El flautista salio de Aguamarga cargado únicamente con su flauta travesera, como si fuera Ian Anderson antes de grabar Thick as a brick.
Esta vez entonaba una canción nueva, pero a la vez tan antigua como la medicina, que trataba de los errores y de las fantasías que generamos sobre ellos.
En poco tiempo los caminos de todo el reino se fueron poblando de todo tipo de seres interesados en hablar, escuchar y compartir vivencias sobre el error.
Cuando el flautista llego a la ciudad de Granada más de 350 personas habían seguido sus tonadas, de los cuales 160 hicieron acto de presencia. La mayor parte eran menores de 35 años, y en un 70% mujeres (251 exactamente). Pero tanta población “infantil” no había acudido solamente para escuchar canciones: alrededor de 30 de ellos ( el 60% mujeres) sacaron sus propios instrumentos , desde el saxo barítono a la gambarda, de la guitarra de doble mástil a los crótalos, perfectamente preparados para interpretar sus tonadillas. Y de esta forma se pudieron escuchar los últimos temas sobre la Andropausia (Clara Alavedra), los coxib ( Elvira Parafita), la episiotomía ( Beatriz Granero), el cribado de cáncer de mama con mamografía ( Francisca Garrido), los modelos de atención a crónicos ( Enrique Molina), la osteoporosis ( Miguel López del Pueyo), la prevención 1ª del riesgo vascular ( Francisco Guirao), el cribado de cáncer de próstata ( Verónica Valle), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ( Maribel Valiente), los tratamientos antidepresivos ( Luz Bueno), la terapia hormonal en la menopausia (Ana Sanz), la vacunación contra el tétanos ( Irene Fernández) o contra el virus del papiloma humano ( David García).
Todos ellos estudiantes de medicina o residentes. Como lo es Sara Calderón que protagonizó un emocionante mano a mano con Myriam Ribes, la "pérfida ginecóloga" para hablar sobre el error a ambos lados de la frontera.
En definitiva, un “dream team” del que seguro oiremos hablar mucho en los próximos años, todos los amantes de la música de cámara de la medicina de familia.
Los Seminarios de Innovación en Atención Primaria 2015 han sentado un peligroso precedente, del que muchas de las sociedades científicas de este país se sentirán incómodas.
Porque es posible conseguir que 270 personas dediquen sus ratos libres a compartir, debatir y discutir sobre la experiencia del error y los miedos que genera durante los dos meses anteriores a la reunión. Porque se puede lograr que 160 personas se desplacen a una ciudad tan mal comunicada como Granada, en lo más frío del crudo invierno, en un fin de semana, sufragando todos los gastos de su propio bolsillo (ponentes incluidos). Sin participación, financiación o presencia alguna de la industria farmacéutica. En donde cada uno sus cafés, sus comidas y sus copas ( que las hubo y buenas). En el que de 13 horas de actividad, 9 sean de debate con 133 intervenciones. Donde no aparezcan ni presidentes ni ministros a inaugurar pantanos. Y en el que, de acuerdo a la realidad del ejercicio de la medicina, sea mayoritaria la presencia, participación e intervención de jóvenes y mujeres.
La Sociedad Vasca de Medicina de Familia (OSATZEN), o la Sociedad Balear de Medicina de Familia ( IBAMFIC), como lo hará la Confederación Iberoamericana de Medicina de Familia ( CIMF) dentro de un mes, también han demostrado que se pueden organizar congresos sumamente interesantes sin hipotecarse a los laboratorios farmacéuticos.
Los SIAP han puesto de manifiesto que no es imprescindible alquilar palacios de congresos, de los que llena Alborán, para organizar un evento. Ni movilizar flotas de camiones llenas de marisco para los asistentes, o cenas en restaurantes de la guía Michelín, para actualizar los conocimientos, compartir experiencias o disfrutar de unas cervezas mientras se escucha a Tom Petty.
El flautista regresó por donde había venido. Ya tiene organizados nuevos encuentros en Madrid para hablar de vacunas en noviembre, o en Bilbao para compartir consultas sagradas en febrero del año próximo.
Esta vez entonaba una canción nueva, pero a la vez tan antigua como la medicina, que trataba de los errores y de las fantasías que generamos sobre ellos.
En poco tiempo los caminos de todo el reino se fueron poblando de todo tipo de seres interesados en hablar, escuchar y compartir vivencias sobre el error.
