El post que ayer escribió Vicky López en Médico Crítico ( De la propiedad de los cuerpos) debería ser de obligada lectura en los colegios e institutos españoles, en los que la educación sobre sexualidad sigue siendo un incómodo contenido a tratar superficialmente; también debería ser difundido en el Congreso , el Senado y tantas otras instituciones en las que proliferan ese tipo de políticos miserables que suelen hacer bromas y chascarrillos cuando se habla distendidamente en el bar sobre la (siempre presunta) última violación aparecida en los medios. El último botarate en exponer sin rubor sus repugnantes ideas sobre el tema es nada menos que el alcalde de Valladolid, jaleado siempre con entusiasmo por otros especímenes de su partido ( mujeres incluídas). Con total impunidad expresa sus reparos a meterse en el ascensor con una mujer, puesto que “a veces el fenómeno puede ser al revés. Imagina que hay una chica con ganas de buscarte las vueltas, se arranca el sujetador o la falda y sale gritando que le han intentado agredir”. Algo que solo ocurre en las fantasías calenturientas de gente como él.
La violación es un delito que sigue siendo ignorado en España. De sufrirse, en muchas ocasiones no llega nunca a ser denunciado por miedo, vergüenza o coacción (hasta en un 50% según algunos estudios). Las que llegan a ser conocidas ( incluidas en el inefable epígrafe de “agresiones sexuales con penetración”) alcanzaron el número de 1298 en 2013, una cada ocho horas. El gobierno de España se muestra orgulloso del descenso generalizado de la criminalidad en 2013, pero no parece preocuparse demasiado ante el repunte evidente de los delitos contra las mujeres, ya sean contra su libertad sexual o derivados de la violencia ejercida en “el ámbito doméstico” ( que diría el tándem Botella-Mato). Sus recomendaciones , difundidas por el Ministerio del Interior ,abogan por evitar “la exposición” es decir no andar por ahí de noche, no esperar el autobús sola, no pasear por calles solitarias, no subir en ascensor con nadie ( sobre todo con el alcalde de Valladolid, que ya se sabe que piensa de la situación) …En definitiva, no salir de casa, que así están más guapas.
El Gobierno de España llega a proponer la delirante recomendación de que las mujeres se compren un silbato para ahuyentar a tipos licenciosos. Arma probada de enorme efectividad en circunstancias semejantes en estudios de casos y controles.
La violación sigue saliendo barata: el agresor sabe que resulta emocionalmente muy costosa la denuncia para la mujer; que a menudo es difícil encontrar pruebas evidentes; que siempre existirán atenuantes ( una falda muy corta, un ambiente de fiesta, ciertos comportamientos que permiten sospechar un cierto consentimiento…) . Y si al final se confirma, las condenas son cortas , con frecuencia atenuadas por el buen comportamiento del agresor que , al fin y al cabo, “sólo se le fue un poco la mano”,a lgo que entiende cualquiera que de verdad es "un hombre".
Las raíces del problema son perfectamente descritas por Vicky López en su escrito. Se extienden por una sociedad que tradicionalmente encuentra disculpable los tocamientos “inocentes” cuando las niñas son pequeñas, los “piropos” insultantes que pasan por ser graciosos, por no hablar por la extendida idea de que ir vestida de determinada manera ( shorts, minifaldas, tops, tangas…) es en definitiva una provocación: como decía el repugnante Segura en Airbag “ la culpa es de los padres que las visten como putas”. Cuando cualquier mujerdebería tener derecho a vestirse como le parezca sin ser tildada de “guarra” como llegó a decir el oficial de policía canadiense Sanguinetti, lo que generó la creación del movimento Slutwalk ( marcha de las zorras).
Un día creímos que este país iba a cambiar también en esto. Pero la realidad es tozuda, y demuestra que no hemos cambiado apenas nada desde hace 50 años. El machismo sociológico vuelve por donde solía, jaleado y alentado por todo tipo de alcaldes, políticos y mamarrachos diversos. Y minusvalorado o tolerado por ciertos sectores de la policía y la judicatura, que siempre encuentran el argumento apropiado para minusvalorar el daño. Opiniones y decisiones que, en definitiva, no son más que magníficos inductores para la violación.
Cuando una mujer dice que no, sea cuando sea, es no.
ASCENSORES: RIESGO MÁXIMO
ResponderEliminarEl riesgo no está en los terremotos, en los ladrones, ni siquiera en ese virus ébola o como le llamen, que ya no me preocupa porque es un virus como otro según nos acaba de aclarar la Excma. Conselleira de Sanidade (supongo que tras los expertos auspicios de los druidas celtas).
