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domingo, 11 de septiembre de 2016

No hay futuro




“En la modernidad líquida, el secreto del éxito reside en no ser indebidamente conservador, en evitar convertir en habitual todo asiento particular, en ser móvil y estar siempre a mano, en probar que se es artículo genuino necesario para la flexibilidad, siempre a entera disposición, presto a empezar de nuevo, en lugar de apegarse a una forma una vez ésta ha cuajado.”
La ambivalencia de la modernidad y tras conversaciones. Z. Bauman y  K. Tester. 2002

Acabó la residencia de medicina familiar y comunitaria hace tres años. Como no tenía opciones de trabajo, más allá de esperar alguna llamada situada en uno de los puestos de cola de la bolsa decidió hacer  un máster en salud pública; otra muesca más en su cinturón de méritos académicos: excelente expediente, estancias en diferentes países , un erasmus que incremento aún más su versatilidad lingúística. Habla con nivel cercano a la excelencia dos lengua, y otras dos le permiten comunicarse con facilidad tanto por escrito como de forma oral.
Ese dominio le permitió resolver un buen número de problemas de comunicación con los pacientes (propios y ajenos) el año que estuvo realizando una suplencia de verano en la puerta de urgencias de un hospital de una de las zonas turísticas de España más visitadas por europeos. Sin embargo no recibió ninguna felicitación ni reconocimiento. Tampoco le renovaron el contrato al acabar.
Desde que acabo el Master viene dando tumbos por diversos puntos de la geografía de su comunidad, a donde quiera que le lleve esa ruleta llamada bolsa: hoy es un consultorio rural a cien kilómetros de la capital más cercana, mañana es un dispositivo de urgencias que atiende problemas no menores, sino inexistentes. Cuando no encuentran a nadie más le llaman de la puerta de algún hospital para seguir atendiendo naderías, pero con mucho mas aparataje tecnológico. Lo hace bien, y apenas pide pruebas, pero comprueba como sus compañeros no dudan en echar mano de todo el arsenal para resolver una tos, un dolor, una fiebre.
Al final ha tenido suerte y consiguió un contrato eventual de larga duración este año en un pueblo muy alejado de su domicilio habitual: no es un contrato indefinido, ni lo que antes se llamaba interinidad, concepto éste que las consejerías de Hacienda persigue con la misma virulencia que se persigue el sexo por parte de la iglesia católica, en su loable empeño de reducir el trabajo digno a su mínima expresión.
Su contrato es de apenas un año, si antes el destino no lo impide. Dado su brillante expediente y el nivel de sus compañeros, le han propuesto ser coordinador del centro. Sabe lo que implicaría decir que no.
Sus compañeros le miran con burla y suspicacia: otro enchufado de la dirección. Pero a la vez le consultan cuando se les plantean esos casos difíciles que en ocasiones los pacientes tienen la maldad de plantear: “oye, tu que lo tienes fresco, ¿que había que hacer cuando la TSH sale alta?”
Ese mismo individuo que pregunta está situado cien puestos por delante en la bolsa de trabajo; no hizo ninguna especialidad, no cursó ningún master, apenas habla un castellano ramplón, no lee revistas y menos en inglés, pero lleva veinte años trabajando en el sistema. Los sindicatos le protegen: al fin y al cabo la antigüedad es el mérito más objetivo y justo ( al margen de que ese tipo de perfil es el que predomine entre sus afiliados).
Tanto para los sindicatos como para la administración (dos caras de una misma moneda) la alternativa para este tipo de profesionales altamente cualificados) es esperar a la próxima oposición. Hubo suerte y este año se volvieron a convocar plazas, una convocatoria de muy escasa oferta que no alcanza ni el 10% de las plazas vacantes: la racanería de la consejería de hacienda no permite excesos aunque en este periodo se haya destruido un porcentaje muy importante del tejido productivo del sector salud.
Nuestro protagonista ha sacado un buen número en el examen de la oposición: está entre los veinte primeros.No  tendrá plaza . El sistema de baremación de méritos lo impide. Lo que prima es el tiempo de servicios prestados.
Seguirá por tanto de contrato precario en contrato precario, quizá acabe haciendo otra especialidad, tal vez emigrando.
Este es el presente y el futuro de nuestro sistema sanitario. Fruto de la política de una administración que encontró en la crisis la excusa perfecta para realizar un “lifting” al sistema pública que le va dejando en el hueso, un ERE masivo encubierto que no genera bronca porque se sustenta en no cubrir las plazas que van quedando vacantes; una administración cuya concepción de la objetividad y la transparencia no permite seleccionar a los mejores . Fruto a la vez de la política de unos sindicatos cuyo concepto de la igualdad de méritos no rebasa la frontera de la antigüedad, no sea que “los nuestros” vayan a salir perjudicados. Sindicatos cuya manera de defender lo público no va más allá de exigir más salario y menos trabajo. tolerando y auspiciando esa máxima tan española de “nos engañareis en el sueldo, pero no en el horario” Llevamos más de 30 años así. No existe ninguna esperanza de cambio. Aparentemente todo el mundo se resigna a este sistema, “uno de los mejores del mundo”.
El sistema público se desangra y deteriora, mientras despilfarra el dinero en formación de profesionales altamente cualificados, que el sistema no valora cuando llega el momento de su contratación. Negar el franco deterioro de los servicios sanitario públicos en esta última década es negar la evidencia.
Mientras tanto, el sector privado espera tranquilamente que caiga la fruta madura