Cuando el flautista llego a la ciudad de Granada más de 350 personas habían seguido sus tonadas, de los cuales 160 hicieron acto de presencia. La mayor parte eran menores de 35 años, y en un 70% mujeres (251 exactamente). Pero tanta población “infantil” no había acudido solamente para escuchar canciones: alrededor de 30 de ellos ( el 60% mujeres) sacaron sus propios instrumentos , desde el saxo barítono a la gambarda, de la guitarra de doble mástil a los crótalos, perfectamente preparados para interpretar sus tonadillas. Y de esta forma se pudieron escuchar los últimos temas sobre la Andropausia (Clara Alavedra), los coxib ( Elvira Parafita), la episiotomía ( Beatriz Granero), el cribado de cáncer de mama con mamografía ( Francisca Garrido), los modelos de atención a crónicos ( Enrique Molina), la osteoporosis ( Miguel López del Pueyo), la prevención 1ª del riesgo vascular ( Francisco Guirao), el cribado de cáncer de próstata ( Verónica Valle), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ( Maribel Valiente), los tratamientos antidepresivos ( Luz Bueno), la terapia hormonal en la menopausia (Ana Sanz), la vacunación contra el tétanos ( Irene Fernández) o contra el virus del papiloma humano ( David García).
Todos ellos estudiantes de medicina o residentes. Como lo es Sara Calderón que protagonizó un emocionante mano a mano con Myriam Ribes, la "pérfida ginecóloga" para hablar sobre el error a ambos lados de la frontera.
En definitiva, un “dream team” del que seguro oiremos hablar mucho en los próximos años, todos los amantes de la música de cámara de la medicina de familia.
Los Seminarios de Innovación en Atención Primaria 2015 han sentado un peligroso precedente, del que muchas de las sociedades científicas de este país se sentirán incómodas.
Porque es posible conseguir que 270 personas dediquen sus ratos libres a compartir, debatir y discutir sobre la experiencia del error y los miedos que genera durante los dos meses anteriores a la reunión. Porque se puede lograr que 160 personas se desplacen a una ciudad tan mal comunicada como Granada, en lo más frío del crudo invierno, en un fin de semana, sufragando todos los gastos de su propio bolsillo (ponentes incluidos). Sin participación, financiación o presencia alguna de la industria farmacéutica. En donde cada uno sus cafés, sus comidas y sus copas ( que las hubo y buenas). En el que de 13 horas de actividad, 9 sean de debate con 133 intervenciones. Donde no aparezcan ni presidentes ni ministros a inaugurar pantanos. Y en el que, de acuerdo a la realidad del ejercicio de la medicina, sea mayoritaria la presencia, participación e intervención de jóvenes y mujeres.
La Sociedad Vasca de Medicina de Familia (OSATZEN), o la Sociedad Balear de Medicina de Familia ( IBAMFIC), como lo hará la Confederación Iberoamericana de Medicina de Familia ( CIMF) dentro de un mes, también han demostrado que se pueden organizar congresos sumamente interesantes sin hipotecarse a los laboratorios farmacéuticos.
Los SIAP han puesto de manifiesto que no es imprescindible alquilar palacios de congresos, de los que llena Alborán, para organizar un evento. Ni movilizar flotas de camiones llenas de marisco para los asistentes, o cenas en restaurantes de la guía Michelín, para actualizar los conocimientos, compartir experiencias o disfrutar de unas cervezas mientras se escucha a Tom Petty.
El flautista regresó por donde había venido. Ya tiene organizados nuevos encuentros en Madrid para hablar de vacunas en noviembre, o en Bilbao para compartir consultas sagradas en febrero del año próximo.
Sin duda alguna hay esperanza. O como díría Quique González , hay partida.
PD: por si alguien no lo ha identificado aún el flautista se llama Juan Gervas
Las ponencias pueden verse aquí
PD: por si alguien no lo ha identificado aún el flautista se llama Juan Gervas
Las ponencias pueden verse aquí
Hola Sergio:
ResponderEliminarEl SIAP 2015 Granada ha sido una experiencia fantástica en la forma y en el fondo. Hay partida y banquillo.
Pertenezco al grupo minoritario de sus asistentes. Varón, cincuentón, con trabajo estable y residente en Granada. No me interesa exactamente ni porqué, ni donde, ni cuando, ni para qué, ni como surgieron estos encuentros.
Recuerdo, como tú, el final de la película Annie Hall. "Doctor mi hermano está muy enfermo, cree que es una gallina". El psiquiatra responde "Debe internarlo inmediatamente". El paciente contesta "ya, pero es que entonces me quedaré sin los huevos que pone".
Un abrazo, miguel melguizo jiménez