sumamente injusto en su distribución", como señalan ambos en  el capítulo que escriben en la  Refundación de la Atención primaria de Vicente Ortún..
Decía Napoleón que cuando el enemigo anda equivocado conviene no distraerle, y eso deben pensar los muñidores en la sombra de la verdadera reforma que posiblemente nos espere, si no somos suficientemente sensibles para interpretar las señales de humo que nos llegan desde Gran Bretaña. A pesar de que el gasto sanitario privado supone ya cerca del  30% del total en España ( 10 puntos porcentuales más que el Reino Unido),  y a pesar de que las concesiones administrativas a los sospechosos triángulos que forman constructoras, entidades bancarias y por supuesto aseguradoras privadas, prosiguen su proceso de diseminación de metástasis en el cuerpo enfermo del Sistema Nacional de salud, nadie parece prestar atención a las consecuencias que podría tener para nuestro sistema una reforma como la inglesa.
Hoy he coincidido con un colega británico de la Universidad de Sheffield en el marco del Comité Académico de nuestro proyecto común, el Máster en Salud Pública Europubhealth. Le pregunto sobre las consecuencias de la ley aprobada por Cameron. Me responde que es una tragedia. Me confirma que la mayoría de la profesión ( médicos, enfermeros, farmacéuticos) está en contra. Y que por desgracia el proceso de destrucción puede ser irreversible. Sin embargo la población no es consciente de los tiempos que se avecinan: ha calado la idea de que la competencia es buena (cualquiera piensa en las compañías de móviles), pero la introducción de compañías privadas no implicará competencia en calidad, sino en costes. Se están cerrando hospitales, están aumentando las listas de espera, se está deteriorando la calidad ( más del 40% del staff del NHS no recomendaría los servicios sanitarios a sus familiares). La población británica no ha estado suficientemente informada de lo que se avecina.  ¿La nuestra?. Aún menos.

9 comentarios:

  1. El "There is no alternative" tatcheriano que caracteriza la irreversibilidad de los procesos neoliberales también creo que está muy bien enrraigado en España. No es mucha la población contra los recortes "son necesarios", "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" y demás gilipolleces (sin perdón) se añaden al imaginario colectivo...

    Pero tranquilo, se podrá consultar en una App del móvil a qué médico ir si se tuviera dinero para ir a un médico...

    pena.

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  2. Sergio , realmente una tragedia y si esto ha pasado en Inglaterra , con la tradición del NHS y el aprecio y la valoración de la población y los profesionales , lo nuestro está perdido. A mi también me ha llamado la atención el silencio de nuestros medios de comunicación y de la mayoría de profesionales sobre la “Batalla de Inglaterra”. El profesor Lopez Casasnovas publica hoy en un diario catalán un interesante y didactico artículo sobre el NHS y las características que debe tener un Sistema Nacional de Salud para ser sostenible o solvente como le gusta a él llamarlo.
    http://www.elpuntavui.cat/noticia/article/7-vista/8-articles/521135-com-els-britanics.html. Creo que es debido a su eficiencia , por lo que se ha iniciado esta política privatizadora. No daba margen a mayor beneficio de los grupos de presión como en otros sistemas sanitarios europeos , mayoritariamente mutuales, Holanda , segundo país en gasto sanitario , Alemania o Francia.
    Estamos obsesionados con el copago y no prestamos atención a los movimientos de capital riesgo en la sanidad española.
    http://www.elconfidencial.com/economia/2012/03/22/los%2Dhospitales%2Dusp%2Dy%2Dquiron%2Dse%2Dfusionan%2Dpara%2Dcrear%2Dun%2Dgigante%2Dde%2Dla%2Dsanidad%2Dprivada%2D94781/.
    Es posible que en poco tiempo solo los escandinavos , por su larga tradición política democràtica y transparente y los canadienses, por el ejemplo de su vecino del sur, mantengan unos sistemas nacionales de salud universales . Nosotros lo tenemos perdido. Ahí van algunas razones. http://elcomentario.tv/reggio/cuando-la-sanidad-de-tu-vecino-veas-pelar%e2%80%a6-de-angel-lopez-en-la-voz-de-asturias/14/03/2012/.
    Una vez más Sergio felicidades por tu excelente trabajo.
    Toni Agustí

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  3. Muchas gracias Javi.
    La táctica empleada no puede estar siendo más efectiva.La idea de que tenemos lo que nos merecemos ha calado hondo, auqnue luego sigan estando impunes los que de verdad nos llevaron a donde estamos. Como dice mi colega Pepe Martin, otros habrán sido los que vivieron por encima de sus posibilidades porque yo desde luego nunca lo hice. Pero ya se sabe que una mentira acaba convirtiéndose en verdad a base de repetirla.
    Las bravatas populares de que se precisa simplemente un nuevo gobierno que de confianza se ha visto esta semana que resultados está obteniendo con la prima de riesgo. Mientras las agencia que establecen los ratings siguen teniendo la desvergüenza de decir lo que hay que hacer en materia sanitaria, decidiendo sobre lo divino y lo humano, con otra nueva forma de acción de guerra: si no haces lo que te digo que hagas, caerá aun más tu calificación.
    Sí, pena. MUcha pena