El riesgo está... en los ascensores. ¿Quién no ha sido víctima de una despendolada que se despoja de su falda y acusa de acoso a quien con ella va? ¿Quién no teme a tanta Lilith que en el mundo hay?
De Valladolid vino la luz. Un hombre preclaro nos anuncia los riesgos en que incurrimos si sucumbimos a la compañía de una señorita en lo que se convierte así en un arriesgado ascenso a nuestra vivienda.
Así pues, subamos a pie, corriendo incluso, siguiendo las recomendaciones del Dómine Cabra: "vayan en buena hora y hagan ejercicio, no les siente mal lo que han comido".
Lo que hay que ver, oír, leer, en esta España cañí supera lo insuperable. ¿Es posible una estupidez mayor que la recientemente difundida? Supongo que sí porque la realidad feudal de este país supera cualquier imaginación fantasiosa.
Llegamos al extremo de la estupidez delictiva cuando se atribuye la culpa a la víctima: si uno se muere será por no haberse cuidado o por sus conductas de riesgo y si a una mujer la violan será también por su culpa, por no seguir las sabias y catequéticas recomendaciones del Ministerio del Interior.
Es repugnante y vomitivo que una salvajada como la violación se considere como algo atribuible a una conducta de quien la sufre y no de quien pasa al acto criminal.
Tienes razón Javier. Yo no doy crédito a las idioteces que se pueden decir en este país. Cuando un político dice algo asi siempre pienso en primer lugar en como se puede pensar eso realmente; que nivel de retorcimiento mental, degradación moral, y fantasías sexuales desbocadas pueden justificar tal idea. Pero aun es más asombroso que lo diga alguien con responsabilidades políticas, no un hombre sin edicación en la barra de un bar. ¿No sabia que sería reproducido por los medios de comunicación de medio mundo? ¿le trae sin cuidado?
EliminarLo pero es comprobar que a su partido, como los comentarios de Cañete, eso le parece bien, ni tan siquiera disculpable porque debe ser mayoritariamente compartido. Incluso por las que son mujeres en ese partido, que callan y asienten ante la salvajada
Hola Sergio. El problema es que el machismo probablemente no es tan sociológico como Vicky López o tú dais a entender, sino que tiene un componente importante basado en la naturaleza humana. En La tabla rasa Steven Pinker dedica un capítulo a hablar de las diferencias de género entre hombres y mujeres y comenta de manera detallada el grave problema de las violaciones. Sostiene básicamente que las violaciones tienen menos que ver con una cultura machista que con una naturaleza humana que hace a los hombres mucho más propensos a la violencia sexual que a las mujeres. Si no consideramos esta posible explicación y fuera cierta estaríamos equivocando nuestras políticas de disuasión a violadores. Y en el fondo las recomendaciones del Ministerio no serían tan absurdas. Cita a Wendy McElroy, conocida feminista y anarquista canadiense, que señala en su libro Sexual Correctness: The Gender-Feminist Attack on Women:
ResponderEliminar"No podemos pasear por la noche por el campus sin luz ni por un callejón oscuro sin meternos en un peligro real. Son cosas que todas las mujeres deberían poder hacer, pero esos “deberían” pertenecen a un mundo utópico. Pertenecen a un mundo en el que uno pierde la cartera en medio de la multitud y se la devuelven, con todas las tarjetas y todo el dinero. Un mundo en el que se puede aparcar el Porsche y dejarlo abierto en cualquier zona deprimida urbana. Y se puede dejar que los niños jueguen en el parque sin vigilarlos. No es ésta la realidad en que vivimos y que nos limita". Precisamente porque la violación tiene un componente "natural" habría que mejorar e incrementar las campañas educativas para paliarla; pero precisamente por eso también no existirá nunca una solución definitiva para el problema. Ni en España ni en ningún otro país del mundo.
Estimado Guillermo, no me entusiasma Steven Pinker a quien considero un reduccionista extremo, y no puedo compartir una explicación del comportamiento humano desde un determinismo biológico, entendiendo yo más bien que lo que suele determinarnos es lo cultural, iniciado ya en el ámbito familiar. Por eso, considero inadecuada cualquier “explicación” biologicista de lo que es un paso al acto criminal. Alegarla en el orden preventivo supone, en la práctica, defender desde un pretendido argumento biológico algo cultural: un puritanismo rancio y machista.
EliminarDe hecho, es en el ámbito cultural que se producen las manifestaciones del alcalde de Valladolid, quien no apunta a ninguna hipótesis bioquímica sino que se limita a enunciar una estupidez. Sólo por eso, ese hombre debería dimitir, aunque sabemos que eso parece una imposibilidad metafísica en nuestro país.
