Lucy Reynolds y Martin McKee de la London School of Hygiene and Tropical Medicine publicaban muy recientemente un artículo sumamente ilustrativo sobre el proceso de reformas realizadas en el Reino Unido en las tres últimas décadas. Lleva por título Opening the Oyster: the 2010-2011 NHS reforms in England ( abriendo la ostra: las reformas de 2010 y 2011 en Inglaterra). La ostra no es otra que el propio sistema nacional de salud británico, a punto de abrirse a la gula de las grandes compañías sanitarias privadas. En dicho trabajo Reynolds y McKee, abundan en su argumentación sobre el proceso de progresiva privatización del NHS, que ya habían descrito en otros trabajos previos igual de interesantes.
Sus investigaciones ayudan a entender las múltiples reformas que ha sufrido el NHS ( auténtico laboratorio de innovaciones organizativas), pero también permiten aventurar lo que podría pasar en nuestro sistema , berberecho en el reino de los moluscos de los sistemas sanitarios.
Reynolds y McKee se remontan a los trabajos del famoso economista de Stanford Alain Enthoven en 1985 para explicar el lento, pero seguro, proceso de privatización inglés. En aquel entonces Enthoven trabajaba para la “prestigiosa” Kaiser Permanente, y fue consultado respecto a las posibilidades de introducir en Reino Unido modelos de medicina gestionada ( managed care) que pudiera permitir la expansión de aseguradoras americanas en un momento en que el mercado sanitario americano comenzaba a saturarse. Enthoven no era partidario de convertir los hospitales públicos ingleses en hospitales privados, puesto que creía que se podía generar un mercado interno, simplemente con hospitales públicos.
Sin embargo, los más influyentes centros de pensamiento conservador (Centre for Policy Studies por ejemplo ) pensaban otra cosa. Entre los 7 pasos que proponía Iliffe para desmantelar el NHS se incluía, ya entonces, crear un modelo nacional de aseguramiento en colaboración con las aseguradoras privadas (comienzan las semejanzas).
Uno de los más influyentes ideólogos del proceso era y es Oliver Letwin, parlamentario británico y actual Minister of State del gobierno Cameron. En 1.988 escribió un interesante libro cuyo título no deja lugar a dudas: Privatising the world. An study of International privatisation in theory and practice. Como señalaba Reynolds en otro de sus trabajos, el libro incluía una guía de 10 páginas para “privatizar los bienes públicos contra los deseos del electorado”, entre cuyas recomendaciones incluía utilizar tácticas de desinformación; por ejemplo, justificar la necesidad de las reformas para mejorar los deficientes resultados del NHS así como sus excesivos costes. Argumentos que no solamente se han utilizado en este prestigioso bivalvo (el NHS) sino también en otros más modestos (el SNS español en estos últimos meses).
El objetivo final del planteamiento conservador no era otro que el de sustituir un sistema nacional de salud universal financiado por impuestos por un sistema de aseguramiento nacional (otra curiosa coincidencia con nuestra reciente reforma).
El proceso de erosión del NHS ha llevado más de 20 años, ensayándose múltiples formas para conseguir la privatización del sistema sanitario británico: primero fueron los médicos generales gestores de presupuesto, después los “Total Purchasing Pilots”, más tarde las fórmulas de partenariado público privado (PPP y PFIs) , tan del agrado de nuestros conservadores, y finalmente las fundaciones hospitalarias (Hospital Trusts), y la creación de un regulador económico (Monitor) para facilitar la creación de un mercado competitivo en el Reino Unido. Medidas éstas últimas realizadas bajo los gobiernos laboristas de Tony Blair, cómplices también de este enrevesado proceso. A pesar de todas estas iniciativas los avances en la privatización fueron muy limitados., por lo que la alternativa elegida cuando Cameron llegó al poder fue mucho más radical: simplemente ir aboliendo la provisión pública de los servicios sanitarios ( En Liberating the NHS y en el blog de Martin McKee) puede encontrarse el posible escenario evolutivo del proceso tras la aprobación de la norma que facilitará elproceso (The Health &Social Care Bill).
En su ilustrativo libro, Letwin afirmaba: “hay tres importantes y poderosos instrumentos para privatizar servicios, cada uno de ellos parcialmente útil para la privatización de aspecto particular del sistema: externalizar servicios públicos, des-regularizar monopolios y negociar la venta de compañías en mala situación”.
Puede pensarse que los grandes mariscadores del mercado sanitario van solo a por las piezas más cotizadas como la ostra. Pero yo veo que al berberecho de nuestro sistema sanitario le están metiendo ya el cuchillo.
Sus investigaciones ayudan a entender las múltiples reformas que ha sufrido el NHS ( auténtico laboratorio de innovaciones organizativas), pero también permiten aventurar lo que podría pasar en nuestro sistema , berberecho en el reino de los moluscos de los sistemas sanitarios.