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  4. Una vez más Antoni muchísimas gracias por tus comentarios que hacen al blog mucho más interesante.
    Sí, lo más sorprendente de la situación es que esto ocurra en el país que más lejos ha llevado la fórmula de sistema nacional de salud, aquel en el que más orgullo existió siempre su sistema sanitario. Y que, por lo que se ve, se va perdiendo de forma acelerada. En los últimos meses he tenido la suerte de poder compartir foros con profesores de aquel país. En ningún caso han valorado positivamente la reforma de Cameron, extraño cuando en general suelen ser mucho más posibilistas que nosotros.
    Lo de los medios de comunicación en España es simplemente escandaloso: colonizados abrumadoramente por la derecha más rancia ( no hay más que escuchar el Ojo Izquierdo en la SER cada día para darse cuenta de a donde se puede llegar en medios aparentemente respetables como ABC , La Razón o El Mundo), desaparecido Público,el antes todopoderoso grupo PRISA mantiene una sorprendente línea argumental en cuestiones sanitarias en particualr y de políticas de bienestar en general: fascinado permanentemente por la tecnología, con continua difusión de noticias únicamente dirigidas a medicalizar la sociedad, y sin atender a los problemas fundamentales del sistema ( almargen de que siempre han mostrado un absoluto desprecio a la atención primaria y a las formas más sensatas de atender a los pacientes)
    Curiosa la argumentación del profesor Lopez-Casasnovas. Revisa el sistema británico y no habla de la ley conservadora y de la bomba que lleva escondida: la abdicación real por parte del estado de su función rectora, la posibilidad de que grandes proveedores privados entren a saco en el sistema para disputarse los pacientes más "costoeficientes". Desde mi humilde punto de vista ahi está el problema, en esa información que aportas y lo sintetiza todo respecto a las inversiones de capital riesgo en materia sanitaria: posicionamiento de cara al futuro reparto del pastel para dar unos servicios cuya calidad queda perfectamente descrita en los comentarios a la noticia
    Malos tiempos...
    Un saludo muy afectuoso

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  5. Sugiero que lean (ni siquiera lo he acabado, pero insistp...) si aún no lo han hecho "How we do harm" de =W Brawley (https://www.kirkusreviews.com/book-reviews/otis-webb-brawley/how-we-do-harm/) . Así podemos hacernos una idea de lo que se avecina. El libro empieza con una automastectomía (nada inusual según el autor en su hospital), Yo llevo más de 10 años dedicado al cáncer de mama y nunca vi una. En Atlanta (cerca de Tuskegee) sí.

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  6. Tienes toda la razón Sergio. Hace poco leía en un blog, que en España todos los problemas del SNS se reducian a copago, privatización o listas de espera, sin matices, sin análisis, sin nada. Todo podía resumirse en una de esas palabras.

    Lo peor es que los medios ayudan a difundir esa idea, y además la polarizan. Si estas a favor del copago, eres de un color; si estás en contra eres de otro... Y al final lo que se consigue es que el debate sea marcadamente político, con los típicos lobbies apoyando cada idea, sin saber en algunos casos que en España llevamos años con un copago farmacéutico que urge reformar.

    Sin embargo, la esperanza es lo ultimo que se pierde...

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  7. Como señalas, Sergio, lo más relevante y llamativo es el silencio habido al respecto en nuestro país. es como aquello del tonto que se fija en el dedo (el copago) en vez del lugar al que señala (la reforma del modelo). Estos son palabras mayores y perdida la referencia en Europa de un NHS, todo debe apuntar hacía el modelo del eje franco-alemán con lo que ello significa.

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  8. Magnífica recomendación Jose. Lo acabo de comprar pero aun no he tenido tiempo de poder leerlo ( How we do harm).Muchas gracias por la recomendación y muy bienvenido a este blog

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  9. Muchas gracias a los dos, amigos. Sigue sorprendiéndome la capacidad de simplificación que tiene el debate en España sobre temas muy complejos, incluso los medios aparentemente más serios. Hablar del copago ( aspecto en el que no me considero ningún experto) no es una cuestión de blancos y negros, con etiquetado posterior de la opción política incluido ( como señala muy bien Miguel Angel). No es un tema sencillo como para despachar con un lema más en un mitin. Los pensionistas más privilegiados ( los altos funcionarios del estado que eligen a través de MUFACE aseguradoras privadas no tienen problema en pagar parte de las medicaciones. Si eligieran la opción del sistema público ( sobre cuyas bondades seguimos sin convencerles), tendrían todas las prestaciones farmaceuticas gratuitas. En cambio personas con mucho mayor grado de dificultad ecnómica siguen teniendo que pagar la misma cantidad que otros con situaciones económicas mucho mejores.
    Lo que comenta Jose Luis es especialmente acertado. El dedo del copago señala el verdadero problema: como mantenemos un sistema nacional de salud cuando la principal referencia para nosostros ( el NHS) se derrumba
    Saludos muy cordiales

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