En cuanto a las campañas educativas, creo que deben ser muy claras al respecto: un criminal es quien comete un crimen; no cabe hablar de provocaciones o de inducciones al mismo por la potencial víctima.
Muchas gracias a los dos. Es muy interesante el debate. ¿Estamos condicionados bilógicamente hasta el punto de considerar que la violación tiene un componente natural? ¿Es inevitable el problema porque el hombre es más propenso a la violencia sexual que la mujer? Obien, como dice Javier que lo que nos determina es lo cultural?
EliminarMe encanta el análisis sociológico de Vicky porque refleja con claridad y precisión lo que llevan contándome un buen número de mis amigas desde que era adolescente. Esa resignación ( cultural) a aceptar como inevitable que a una le toquen el culo los amigos de su padre cuando tiene 9 años, como muestra de orgullo del "macho" ante la calidad de sus "crias".
Lei la tabla rasa y hay cosas que me gustan y otras con las que estoy en completo desacuerdo. Posiblemente el impuslo natural es a embestir con el coche al tipo que nos ha hecho una cerrada y nos ha hecho encima la peineta pero no lo hacemos
Obviamente es preferible huir de lugares solitarios, en espeial en zonas peligrosas, tanto si eres hombre como mujer. Es cierto que al risgo de robo, y paliza ( en casos extremos muerte) en el caso de la mujer se añade el de violación ( de casi nula probabilidad en el hombre). Las recomendaciones del ministerio en ese sentido on de perogrullo ( excepto lo del pito que es surrealista). Pero el problema de fondo creo que es otro. Vivimos en un país donde hemos avanzado muy pco en el cambio cultural esencial que comenta Javier, y que no es otro que aceptar de una vez que cuando una mujer dice que no, sea donde y como sea, es NO.
A PROPÓSITO DE PINKER.
EliminarEstimado Guillermo,
Ya he leído “La Tabla Rasa”.
Aunque es reiterativo a lo largo de todo su trabajo, Pinker dedica específicamente la primera parte a desmontar algo que yo creí que ya estaba desmontado: el dualismo. No digo yo que no haya creyentes, y que puedan abundar en América. Pero ni siquiera alguien como Laín Entralgo, que confiesa haber tenido su “encuentro personal con Cristo”, cree sostenible lo que Pinker se empeña en atacar. Ningún científico serio, tampoco ningún creyente serio, puede adoptar la perspectiva ingenua de la tabla rasa. Claro que no somos iguales, claro que hay una naturaleza que a unos dota más que a otros. Difícilmente yo podría trabajar como galán en el cine (creo que Pinker tampoco). Si uno nace con un síndrome de Down, no es probable que consiga un premio Nobel.
¿Es que acaso se necesita incidir en los descubrimientos de Broca, Damasio y tantos neurobiólogos, neurólogos y neurocirujanos para saber que hay diferencias biológicas entre personas? A lo que no se atreve Pinker es a formular una teoría de la consciencia, dando patinazos en la relación IA – mente. El problema mente – cuerpo ha ocupado y ocupa a gente muy dotada intelectualmente, desde Crick hasta Chalmers, pasando por el reduccionista extremos como Dennett. Pero supongo que el último dualista fue Eccles. Ya llovió.
Pinker se muestra como cientificista más que como científico en esta obra. Por ejemplo, señala que “Es probable que los varones homosexuales tengan más pequeño el tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior (Wittelson 1999). Y los asesinos convictos y otras personas violentas y antisociales suelen tener una corteza prefrontal más pequeña y menos activa (Davidson 2000). Es casi seguro que estas características del cerebro no las esculpe la información que llega de los sentidos”. Tal ambigüedad supone adivinanza, no ciencia. Ni siquiera los correlatos de imagen funcional pueden sostener relaciones claras de causalidad.
Es simplista en extremo hacer de la evolución algo demiúrgico. Con razón decía Stuart Kauffman que “todo el mundo cree entender la evolución” y… nada más lejos de la realidad en el caso de Pinker, cuando llega a afirmar una justificación biologicista de la violación basada en la necesidad (no sentida por el violador, claro) de propagación de genes, yendo la dotación genética asociada a la violación incluida en ese conjunto que se desea transmitir. Todo ello en los ingenuos contextos del “gen egoísta” de Dawkins y la sociobiología de Wilson; hablar de “consilience”, en ausencia de conocimientos que integren lo biológico con lo cultural más allá de decir que tenemos testosterona y cosas así, supone dar un salto cualitativo ontológico injustificable.
