Sospechábamos que el uso indiscriminado de antibióticos no era bueno, pero ahora una revisión sistemática con metanálisis nos lo confirma . En el BMJ Costelloe et al publican su trabajo de revisión de 24 estudios sobre prescripción de antibióticos y aparición de resistencias en atención primaria. En prescripciones efectuadas para infecciones de tracto respiratorio y urinario, el efecto es lógicamente mayor en el primer mes, pero persiste más allá de un año. Como bien señalan en sus conclusiones el problema no es solamente la creación de resistencias, sino permitir que aparezcan las condiciones necesarias para fomentar el uso de antibióticos de segunda línea. Ahora que se habla tanto de copago, no estaría de más revisar el inmenso margen de mejora que tenemos con tantas prescripciones que hacemos ( a nosostro mismos incluso) ,por ese catarrito al que no le vendría nada mal un antibiótico.
Pogach y Aron publican un comentario en JAMA con el ilustrativo título de " Balancing hypoglucemia and glycemic control. Apublic health approach for insulin safety". Parece que la cuestión del tratamiento de la daibetes ya no solo es un problema de la medicina individual. Los autores insisten en la creciente evidencia ( a través de ensayos randomizados y estudios observacionales) de que la hipoglucemia severa es frecuente, aumenta la morbilidad y el uso de servicios y puede ser una amenaza real para la supervivencia. Así mismo señalan que a menudo el riesgo se ignora en las guías de práctica, los protocolos y los indicadores clínicos. A tener muy en cuenta ante la proliferación de indicadores de " buen control glucémico" con Hb Glicosiladas cada vez más bajas.
Por su parte Lester y pandilla demuestran en el BMJ que si establecemos incentivos financieros para la consecución de determiaados indicadores clínicos, si se retiran los incentivos los indicadores empeoran claramente. Es decir, dime como me pagas y te diré como me comporto. Realizan un análisis longitudinal de 35 prácticas pertenecientes a la "brillante" Kaiser Permanente en el periodo 1997-2007. Evaluan anualmente los niveles de HB Glicosilada < 8, la PA sistólica menor de 140, el cribado de cáncer de cervix y el de retinopatía diabética. Y todos los avances producidos mientras se incentivaba el indicador ,retroceden cuando se deja de pagar.
Por desgracia es muy poco frecuente encontrar en las revistas españolas evaluaciones sobre los isntrumentos de gestión que habitualmente se emplean en los diferentes servicios de salud. Y aún es más excepcional que los resultados contradigan el habitual " botafumeiro" oficial de aparente demostración de la bondad de los instrumentos. Por eso es especialmente valioso el trabajo de Jesús Rey y Ana Clavería en Cad Aten primaria, en el que analizan el documento para el traslado del Acuerdo de gestión de 2010 a los servicios asistenciales en el SERGAS que determinan los objetivos ligados a la productividad variable. Para los autores el documento tiene demasiadas limitaciones como para ser asumido: falta de información que dificulta la medición de los objetivos, indicadores perversos o mal definidos, escaso peso de aspectos clave como la formación, la investigación, la comunicación o la satisfacción de los pacientes.Semejante osadía no podía quedar impune y le ha costado el puesto a Ana Clavería, como comenta Juan Gervas en su Mirador. País.
A propósito de Gervas, su magnífico trabajo de análisis sobre la pandemia de Gripe A, proporciona una visión exhaustiva de lo que fue la gestión de una crisis que ahora critican hasta los mismos que entonces la apoyaban ciegamente.
Se me habia escapado el de los incentivos. Me gusta mucho ese tema, a ver si este verano leo cosas de todo eso.
ResponderEliminarGracias!
Hola Miguel. Tienes otro post de la misma líena del 2 de julio. Buen tema es éste sin duda
ResponderEliminarun abrazo