Reynolds y McKee se remontan a los trabajos del famoso economista de Stanford Alain Enthoven en 1985 para explicar el lento, pero seguro, proceso de privatización inglés. En aquel entonces Enthoven trabajaba para la “prestigiosa” Kaiser Permanente, y fue consultado respecto a las posibilidades de introducir en Reino Unido modelos de medicina gestionada ( managed care) que pudiera permitir la expansión de aseguradoras americanas en un momento en que el mercado sanitario americano comenzaba a saturarse. Enthoven no era partidario de convertir los hospitales públicos ingleses en hospitales privados, puesto que creía que se podía generar un mercado interno, simplemente con hospitales públicos.
Sin embargo, los más influyentes centros de pensamiento conservador (Centre for Policy Studies por ejemplo ) pensaban otra cosa. Entre los 7 pasos que proponía Iliffe para desmantelar el NHS se incluía, ya entonces, crear un modelo nacional de aseguramiento en colaboración con las aseguradoras privadas (comienzan las semejanzas).
Uno de los más influyentes ideólogos del proceso era y es Oliver Letwin, parlamentario británico y actual Minister of State del gobierno Cameron. En 1.988 escribió un interesante libro cuyo título no deja lugar a dudas: Privatising the world. An study of International privatisation in theory and practice. Como señalaba Reynolds en otro de sus trabajos, el libro incluía una guía de 10 páginas para “privatizar los bienes públicos contra los deseos del electorado”, entre cuyas recomendaciones incluía utilizar tácticas de desinformación; por ejemplo, justificar la necesidad de las reformas para mejorar los deficientes resultados del NHS así como sus excesivos costes. Argumentos que no solamente se han utilizado en este prestigioso bivalvo (el NHS) sino también en otros más modestos (el SNS español en estos últimos meses).
El objetivo final del planteamiento conservador no era otro que el de sustituir un sistema nacional de salud universal financiado por impuestos por un sistema de aseguramiento nacional (otra curiosa coincidencia con nuestra reciente reforma).
El proceso de erosión del NHS ha llevado más de 20 años, ensayándose múltiples formas para conseguir la privatización del sistema sanitario británico: primero fueron los médicos generales gestores de presupuesto, después los “Total Purchasing Pilots”, más tarde las fórmulas de partenariado público privado (PPP y PFIs) , tan del agrado de nuestros conservadores, y finalmente las fundaciones hospitalarias (Hospital Trusts), y la creación de un regulador económico (Monitor) para facilitar la creación de un mercado competitivo en el Reino Unido. Medidas éstas últimas realizadas bajo los gobiernos laboristas de Tony Blair, cómplices también de este enrevesado proceso. A pesar de todas estas iniciativas los avances en la privatización fueron muy limitados., por lo que la alternativa elegida cuando Cameron llegó al poder fue mucho más radical: simplemente ir aboliendo la provisión pública de los servicios sanitarios ( En Liberating the NHS y en el blog de Martin McKee) puede encontrarse el posible escenario evolutivo del proceso tras la aprobación de la norma que facilitará elproceso (The Health &Social Care Bill).
En su ilustrativo libro, Letwin afirmaba: “hay tres importantes y poderosos instrumentos para privatizar servicios, cada uno de ellos parcialmente útil para la privatización de aspecto particular del sistema: externalizar servicios públicos, des-regularizar monopolios y negociar la venta de compañías en mala situación”.
Puede pensarse que los grandes mariscadores del mercado sanitario van solo a por las piezas más cotizadas como la ostra. Pero yo veo que al berberecho de nuestro sistema sanitario le están metiendo ya el cuchillo.
(Viñeta: el Roto , hoy en el País)
Hay que reconocer que son malos tiempos para la lírica. Quiero decir, para la sanidad pública.
ResponderEliminarYo que de estas cosas se muy poco de una forma "científica", por no haber leído todas estas cosas que nos transmites, si tengo mucha curiosidad y leo resúmenes, síntesis, ojeo informes Bamberg, Soria, Fedesa, Price & Waterhouse y en todos se llega a la misma conclusión.
Esto no es sostenible, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, hay que tomar medidas, etc.
Y en otras partes he leído la maravilla del Chroic Care Model, y el Kaiser Permanent (que me suena a primera guerra mundial),el nuevo paradigma que va a solucionar no solo la primaría sino incluso la especialida : la Atención al Enfermo Crónico, AEC.
La Atención Primaria de Salud ha muerto, viva la AEC.
Y cuando leo que esto lo publicita no solo el señor Bengoa (quien te ha visto y quien te ve), sino que todas las consejerías, sea del partido que sea piensan lo mismo, pues cada vez tengo más claro que es el Caballo de Troya que va a dinamitar la APS (aunque la verdad tampoco hay que hacer mucho para que se caiga del todo), y desde luego están detrás los buitres carroñeros que quieren hacerse con los restos, porque ellos ganarán, aunque todos perdamos.
Y lo que duele es que incluso dentro de las sociedades y lo que es peor de la Atención Primaria hayan picado esta carnaza. Entiendo que no porque crean realmente que es bueno, sino que es la forma de seguir sobreviviendo ellos.
