En el número de Lancet de esta semana el grupo de Mattias Oberg y colaboradores publica una revisión de la carga de enfermedad que suponía en 2004 la inhalación pasiva de tabaco ( fumadores pasivos o second hand smokers) en 192 países del mundo.
Miden la carga de enfermedad a través de la mortalidad y DALYs( Disability- Adjusted Life yYears) tanto en niños como en adultos no fumadores.
La exposición en los países estudiados es del 40% en niños, 33 % en hombres adultos y 35 % en mujeres adultas. Estiman que la exposición al tabaco podría haber causado 603.000 muertes , repartidas entre 379.000 por cardiopatía isquémica , 165.000 por infecciones de vías respiratorias bajas, 36.900 por asma o 21.400 de cáncer de pulmón. Ello representa, según los autores , el 1% de la mortalidad mundial.
Las pérdidas en DALYS significaron en 2004 10.9 millones, lo que representa el 0.7% de la carga mundial de enfermedad en DALYS de 2004.
Al margen de las limitaciones metodológicas del estudio, trabajos como éste permiten aumentar el conocimiento sobre lo que realmente puede significar el problema.. Oberg et al interpretan que esta carga de enfermedad atribuible a la inhalación pasiva de tabaco sugiere las importantes ganancias en salud que podrían representar aquellas intervenciones destinadas a disminuir dicha inhalación pasiva.
La iniciativa Mi Vida sin tí, nueva experiencia colaborativa de blogs españoles, supone una forma rigurosa de acceder a información fiable sobre el asunto.
Si es que a pesar de las deficiencias metodológicas las conclusiones del estudio son ciertas, creo que el asunto se soluciona con reservar sitios para fumadores.
ResponderEliminar¿Porque no se ha solucionado así?
¿Porque me tratan como la hez de la sociedad por algo que hago con la conformidad del estado que me lo vende con pingües beneficios?
El alcohol produce mas muertes prematuras y mucha mas disfunción social. Los americanos ya probaron la ley seca con los resultados que todos conocemos.
Cercenar la libertad del ser humano nunca ha dado buenos resultados, y morir vamos a morir todos, fumemos o no lo hagamos.
Como médico indico a mis pacientes lo que considero mas recomendable para su salud( según los conocimientos actuales), pero no soy el juez de nadie.
En primer lugar porque todos somos seres humanos con nuestras debilidades, y en segundo lugar porque aunque cumplan mis instrucciones al pie de la letra no les puedo garantizar nada.
No me gustan las dictaduras, ni las de las salud ,ni las "demócratas"
Muchas gracias Carmen.
ResponderEliminarNunca he fumado. Tal vez por ello nunca he sido tampoco fundamentalista de este asunto. En mi despacho se fumó hasta que las normativas de mi escuela lo prohibieron. Mi compañero de despacho fumaba, y compartí con él muchas buenas pipas ( yo pasivamente). Asumí con gusto el riesgo porque su compañía era extraordinaria y su conversación única.
Es cierto que la inhalación pasiva de humo de tabaco supone un riesgo ( se ve en el estudio). Pero no es el único riesgo. Y por desgracia las amenzas a la salud no acabarán por esta medida ( ojalá las cosas fueran tan fáciles).
Coincido totalmente contigo en que algunos mensajes que el entusiasmo normativo ha generado ( la simple mención de prohibir el tabaco, o el ejercicio del Chivatismo de los locales en los que se sigue fumando) me ponen los pelos de punta.
Un saludo y mucha resignación
el tema de la prohibición del tabaco es algo "muy difícil de fumárselo", y perdón por el chiste fácil.
