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viernes, 25 de junio de 2010

Necesidades o deseos

"Una de las pocas ventajas que tiene tener setenta años 
es que ahora tengo suficiente experiencia 
de las teóricas crisis, 
como para comprender que todas, 
salvo una pocas,
son imaginarias"

Julian Tudor Hart
La economía política de la sanidad.2006.

Nada más lejos de mi intención cuestionar la existencia de una crisis que ha estado a punto de meternos en suspensión de pagos (si algunos rumores son ciertos) y de momento nos han bajado los sueldos a (casi) todos.
Pero en tiempos de tormenta, siempre es bueno volver a los clásicos, y don Julian siempre ilumina.
Una de las cosas que llama la atención de la situación actual es lo rápido que pueden suceder cosas que hasta ayer eran impensables: los que negaron la crisis toman medidas radicales ( parece que bajo control remoto), los partidarios de medidas radicales votan en contra de ellas, y al final  tienen que ser los catalanes ( apesar de su fama de insolidarios) los que salven al  país de la debacle.
En cuestión sanitaria, parace que había un buen puñado de emboscados, diligentemente dispuestos a sacar del cajón lo que hasta hace poco era muy incorrecto, políticamente hablando. Y , por arte de prestidigitación, comienzan a aparecer ( sin apenas contestación) facturas sombra, reducciones de salarios generalizadas, incitaciones al copago ( aunque sea en forma de globo sonda)  y llamadas al sector privado para revitalizar el sistema.
Pero no aparece ningún tipo de medidas que den respuesta a  lo que de verdad son los problemas estructurales del sistema sanitario español: ni reforma fiscal ni persecución del fraude ( curiosa en un gobierno aparentemente socialdemócrata como decía Javier Rey ), ni modificación en los opacos sistemas de financiación de los partidos ( como proponen Ortún y Bernal en un excelente artículo sobre sostenibilidad y calidad en el SNS en  Gaceta Sanitaria) , ni medidas para revertir la falta de gobierno y cohesión en el sistema (con el consiguiente riesgo de acabar en diecisiete sistemas sanitarios balcánicos), ni profesionalización de la gestión por ningún lado, ni instrumentos que permitan evaluar y rendir cuentas...Desde diferentes puntos de vista Luis Angel Oteo ( de la Escuela Nacional de Sanidad), Javier Rey  y los citados Ortún y Bernal han publicado interesantes reflexiones sobre la materia.
Como bien dice Ortún " tenemos "un buen sistema con mal pronóstico". Además de los problemas citados sigue sin acometerse una reforma  profesional siempre pendiente, seguimos tolerando niveles de variabilidad en la práctica clínica sonrojantes ( como se encarga de demostrar cada informe de los Atlas de Variabilidad) y continuamos utilizando medicamentos absolutamente ienefectivos. Y lo que es peor, la triada formada por  industria imaginativa,  políticos cegados por sus expectativas electorales y   profesionales irreflexivos está convirtiendo casi cualquier problema de la vida en una enfermedad médica. 
Tal vez esa sea una de las preguntas fundamentales para saber si nuetrso sistema será sostenible en el futuro. Si se orienta a satisfacer necesidades o deseos. Si mantienen su objetivo de  "solamente" aliviar el sufrimiento y prolongar la vida, o aspira a responder al hedonismo de la población. Tudor Hart dice en su libro: " la competencia está degradando a la población a la que sirve , al hacer que pasen a ser consumidores preocupados por lo que les apetece, en lugar de ciudadanos que tendían a asumir su situación de coproductores de su salud" Como bien dice  "la transformación de la vida en un artículo de consumo representa una amenaza para la civilización"
Parece que nadie le escucha

4 comentarios:

  1. Un compañero Médico de Familia me comentaba que habría que añadir, a las tres tradicionales preguntas hipocráticas, una cuarta: ¿Que le pongo hoy?.
    Se refería a la perversidad de un comportamiento nada infrecuente de nuestros pacientes como consumidores en un sistema con mucha "barra libre".
    De esto no tienen la culpa los ciudadanos; todos hemos colaborado, por activa o pasiva en esta perversión. ¿No es acaso la Industria farmacéutica la gran abanderada para evitar la introducción del copago en la farmacia de los pensionistas?.
    Mas que "necesidades o deseos", los médicos de familia nos vemos en la disyuntiva de "necesidades o demandas".

    miguel melguizo jiménez

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  2. Tienes razón Miguel. No son los ciudadanos los principales responsables a los que se quiere ahora hacer pagar el pato a través del copago. Todos somos responsables de la situación: políticos empeñados en vender cualquier promesa electoral sin ningún fundamento, solo para captar más votos, industria trabajando sin descanso en fabricar nuevas dolencias que se ajusten a sus nuevos fármacos, y profesionales que se dejan querer por unos y otros, abundando la farsa de que todo problema tiene remedio médico.
    Muchas gracias.
    Un abrazo

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  3. Gracias, Sergio, por tus sesudas reflexiones y comentarios sobre la situación palpitante del momento con citas a autores de todo el mundo. Edificante y enriquecedor (incluso en la crisis, jajaja).

    Hay un artículo de opinión de Francesc Frances en la sección Lex Artis de la revista 7 dias médicos del pasado 1 de Julio, que comenta ese aspecto de tendero que parte de la población cree que somos y al que se refiere Miguel en su comentario. Como no está disponible en la web, si queréis os lo mando por correo (lo tengo escaneado).

    Abrazos.
    Iñaki.

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  4. Hola Iñaki.

    te agradecería mucho qeu me hicieras llegar el artículo, ya que lo he buscado pero no le he conseguido
    Muchas gracias y un abrazo

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