Imagen: "No future girl balloon" de Bansky

30 comentarios:

  1. La fruta madura caerá y el sector privado lo sabe. Siempre me ha llamado la atención, como médico (ya jubilado) lo poco de nuestra inteligencia que dedicamos a mejorar nuestras condiciones de trabajo y el de la sanidad en general y eso que se nos acusa de corporativistas. Es decir, nuestra pasividad y fatalismo. No será un poco de cobardía y que de tanto estudiar solo sabemos de medicina? Por otra parte, un profesional tan preparado como usted Dr. Minué debería dejar de hablar de 'las puertas de urgencias' y de médico de puertas. En la puerta está el guarda de seguridad, el médico hace su trabajo en la consulta o a pie de camilla. Un saludo afectuoso.

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    1. Muchas gracias Joan por su acertado comentario. Disculpe hablar dde puerta ; es cierto que no es el término correcto. Pero cuando hacía guardias en la urgencia del hoospital nos llamábamos a nosotros médicos médicos de puerta. Quizá solo para remarcar nuestra diferencia con la comodidad del interior. Admiro y respeto mucho el trabajo de urgencias. me parece el mas dificil y expuesto del sistema.
      Coincido completamente en que somos nosotros los responsables. Algo de la capacidad de cuestionamiento y resistencia de otros paises no nos hubiera venido mal
      Un saludo muy cordial

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  2. ¿Y qué estás haciendo para cambiar las cosas? ¿Y qué puedo hacer yo?
    Pregunto con respeto y con buena intención.

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    1. Buena pregunta.
      Trabajo comoo profesor en uan escuela de salud pública. Himildemente intento apoyar un cambio con lo único que tengo: mi opinión.
      He escrito muchas veces en este blog que creo que la respuessta no puede venir de gente de mi generación o aun mayor. Que debe proceder de los que habitarán ese futuro.
      Por ssupuesto esa generación necesita apoyo. Y eso estoy dispuesto hacerlo hasta el final
      Un saludo y muchas gracias por tu pregunta