Hay un grandísimo error en el que incurre Pinker y reside en confundir lo cualitativo con lo cuantitativo. Sabemos que hay personas más inteligentes que otras, se tome esto como se tome, pero de ahí a medir la inteligencia va un abismo pues el cociente intelectual, como tantos otros índices psicométricos, son resultado de una perversión metodológica: la que supone el análisis factorial, en cuyos defectos me parece superfluo entrar ahora. Cito un ejemplo de su confusión con la medida. Dice que se da una heredabilidad de actitudes políticas mostrando para ello una r = 0.62; aun asumiendo rigor metodológico en el trabajo citado, la interpretación de Pinker es impropia de un científico, pues el coeficiente de determinación en tal caso sería de 0.38. No tengo espacio para hablar de la variabilidad pintoresca de la testosterona.
Llamativo que, aludiendo a la naturaleza humana, Pinker asuma la futilidad de las revoluciones, exceptuando curiosamente la americana. Y es que de EEUU viene la luz
Lamento ser tan crudo pero, después del tiempo que me ha llevado leerlo, mi conclusión es que Pinker ni siquiera es reduccionista. Mi conclusión es que… no dice nada. Lo equipararía a Punset.
Hola Javier, yo no mezclaría la valoración de las declaraciones del alcalde de Valladolid con el tema de si el machismo es más biológico que sociológico o cultural. Las declaraciones son impresentables desde un punto de vista moral y político; pero como bien dices, no dimitirá y me atrevo a aventurar que le volverán a votar miles de personas en las próximas elecciones (entre ellas miles de mujeres). Y estoy de acuerdo que la responsabilidad penal está exclusivamente en quien comete los crímenes (independientemente de la causa última que haya provocado esas acciones, sean los genes, las hormonas, una infancia desgraciada o una mezcla de todo, por ejemplo).
ResponderEliminarPero no estoy de acuerdo que Pinker sea un reduccionista extremo. En "La Tabla Rasa" aporta muchísimas evidencias para argumentar sus conclusiones, basadas en últimos estudios publicados de biología evolutiva, antropología, psicología del desarrollo, genética o neurociencias. Creo que su aportación al análisis de la naturaleza humana tratando de eliminar prejuicios políticos es fundamental para entender como es el ser humano en realidad (no cómo nos gustaría que fuese)
Apreciado Guillermo.
EliminarCreo que estamos de acuerdo en lo esencial.
En cuanto a Pinker, no descarto que mi juicio pueda ser sesgado por lo que leí de él. Por ello leeré ese libro que sugieres como importante, "La Tabla Rasa". Espero poder expresar mi opinión al respecto la próxima semana.
Un cordial saludo,
Javier
Sergio y Vicky nos muestran el hilo de Ariadna que, no nos aparta del crimen -la violencia sexual- pero nos explica perfectamente el estado de la cuestión. Está en la frase que cierra sus comentarios, "cuando una mujer dice no..."
ResponderEliminar¿Por qué la victima debe decir que no, antes de que el hecho se convierta en delito?
Entiendo que solo la propuesta, previa, la que exigiría la negativa femenina, ya es un delito, punible.
Y tambien que plantearlo exclusivamente sobre la mujer, la posibilidad de negarse, es explicitamente machista.
Ese es el estado de la cuestión.
Otro asunto relativo al tema es que los delitos en general, no solo los relacionados con el sexo, permanecen impunes en su gran mayoria, al menos en nuestro pais. De ahi que las soluciones pertenecen a otra esfera, ciertamente extraterrestre.
Educación general (más allá de las aulas) como prevención, y justicia eficaz como unico medio de disuasión posible para los presuntos.
En ausencia de estas dos condiciones, todos, absolutamente, continuaremos siendo victimas.
Muchas gracias Emilio.
ResponderEliminarCuando me referia a decir no lo hacia en especial en relación con determinadas situaciones en las que algunos consideran que no puede haber delito cuando "inicialmente" la mujer sugirió, incitó o provocó ( todo ellos términos empleados a menudo) al agresor. El caso más evidente puede ser el de una chica que particpa en una fiesta, que incluso flirtea o comienza a tener cierto tipo de contacto fisico y en un determinado momento ( porque se arrepoente, no le gusta, se siente maltratada...)decide interrumpir el juego. Y en ese caso, por muchos prolegómenos previos que existena, una vez más si dice que no ahi, es también no.
Pero por desgracia para muchos jueces, fiscales, polcias y poblción en esos casos tiene lo que se merece. "Que lo hubiera pensado antes, no se puede ir por ahi provocando a la gente" dicen