ResponderEliminarentran en colisión los derechos individuales con los colectivos, las ideologías y las relaciones entre sociedad y estado, y la diferencia entre la política y los políticos. además, si se revisa desde el punto de vista histórico, ha sido un hábito incentivado socialmente (incluso con la inclusión de aditivos ocultos con ese fin) y que se consideró como una buena fuente de ingresos para la industria privada y las arcas del estado, hasta que las cuentas empezaron a mostrar que costaba más a la larga lo que se perdía en enfermedad y muerte que lo que se recaudaba.
es verdad que las actitudes que están implementando nos asustan por ser coercitivas y que ofenden a nuestra libertad como individuos, algo que ha sido muy duro de conseguir en miles de años de civilización y que no debemos de exponer ni un ápice.
no es menos cierto que nos ofende que nos hablen de tolerancia cero hacia los fumadores los políticos que tienen tolerancia máxima contra la corrupción, y de ver abanderar la lucha por la salud a los representantes de un ministerio que dispendió los recursos frente a la crisis de la gripe A y que ahora venden como un éxito una gestión defectuosa, y de que la cabeza de el ministerio (que con perdón carece de autoridad científica o técnica y que se retrata ufana con su pulserita power-balance) nos venda como colaboración y participación social una llamada al uso de delaciones incentivadas (con el riesgo evidente de que alguien con un móvil pueda llevar a la ruina a un establecimiento con fotos iterativas que pueden no ser ciertas, estar arregladas, simuladas) o que un cliente con interés en dañar a un local (o un vecino hastiado del ruido de un bar de copas) pueden usar la prohibición del tabaco como estrategia contra el establecimiento, incluso mediante montajes, ayudados por la maquinaria del estado en un uso represivo.
también es cierto que la exposición al humo del cigarrillo a los que no son usuarios del mismo colisiona con su salud y sus intereses (y las comparaciones de los humos de los escapes o de la industria, uso de carburantes y productos para un fin necesario no sirven contra el uso de una sustancia adictiva de forma personal que afecta a otros sin otro beneficio para el individuo que la consume y la sociedad que el satisfacer una pulsión).
los que hemos fumado sabemos lo difícil que es poder hacerlo sin colisionar los derechos e intereses de los que no lo hacen, pero la mejor herramienta es la autorregulación, siempre más adecuada que la represión.
con el tiempo las cosas llegarán a cauces más normales, sensatos, lógicos y racionales (a pesar de nuestros políticos, que no suelen ser ni racionales, ni sensatos ni lógicos). en los niños ya está cambiando (a mi me llama mucho la atención ver a lucky lucke, el cowboy de morris, al que se le ha sustituido el sempiterno cigarrillo que siempre estaba liando y mantenía entre los labios, por una ramita, o que mis niñas, al ver una película, delimiten los roles de un vistazo diciendo: ese es el malo y se muere al final de la peli ¿no ves que fuma?, cuando durante muchos años el icono de la sensulaidad era lauren bacall o la dietrich con los ojos entrecerrados por el humo de su cigarrillo, o bogart dando una profunda calada antes del primer plano en el que se desarrollaba la carga dramática de la escena).
mi comprensión para los que fuman, son malos tiempos para esos humos, pero no creo que la forma de quitarlo sea con otros malos humos, modos y humores.
Las contradicciones del ser humano son muchas.
ResponderEliminarLas presiones y las imposiciones no las tolero.
Los muchos años que estuve casada fueron de constante presión por parte de mi marido con respecto al tabaco, y cuando me separe comenzaron las presiones gubernamentales.
Si alguna vez dejan de presionarme a lo mejor me planteo dejar de fumar .
Un saludo y gracias por contestarme
Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo fidel, en especial respecto a los peligros que puede suponer el fomento e incentivación de la delación, más propios de otro tipo de regimenes políticos.
Máxime cuando proceden de una institución cuya gestión de la epidemia de gripo fue muy deficiente , como bien comentas, y que asombrosamente sigue haciendo ostentación de la misma.
Albert Jovell ha insistido en la necesidad de disponer al frente del Ministerio de profesionales cualificados para el ejercicio (http://www.noticiasmedicas.es/medicina/noticias/5134/1/Me-sorprende-que-Leire-Pajin-haya-llegado-a-ser-ministra-/Page1.html). De esa forma se evitarían situaciones tan absurdas como que la misnistra de sanidad lleve pulseras mágica.
Saludos muy cordiales