Um vento muito leve passa,
E vai-se, sempre muito leve.
E eu não sei o que penso
Nem procuro sabê-lo
(Un viento muy leve pasa,
y se va, siempre muy leve.
Y yo no sé lo que pienso
ni me importa saberlo).
Poema XIII. Alberto Caeiro
Como ya se comentaba en el post de ayer, el telediario de la noche de Radio Televisión Española (siempre a las órdenes del gobierno) informaba de la habilitación de una página web gobernamental dedicada a informar sobre la infección por el virus del Ébola.
Sin duda constituye una buena noticia, especialmente porque detrás de él parece estar el Comité Científico sobre la enfermedad del virus del Ébola constituida por profesionales sanitarios solventes, que han salvado la cara del inepto Gobierno de España a través de sus comparecencias, las únicas que han transmitido a la opinión pública un mensaje mínimamente creíble de lo que estaba ocurriendo.
Bievenida sea esta web, aunque sea dos meses y medio después de que llegara a España el primer infectado por el virus ( ya se sabe que esto de las webs lleva su tiempo).
Sin embargo resulta pasmoso que dicho recurso se encuentre completamente al margen del Ministerio de Sanidad, Igualdad y Políticas Sociales, ministerio que aparentemente debería tener las competencias sobre la materia. En la web del Minsiterio, a día de hoy no hay ninguna información sobre la web, ningún enlace, ninguna referencia a la misma. Como si al gobierno le diera grima mezclar el contenido ( la información sobre el Ébola) con el continente ( el ministerio que debe gestionarlo).
Aunque Alvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caiero fueron los principales heterónimos que se inventó el maravilloso Fernando Pessoa para poder dar salida a todas las voces poéticas que llevaba dentro, se calcula en cerca de 70 el número de heterónimos que fue capaz de inventar el poeta portugués.
El Presidente español, Mariano Rajoy, parece haber inventado una nueva forma de política, consistente en inventar carteras heterónimas cuando el ministro de turno no le funciona. De tal manera que quien lidera la gestión de la crisis del Ébola ya no es la Ministra de Sanidad, sino aparentemente la Vicepresidenta del gobierno. Pero como buen demiurgo de heterónimo, el Presidente se resiste a eliminar a las criaturas que ha creado , quizá porque sería reconocer su propia incompetencia, además de acabar con una parte sustancial de si mismo.
Así, el Ministerio de Sanidad, Igualdad y Políticas Sociales se ha acabado convirtiendo en una inmensa chamarilería donde se puede encontrar todo tipo de recuersos más o menos pintorescos, salvo la información sobre la infección del Ebola que necesitan los ciudadanos.
Por cierto, la mencionada web sigue sin aparecer en la primera página de Google cuando se teclea Ebola. La culpa es de la gente, que no se entera.
Definitivamente , España es diferente.
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