Como todos los años por estas fechas asisto a varias de las reuniones que tienen a bien convocar los colegios para "transmitir" el enfoque pedagógico para el nuevo curso (prácticamente idéntico al del anterior). De una de las tutorías de mis hijas se hace cargo un maestro al que los recientes ajustes en materia económica han impedido acogerse a sus bien ganados derechos de jubilación..
Pero este año la novedad estriba en que, en vez de contarnos de palabra las recomendaciones y normas (como toda la vida), hay que "transmitirlo" a través de una presentación de Power Point, para cuya tarea el sufrido maestro pide encarecidamente ayuda a alguno de los padres asistentes, dado que ni siquiera recuerda bien el nombre del artilugio (PP). Obviamente se encuentran entre el público auténticos expertos en la materia.
Pero este año la novedad estriba en que, en vez de contarnos de palabra las recomendaciones y normas (como toda la vida), hay que "transmitirlo" a través de una presentación de Power Point, para cuya tarea el sufrido maestro pide encarecidamente ayuda a alguno de los padres asistentes, dado que ni siquiera recuerda bien el nombre del artilugio (PP). Obviamente se encuentran entre el público auténticos expertos en la materia.
Hay firmes sospechas de que Power Point esté actuando como un "troyano" en nuestros sistemas operativos sociales: ni las reuniones de las comunidades de vecinos ni los aniversarios de bodas de los abuelos se libran hoy en día de sufrir una presentación de PP ( a veces incluso con música de Lady Gaga) . Pero a los problemas técnicos que a menudo generan las presentaciones con ordenador ( el cañón no se enciende, alguien le ha dado al "mute", no se reconoce el pendrive,...) se une ,cada vez más, el perder de vista el "fin" ( el mensaje, sea el que sea) por la importancia del medio ( mostrar lo bonita que ha quedado mi presentación).
Ni los maestros prejubilatorios tienen por qué aprender la técnica ( ¿Hay alguien que les está obligando a utilizarlos por parecer moderno?) ni creo que sea una buena enseñanza para los chavales supeditar sus habilidades de comunicación a este endomoniado programa al que todos nos hemos vuelto tan sumamente dependientes. Antes lo importante era conseguir que un chaval de siete años recitara una poesía, o contara un cuento, con la única ayuda de su cara y sus manos. Pero parece que este tipo de habilidades no entran en los marcos " competenciales" de nuestro "excelente" sistema educativo.
Lo importante en una presentación es el que habla, y lo que tiene que contar. El problema es que no tenemos claro esto último, para lo cual la muletilla del PP nos resulta indispensable.
¿Imagina alguien a Darth Vader arengando a sus malvadas tropas con un Power Point? Garr Reynolds , uno de los más brillantes expertos en materia de presentaciones públicas, lo hizo en su blog hace unos años y lo reiteraba de nuevo hace un mes.
Reynolds es partidario de dar tu presentación completamente desnudo. Hay que reconocer que hay que tener mucha confianza en tus poderes para poder hacerlo. Sin llegar ese extremo,algunas de sus sugerencias pueden ser útiles:
1.- Céntrate en este momento y no pienses en como saldrá tu charla
2.- No intentes impresionar.
3.- No te escondas en la oscuridad.
4.- No te ates a tu software.
5.- No te atrincheres detrás de la mesa: deambula .
6.- Sé un poco descarado.
7.- Habla como un ser humano y no como un autómata corporativo.
8.- Piensa en la audiencia como formada por personas activas, con opiniones, y no oyentes pasivos
9.- Intenta ser creíble.
10.- Hazlo sencillo .
( El que tenga tiempo y ganas puede pasar un buen rato con la presentación de Reynolds de hace un par de años en Google )
Power Point morirá...pero el imperio no descansa. Su siguiente reencarnación se llama Prezi, que causa excitación entre los amantes de las chuletas tecnológicas: Sugerencia de Indicador para los calidólogos: Nº de presentaciones con Prezi/Nª presentaciones en el próximo congreso de su especialidad ( El que avisa no es traidor)
(Fotografía tomada del blog de Garr Reynolds , en su post de 31 de enero de 2006)
Estupendo post, Sergio. Del PP añado un efecto colateral más: el cantamañaneo, que consiste en que el orador de turno lee en la pantalla una presentación que él ha preparado (o ni siquiera eso) y que no se sabe. En fin, cosas de la técnica.
ResponderEliminarUn saludo.
CARLOS
Muy interesante Sergio. Yo siempre digo que habría que cambiar radicalmente la iluminación de las salas de conferencias, donde el público está a oscuras y todo se centra en la pantalla (sólo cuenta la presentación como dices), por lo que se impide toda posible relación entre conferenciante-ponente-"powerpointero"´y público tan necesaria y básica. lOS OJOS SOLO SE INTUYEN EN LA OSCURIDAD. Y con ello se fomenta el monólogo y como sabes, SI QUIERES QUE TE ODIEN MONOLOGA, aunque SI QUIERES CONVENCERLES DIALOGA, pero con la luz encendida, con los ojos a la vita y si es posible no atados al powerpoint. Joan
ResponderEliminarMuchas gracias a los dos.
ResponderEliminarLo que comenta Carlos es cada vez más habitual por desgracia. En la situación que comentaba en el post, era triste ver a una maestra que se hubiera sentido mucho más cómoda leyendo simplemente sus notas ( como ha hecho toda la vida),sentada a medio metro de la pantalla leyendo unas notas que no ha escrito.
Lo que dice Joan también es fundamental.El orador ha perdido la batalla. El que importa ahora es Mr PP. Se apagan las luces y aparece él. Por lo tanto el que sobra es el que habla.
Malos tiempos para la dialéctica
Abrazos
Yo no soy tan pesimista. Creo que hay mucho abuso de la forma (Power Point, Prezi, cualquier fuego artificial o tecnología que venga bien) porque falla muchas veces el fondo (hay mucho vendedor de humo suelto). Pero creo que está habiendo poco a poco una reacción en contra y cada vez se valora más (e incluso se pide) que el orador hable sin más envoltorios que su voz y su mensaje.
ResponderEliminarPor otra parte, hilarante lo de Darth Vader, un gran caso de éxit de un ejemplo que argumenta por sí solo xD
Muchas gracias Alain.
ResponderEliminarTienes razón. No es bueno dar un pendulazo e irnos al otro extremo. Por supuesto Prezi o PP pueden ser enormemente útiles. Y por supuesto, yo los sigo utilizando a diario. Pero lo que me preocupa es la tendencia a pensar que si no funciona el cañón, he perdido la presentación o no se ve la pantalla estoy perdido. Y sobre todo que se enseñe a los niños que la mejor forma de expresión es siempre a través de la tecnología
Un abrazo