SEIS MINUTOS (Trailer) from Josh Early on Vimeo.
“ Los generalistas son profesionales que están comprometidos con los pacientes como personas. Mantienen su responsabilidad con los pacientes a lo largo del tiempo, abordan múltiples cuestiones y ayudan a éstos a hacer juicios y tomar decisiones que son seguras para ellos y para el sistema. Si un profesional es generalista o no depende de su formación, su actitud , el ámbito de su práctica, y frecuentemente del escenario de su trabajo. Existe una diferencia entre ser generalista y utilizar habilidades del generalista”.Prof. Amanda Howe. RCGP Honorary Secretary
Hoy día 26 de junio se estrena el trailer de Seis Minutos, una historia sobre médicos y personas, preciosa iniciativa de algunos de los más talentos que tiene la medicina de familia de este país, consistente en la producción de una película que aspira a hacer más visible la importancia del trabajo del médico de familia en nuestra sociedad. La película, como las grandes producciones del cine americano, se estrenará en otoño.
Es un proyecto financiado a través de las pequeñas aportaciones de mucha gente, sin respaldo industrial o del Ministerio de Cultura (el de Sanidad está a otras cosas). Que habla sobre una medicina basada en las personas.
Hoy también, se publica en Reino Unido “Generalismo médico: por qué importa una medicina de personas”, la respuesta formal del Royal Collage of General Practitioners británico ( ya quisiéramos tener algo así) a los trabajos de la Independent Commission on Generalism, creada en 2011 con el objetivo de analizar la contribución de los médicos generales al sistema sanitario. En el Resumen Ejecutivo del citado documento se señala la razón por la que los generalistas son relevantes en el sistema sanitario: porque están comprometidos contigo como persona.
Es interesante el énfasis en la palabra “generalismo”, algo de lo que durante estos últimos años ha acabado por considerarse en ciertos ámbitos como algo vergonzante, ansiosos como estábamos de pertenecer al distinguido grupo de los grandes “especialistas”.Pero, como se señala en el informe, ser expertos en las personas, en su integralidad, no es tarea fácil. Exige un conocimiento, una actitud y un compromiso que va mucho más allá de las de un especialista en técnicas complejas.El “ethos” del generalista, sus valores nucleares, incluyen la empatía, el compromiso, el profesionalismo y la aceptación y el reconocimiento de los propios límites.
Por supuesto, para ejercer adecuadamente el trabajo de generalista se precisan ciertos condiciones previas según el informe británico.No son complejas, pero a menudo se ignoran: mayor formación, más tiempo para poder atender a los pacientes, un mayor acceso a pruebas diagnósticas, mayor comunicación con los especialistas. Algo que también se lleva años reclamando aquí con discreto éxito.
De la complejidad que entraña el concepto de “generalismo” es buena muestra esta aportación de Trisha Greenhalgh al citado informe:
“el conocimiento generalista se caracteriza por una perspectiva del todo más que de las parte, de relaciones y procesos más que de componentes y hechos; algo que trata de decisiones sensatas y adaptadas al contexto sobre como y a que nivel ( individual, familiar, sistémico) debemos considerar un problema”. En el informe se señala al respecto precisamente la visión del generalismo como” medicina interpretativa”, que establece una relación que desde el principio y por definición está centrado en el individuo y como éste se enfrenta al mundo. En definitiva una perspectiva claramente biográfica asumida por un profesional que es experto en tratar con personas.
Seguirá habiendo gente que considere más complejo, moderno y elegante el trabajo de un superespecialista hospialario, de esos que saca cada telediario antes de los deportes. Sin embargo, dudo mucho que Leonardo o Miguel Ángel aspirasen solamente a ser arquitectos o pintores. En esencia eran humanistas, es decir generalistas.
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