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domingo, 11 de mayo de 2014

El último Récord

Como señala el Diccionario Panhispánico de dudas, el término “Record” es una voz tomada del inglés para referirse a “la marca o mejor resultado homologado en la práctica de un deporte”. aunque reconoce que “se utiliza frecuentemente en sentido figurado fuera del ámbito del deporte”. La mayor parte de medios de comunicación españoles describían en los últimos días la consecución de un nuevo “récord médico”. Una vez más el “atleta” responsable de la gesta es nuestro “deportista sanitario” más reconocido: la Organización Nacional de Transplantes (ONT).
La “disciplina” en la que se ha alcanzado “el record” es la de transplante renal en cadena (según describen los medios), aunque el nombre técnico de la categoría es “transplante de riñón cruzado”. La marca, 6 transplantes.
Leyendo las entusiastas reseñas de los medios, parece que nos encontramos ante una boyante actividad industrial, que sigue los “fordianos” ( de Henry Ford) principios de la producción en cadena. El Pais lo llegaba a definir ayer como “un auténtico ejercicio de ingeniería social “.
Este moderno ejercicio de producción en cadena tuvo su embrión en la realización de transplantes de riñón a partir de la donación de un familiar cercano del paciente, ante la imposibilidad de disponer de un riñón compatible procedente de cadáver, cada vez menos disponibles (debido en cierta medida, según la propia ONT, a la disminución de muertes producidas en accidentes de tráfico). Además de ello parece ser que los transplantes procedentes de donante vivo tienen una mejor supervivencia.
Sin embargo no siempre es posible realizar el transplante del riñón de un familiar por problemas de compatibilidad, por lo que ya hace años se inició una nueva: el intercambio de donaciones entre dos parejas entre las que existe compatibilidad cruzada. Un acuerdo justo.
Iniciada la senda del intercambio altruista de donaciones, entró en funcionamiento la sistematización en cadena del procedimiento. Iniciado el programa en 2009, el programa de transplante cruzado “ despegó” en España en 2013 ,según expresión del periodista de El Pais Jaime Prats . En dicha noticia el Director de la ONT declaraba que el programa de transplante cruzado ““es un programa muy bonito, que ha solucionado el problema de la insuficiencia renal a 51 familias, pero que también ha potenciado el trasplante de vivo en nuestro país”.
El “record” de esta semana supone, en opinión del mismo Director, “un salto cualitativo importante, no habíamos pasado de cadenas de dos o tres transplantes”. Estas cadenas comienzan  en la figura del llamado “donante altruista” (lo que introduce la sospecha de que los demás no lo son), cuya desinteresada donación de riñón a un paciente desconocido, supone el inicio de donaciones sucesivas de riñones por parte de las parejas de los pacientes pendientes de transplante. En esta ocasión, según Jaime Prats , se ha contado con la participación de una nueva figura , “ el donante puente” ,quien una vez que su pareja ha recibido su riñón , “permanece hasta 15 días a la espera de realizar la donación mientras se busca el mejor destino para su órgano”. Algo que, según el periodista “introduce un elemento de incertidumbre en la compleja y ajustada maquinaria de los trasplantes en cadena: postergar la extracción, abre la puerta a que el donante se eche atrás una vez que su pareja ya ha obtenido el órgano, y rompa la secuencia”. El propio Prats señala la utilidad del “donante puente”: “Desde que se inició el programa de trasplante cruzado, las extracciones y los injertos tenían lugar de forma simultánea para que ningún donante se pudiera echar atrás una vez que su pareja había sido trasplantada. Pero esta estrategia tenía un inconveniente. La inmediatez no permitía buscar soluciones cuando las pruebas de compatibilidad de laboratorio fallaban. Por eso, las primeras cadenas no pasaban de dos o tres eslabones.”.
Es posible que esté profundamente equivocado, pero a mi un proceso de estas características me plantea preguntas que a nadie parecen interesar. Por ejemplo: ¿es esperable que cualquier persona esté dispuesta a donar un órgano a su pareja? ¿Y a su hermano? ¿ Y a un desconocido? ¿Es censurable que no esté dispuesto a hacerlo? ¿Es reprobable que una vez conseguido el transplante se abandone el acuerdo previo y se niegue a continuar en la cadena? ¿Qué ocurrirá si es así? ¿Cambiaremos la opinión, como familiares, conocidos o profesionales sobre él?Si alabamos el papel del donante altruista, ¿deberíamos fomentar en las escuelas que todos deberíamos donar uno de los riñones, puesto que por lo que se ve este órgano parece redundante? ¿O en que circunstancias debemos hacerlo? ¿Cuándo estamos desesperados? ¿Cuándo necesitemos algún tipo de compensación por hacerlo?
¿Es el proceso en sí altruista, o es interesado?