Y ya la atención primaria me da lo mismo.
Me conformo con acabar mi vida laboral al menos como estoy, intentando hacer las cosas lo mejor posible para mis pacientes.
Pero entenderás que este hasta los mismísimos.. de este acoso y derribo diario que vemos de la Sanidad Pública.
Lo último el Real Decreto de farmacia (para meter en la cárcel a los autores por destruir derechos sociales básicos conquistados a lo largo del último siglo), el inicio de privatización de la sanidad valenciana para ahorrarse 230 millones de euros (miles de millones en aeropuertos, ciudades de la luz y de la ciencias y en circuitos de F1, y puertos deportivos)
Y que los que vivimos de ello miremos a otra parte y pensemos, excepto excepciones como tú y otros que esto no va con ellos.
Se hacen con el negocio de la salud de los ciudadanos, a través de PIF, o como se llamen, EBAS, autogestiónes, pero sí, con control ¿público?. etc etc.
Y a mi me da ya lo mismo. A mi los que me quitan el sueño y me preocupan son mis hijos, los hijos de mis pacientes que son como mis hijos, mis enfermos crónicos que pasan de pagar 50€ a 125€ sin subida de sueldos, o estando en el paro..
¿Es posible seguir así?
No lo se. creo que no.
Pero desde luego que nadie se extrañe de que la respuesta sea como es previsible que será antes o después.
Supongo que habrás visto el artículo de Millás hoy
http://elpais.com/elpais/2012/04/26/opinion/1335442116_849344.html
Esto no se puede aguantar más. Ni en la sanidad pública ni en nada.
El domingo estaré en la calle con mi familia.
Se que no servirá para nada.
Pero insisto, que nadie se asuste de lo que vendrá después.
Yo no lo deseo. Pero desde luego, si se produce, yo no seré quien critique.
Ellos se lo han buscado.
Muchas gracias y un abrazo.
Con la rabia me he olvidado de lo último.
ResponderEliminarHacer lo que se va a hacer a los inmigrantes es miserable.
Los inmigrantes no son el turismo sanitario que vienen de Inglaterra o Alemania para ser atendidos por el SNS, porque el nuestro era mejor que el suyo.
Excepto en la gestión del cobro a terceros. Allí ni te atenderían.
Pues que lo solucionen. Que pasen la factura a sus países.
Esta mañana he visitado a una pareja de ancianos. Estaba una sudamericana haciéndoles la plancha.
Pues parece que ella es la culpable de la situación en la que estamos.
Se les ha llenado la boca diciendo que había aumentado el número de afiliados a la Seguridad Social gracias a los inmigrantes y ahora les queremos lanzar al mar con el silencio nuestro, mirando a otro lado, eso no depende de mí.
Asco. me da.
He llegado a leer en Twitter quién plantea ante un inmigrante´sin papeles llamar a la policía, para que le ponga en la frontera.
Asco, insisto.
Muchas gracias Fernando por tus comentarios. Sí, son malos tiempos para la lírica como cantaban Golpes Bajos. Para los sistemas sanitarios públicos universales, cada vez más asediados por errores propios pero sobre todo por intereses ajenos. Porque la salud es un negocio muy lucrativo y hay muchas empresas interesadas en aprovechar tal oportunidad.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo también en las dudas respecto a la "gran esperanza" que suponen los modelos de Crónicos, especialmente lo reñativo a la ya famosa pirámide de Kaiser Permanente y el Chronic Care Model. También iniciativa antigua ( de mitad de los 90), sin evidencia científica sólida que justifique su implantación en un sistema como el nuestro, y de origen y diseño una vez más en corporaciones privadas americanas. No hay que olvidar que estas iniciativas surgen en un sistema sanitario con una AP débil, para hacer frente a determinados problemas que en países con sistemas nacionales de salud estaban ya solucionados.
Sorprendente que se apoye desde AP cuando la añorada Barbara Starfield insitía en que lo que se necesita son sistemas basados en una AP fuerte y no en modelos de atención a crónicos.
Un saludo cordial y muchas gracias
Sanidad, oportunidad, negocio, empresas, modelos crónicos, negocio encubierto de interés, ejemplo falso para donde ya existe SNS. Etiquetas.
EliminarSi Bárbara Starfield levantara la cabeza y viera que en un país con buena sanidad, esta está siendo destruida y se pone de ejemplo lo que no es más que negocio para unos pocos y con el silencio de los que dicen alabarla, no se que diría.
Y vamos a ver dentro de poco la Ley de Cuidados inversos elevada a la enésima potencia. Recibirán mejor asistencia los ricos, y los desfavorecidos, pobres, inmigrantes y la mayoría tendrá una sanidad de beneficencia.
¡¡ Porque eso sí, no nos atenderán pero harán que hacen algo para que si uno se muere sea por culpa de los mercados y la prima de riesgo . Y se pondrán la mantilla e iran a ver la procesión del Corpus Christi!!
Gracias de nuevo y por sintetizar la tormenta de ideas que bullen por mi cabeza.
Un saludo de nuevo.