Y por eso vivo al día
Día simple, día claro,
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar
cada pueblo, cada puente
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado
A.Vega.Estaciones. 2001.
La cobertura realizada en los medios de comunicación, el pesame público del Presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, el reconocimiento general de sus pares ( de Burning aSecretos, de Radio Futura a Serrat), las colas en la puerta de la SGAE para rendir homenaje a un músico que nunca tuvo ventas masivas de sus discos, ponen de manfiesto que Antonio Vega fue alguien muy importante para muchas personas de mi generación.Pero más allá de esto, demuestra que existen disciplinas ( como la música o el fútbol) que tienen mucha más repercusión en nuestra vidas de las que les reconocemos formalmente.
Vega reflexionaba a menudo sobre el tiempo habitualmente en sus letras; como los gurús del
Management, de Tom Peters a StephenCovey.Timothy Ferris es una de las nuevas estrellas del asunto desde que publicó hace unos años " La semana laboral de cuatro horas". recientemente el TED lo ha incluido también en su lujoso catálogo de rutilantes conferenciantes.
A diferencia de otros santones, Ferriss (mucho más joven)defiende la necesidad de olvidarnos de la pretensiónde administrar el tiempo. Para él "carecer de tiempo es carecer de prioridades".
Tenemos tantas opciones que, a pesar de no dar a basto, introducimos permanentemente nuevos
objetivos, tareas o distracciones en nuetra vida, lo que él llama "el baile de San Vito laboral".
Ferriss destaca algunas falacias especialmente importantes en nuestra relación con el tiempo.
Primera: la ocupación como coartada, también llamada procastinación. ¿Cuantas veces miramos el correo electrónico al cabo del día? Cuanto más ocupados estamos, más excusas tenemos para no hacer lo más importante, que nos resulta casi siempre incómodo. Pero como Séneca decía "el gusto por el ajetreo no es diligencia".
Segunda: cuanto más tiempo pases en el lugar de trabajo mejor considerado estás.España es
uno de los países de jornada laboral más larga y menos productividad; nuestra cultura facilita la interrupción permanente, los innumerables cafés, las comida de dos platos y postre y jornada de tarde. ¿Como no, si lo socialmente bien visto es trabajar de 9 a 9?
Tercera: la demostración de la ley de Parkinson (una tarea crecerá en importancia y complejidad percibida en relación con el tiempo empleado para llevarla a cabo). ¿Quien no ha preparado una clase, examen o informe en menos de 24 horas? No por tener más tiempo hacemos mejor las cosas.
En el fondo cuesta reconocer las limitaciones de la especie (solo podemos realizar un numero finito de cosas) y aún más renunciar a las oportunidades que la vida nos ofrece todos los días. Priorizar es un ejercicio muy dificil, al que se dedica muy poco tiempo. Ferriss considera que "lo que haces, es mucho más importante que como lo haces". Y lo que puedes hacer es poco: para Peters lo que puede escribirse en una tarjeta de visita; para Ferris solo dos asuntos cruciales al día. Lo que cabe en lo único que tenemos: el día de hoy. El resto es demasiado.
Vega reflexionaba a menudo sobre el tiempo habitualmente en sus letras; como los gurús del
Management, de Tom Peters a StephenCovey.Timothy Ferris es una de las nuevas estrellas del asunto desde que publicó hace unos años " La semana laboral de cuatro horas". recientemente el TED lo ha incluido también en su lujoso catálogo de rutilantes conferenciantes.
A diferencia de otros santones, Ferriss (mucho más joven)defiende la necesidad de olvidarnos de la pretensiónde administrar el tiempo. Para él "carecer de tiempo es carecer de prioridades".
Tenemos tantas opciones que, a pesar de no dar a basto, introducimos permanentemente nuevos
objetivos, tareas o distracciones en nuetra vida, lo que él llama "el baile de San Vito laboral".
Ferriss destaca algunas falacias especialmente importantes en nuestra relación con el tiempo.
Primera: la ocupación como coartada, también llamada procastinación. ¿Cuantas veces miramos el correo electrónico al cabo del día? Cuanto más ocupados estamos, más excusas tenemos para no hacer lo más importante, que nos resulta casi siempre incómodo. Pero como Séneca decía "el gusto por el ajetreo no es diligencia".
Segunda: cuanto más tiempo pases en el lugar de trabajo mejor considerado estás.España es
uno de los países de jornada laboral más larga y menos productividad; nuestra cultura facilita la interrupción permanente, los innumerables cafés, las comida de dos platos y postre y jornada de tarde. ¿Como no, si lo socialmente bien visto es trabajar de 9 a 9?
Tercera: la demostración de la ley de Parkinson (una tarea crecerá en importancia y complejidad percibida en relación con el tiempo empleado para llevarla a cabo). ¿Quien no ha preparado una clase, examen o informe en menos de 24 horas? No por tener más tiempo hacemos mejor las cosas.
En el fondo cuesta reconocer las limitaciones de la especie (solo podemos realizar un numero finito de cosas) y aún más renunciar a las oportunidades que la vida nos ofrece todos los días. Priorizar es un ejercicio muy dificil, al que se dedica muy poco tiempo. Ferriss considera que "lo que haces, es mucho más importante que como lo haces". Y lo que puedes hacer es poco: para Peters lo que puede escribirse en una tarjeta de visita; para Ferris solo dos asuntos cruciales al día. Lo que cabe en lo único que tenemos: el día de hoy. El resto es demasiado.
pues sí, tienes razón en todo lo que dices. posiblemente lo importante sea hacer tu trabajo y no el tiempo en que lo hagas, y si eres capaz de hacerlo en menos tiempo poder disponer de tu tiempo "ahorrado". ¿pero cómo le explicas eso a la administratición?. están tan acostumbrados a que los del "horario flexible" son los profesionales del "escaquietor", que ya es habitual e institucional pasarle el trabajo de ellos a los que sí cumplen su horario (que al final sacan adelante su tarea y los flecos que dejan los otros. por eso tenemos la idea que los que cumplen son castigados por el sistema. sería estupendo un sistema que solucionasa todo este problema.
ResponderEliminarsalu2
No es fácil por supuesto; como comentamos tantas veces en el Máster lo que más lentamente cambia en las organizaciones es la cultura y de todo lo que estamos hablando es de factores culturales. Y sigue existiendo mucha suspicacia ( todo el que no está es que se está escaqueando), y mucha tendencia al control característico de las organizaciones burocráticas ( saber en todo momento lo que hacen los empleados aunque por otro lado hablemos de autonomía). Pero también creo que es cierto que tenemos una tendencia inevitable a "marear la perdiz" , a buscar " evasiones" y sobre todo a no querer renunciar a nada. Pero esto creo que da para otro post
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