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  3. Una entrada realista. No se ve luz. No parece haber esperanza. Como indicas al final, este sistema, que algunos siguen llamando “uno de los mejores del mundo”, a saber por qué, caerá “como fruta madura”.
    Hoy mismo leo en el periódico local que un Colegio Médico se ha acreditado o reacreditado (culpablemente ya no me acuerdo de lo que dicen que hizo) en esa vía ISO de excelencia, que no sé de qué va, a pesar de haber sido Secretario General de esa antediluviana institución. Ya podemos respirar tranquilos; si le enviamos un escrito a su Presidente para sugerir un cambio en las actividades festivas de la patrona o de los Reyes Magos, sabemos que será tramitado con isoficada excelencia.
    Tu post, al lado de esa noticia que expresa la preocupación de la organización colegial, me sugiere que la Medicina en nuestro país atraviesa una etapa delirante. Mencionas a los sindicatos pero éstos están al servicio de sus afiliados, de su cantidad, no de sus razones (soy delegado sindical). Importa lo cuantitativo y que alguien destaque cualitativamente se la trae al pairo por su propia naturaleza. Eso es quizá todavía más claro en Educación, en donde el peso del tiempo trabajado (o simplemente esperado), pesa más que cualquier saber y entender.
    Los interinos, aunque estén en vias de extinción frente al precariado que se impone, son los interinos. ¿Qué pasa? ¿Va a venir el lumbrera de turno a ponerse por delante? Pues no; no sería “uno de los nuestros”.
    La mediocridad está servida y premiada. Basta con ver a tantos preclaros gerentes y directores médicos. ¿Qué podemos hacer? Nada. Nuestro cuerpo nos impulsa a decirlo, a criticarlo, como haces en este estupendo blog. Pero dudo que sirva realmente para algo más allá de animar a que algún compañero reacio se decida a buscarse la vida en donde reconozcan el valor de la Medicina y del médico valioso. No será en España.

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  4. Pesimista respuesta a un post igual de pesimista. describes muy bien el delirio reinante: todo va bien porque nos acreditamos, aunque acreditemos la mediocridad de nuestra organización.
    Triste, muy triste

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  5. .
    Existe una frase que me encanta, que dice algo así como:
    "Nunca hizo menos aquél que no hizo nada pensando que podía hacer poco".
    Es una buena vacuna contra el pesimismo.
    .
    Es cambiar el marco problema por el marco solución o marco objetivo, cambiar zonas de confort por zonas mágicas, cambiar la complacencia o la conformidad por la asertividad.
    Es cambiar.
    .
    Sólo hay futuro si está en tu pensamiento.
    .

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  6. No se puede hacer un análisis más certero Sergio. No puedo dejar pasar ni un solo día sin que se me caiga la cara de vergüenza al mirar en mi puesto de trabajo a esos "profesionales" tan cualificados sin esperanzas de mejorar sus condiciones laborales y trabajando duramente y con calidad en nuestro sistema de salud, al lado de esos otros cuyo único mérito que han conseguido en su carrera profesional es "cumplir" años!!! A mi, defensora al ultranza a lo largo de toda mi vida del sistema público de salud, se me tambalean mis principios más elementales. Gracias por compartirlo.

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  7. La enfermedad del sistema tiene cura pero es dolorosa. Por eso nadie se atreve a operar. Además tiene riesgos para todos (políticos, gestores y profesionales).

    La opción de no hacer nada es también peligrosa. La anemía es progresiva y si avanza terminará parando el corazón... Como dices ya están preparados los encargados de hacer la correspondiente RCP gestora.

    ¿Veremos un cambio, una evolución? Dependerá de la audacia de unos pocos y del valor y ánimo de todos los demás.


    Gracias Sergio por tu labor. Desde la trinchera te puedo decir que es realmente valiosa.

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    1. Muchas gracias Salva.
      Yo solo hago preguntas.
      Planteas muy bien el dilema: hacer algo es doloroso y difícil. pero no hacer nada es también tomar una decisión que tiene mal pronóstico.
      Sin masa crítica suficientemente amplia y potente no habrá respuesta

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  8. Sergio tu post me ha llegado a la "patata". Aunque el tono pesimista es evidente, reconforta saber que no estamos solos y que existen compañeros que reconocen la situación y la denuncian. Por mi edad (40 años) no quiero ni debo bajar los brazos y como ya comenté en otros foros son mis residentes los que me cargan las pilas a pesar de las judiadas y perrerías a los que les sometemos durante (cubriendo indiscriminadamente secciones en período vacacional) y tras la residencia (cuando a pesar de ser colegas de profesión les reservamos el peor de los destinos).