Sin duda alguna cualquier persona normal se alegrará del éxito de una operación de este tipo por lo que supone para esas personas desconocidas necesitadas de una intervención semejante. Sin embargo la presentación del proceso, el lenguaje utilizado y el aspecto al que se da énfasis ( el proceso industrial en sí mismo, con gráficos incorporados) , genera la duda de si lo importante es el paciente o son los brillantes diseñadores de la intervención, si el objetivo último es aliviar el sufrimiento o alcanzar una nueva marca.
En la disciplina en la que se generó el uso de las “records” , el deporte, lo importante no es tanto la prueba en sí, sino el deportista y la marca . Como dice Prats, “la marca a batir son seis eslabones”.
Humildemente creo que la asistencia al sufrimiento humano merece un tipo de lenguaje algo menos frívolo. Las personas no son pruebas a batir

(Imagen porcedente de ONT/Hebr Longás/EL Pais)

7 comentarios:

  1. A ver si conseguimos convertir esta realidad en mantra: "España, campeona en trasplantes, pero a la cola en prevenirlos"

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    1. Tienes razón Juan. Lo triste es que lo que se protege es hacerlos y no prevenirlos

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  2. Yo, sin duda como herencia de mis siete años en Sevilla, donde les encanta este tipo de comparativas, utilizo la expresión "le gusta más [aquí lo que sea] que a Matesanz una cámara". Magnífico comentario.

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    1. Muchas gracias. Al fianl formará parte del refranero. Un saludo

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  3. El mundo de los trasplantes gira en torno a una palabra, altruismo. Es cierto que se necesita ese altruismo para que puedan realizarse tales intervenciones y se precisa por parte de quien está vivo o de quien lo estuvo y, en caso de un muerto que no se hubiera expresado al respecto, también por parte de sus familiares.
    Sería bueno, por higiene moral, saber también del altruismo real de quienes participan en todo lo que supone un trasplante: desde la captación del órgano convenciendo a familiares de recién fallecidos hasta el cuidado post-operatorio. Es probable que el capítulo económico ligado al trasplante también pueda ser acogido por el término “record” en comparación con otras actividades profesionales clínicas en el sistema público.
    Llamativa la alusión a una disminución de órganos asociada a menos muertes en carretera. Surge fácilmente una evocación macabra que no expresaré.
    Magníficos los dos comentarios que se me han adelantado. No cabe duda de que el trasplante, a pesar de su necesidad, de su bondad, representa esencialmente un fracaso, el de una medicina que no ha impedido esa solución extrema.
    Y hay algo a lo que se debe prestar atención. Una máxima vigilancia por parte de las instituciones competentes ante lo que ya parece un hecho repugnante, la trata de órganos. Que eso ocurra en otros países no significa que pueda consentirse ni excluye la participación de compatriotas sin escrúpulos en tan asqueroso negocio.

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  4. Una aclaración con respecto a mi comentario previo. Le supongo una ética mínima a todo médico de mi país como para pensar que ninguno se implique en absoluto en esa trata repugnante de órganos, pero, dicho esto, creo necesario incidir en que la globalización facilita la tentación generalizada. En una sociedad de la vigilancia, debe también asumirse su mínimo aspecto bondadoso: el de impedir por todos los medios que desmanes como el reseñado puedan darse. Los medios de comunicación se hacían eco recientemente de la posibilidad de que las niñas secuestradas en Nigeria pudieran ser utilizadas para tan macabro fin. Hemos visto demasiado horror en África (y no sólo en ese continente) como para no descartar ninguna posibilidad criminal por atroz que sea.

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  5. Muchas gracias Javier por tu magníficocomentario. En los exceñentes resultados españoles en este terreno sigue habiendo aspectos no suficientemente aclarados, como los que comentas.
    Muy oportuna la referencia a la globalización. Como por desgracia vemos en otros temas igual de repugnantes no hay país libre de malvados

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