    Desde un punto de vista más "satírico", escribí esto hace unos meses. Espero que lo disfrutes...

    http://www.lapaginadefinitiva.com/weblogs/paellarusa/2014/11/26/sanitat-valensiana-capitulo-xii-los-contratos-del-peset-y-la-precarizacion-laboral-sanitaria/4122

    http://www.lapaginadefinitiva.com/weblogs/paellarusa/2016/06/13/sanitat-valensiana-capitulo-xiv-la-bolsa-o-la-vida/4222

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    1. Muchas gracias Dr Banting.
      No pretendo ser pesimista, sino solo lo suficientemente realista para intentar la realidad en la que estamos
      Y que describen magnificamente en tu blog ( por cierto ¡felicidades por él¡)
      Lo que cuentas de la sanidad valenciana ( y extrapolable al resto por desgracia como tuteaba ayer Javi Padilla) es muestra de que vamos mal, muy mal
      Y de todos depende que sigan asi las cosas

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  9. Leo la propuesta de Juan Antonio García Pastor, defendiendo la asertividad y que se trata de “cambiar el marco problema por el marco solución”.
    Desde al máximo respeto, he de decir que me suena a lo que se dice en despachos de gerentes y directores diversos que han hecho sus cursos de gestión y coaching.
    Hemos oído en otros ámbitos decir cosas que sugieren que si uno es despedido lo es por su culpa, por no haber sido asertivo o proactivo. Dicho de otro modo, por no adaptarse.
    Y es que hay cambios y cambios. Cambios de rebeldía y cambios de adaptación. No son lo mismo. Los únicos cambios relevantes que he visto (tengo 40 años de vida laboral) son de adaptación, a veces servil.
    Claro que hay que hacer algo. Este blog es una excelente muestra de ello. Cada uno puede contribuir en la medida de sus posibilidades a que el sistema sanitario no se desmorone en nuestro país, pero la cosa está muy difícil. Precisamente porque, si malo es la permanencia en un inmovilismo, peor aún es cambiar para adaptarse a la insensatez reinante.

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    1. .
      Es que soy Coach y Máster en PNL.
      .
      Tengo un estilo de pensamiento proactivo.
      Mi asertividad radica en tener cierto control emocional y en defender mis derechos (pues se que nadie me los tiene que respetar).
      Y me motiva honrar aquellos valores que se alinean y son congruentes con mi identidad personal y profesional, como la Búsqueda de la Excelencia.

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    2. Ah. Este texto, que agradezco, confirma que mi concepción del coaching es acertada.
      Desde luego, nada como la búsqueda de la excelencia.

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  10. Querido Sergio:

    Una entrada,como siempre,magnífica. Haces una instantánea de la situación que da mucho miedo por lo cruda y real que resulta.
    Es cierto que el criterio del tiempo trabajado no es algo que mida la eficiencia de nada.Ni tampoco la formación, ni el interés, ni las ganas de seguir trabajando por el paciente y por la mejora propia.
    Ahora bien, tampoco "hacer la residencia", sin evaluaciones reales y profesionales, lo es.
    A algunos de ellos - de los residentes de las últimas 12 promociones que son los que conozco- al menos a un porcentaje no desdeñable de ellos había que suspenderles o hacerles repetir según qué cosas y según qué rotatorios.
    Algunos de los MIR españoles pasan sin pena ni gloria por los servicios por los que rotan,con el mismo hastío, cansancio y desinterés que les supone a los primeros de la bolsa solo por la edad que tienen.
    Estos han llegado a su plaza- de MIR - como otros llegan a la suya en propiedad y en ambos casos, como no habrá ninguna comisión que de modo real y efectivo valore el aprovechamiento de unos y el ejercicio eficiente de otros, les trae al fresco el paciente y sus cosas.
    Cumplir años no solo te genera arrugas y canas...; te confiere una experiencia que ayuda al análisis de los casos con un criterio no sé si mejor, pero distinto.
    Ni todos los que no son vía MIR son unos zopencos ni todos los" mires " dechados de saber y excelencia.A algunos a parte de faltarles la empatía necesaria para acercarse a un ser que sufre, les sobra la chulearía insultante de ser uno de los 6000 elegidos...

    Estoy contigo en que debe medirse otras cosas y valorarse con criterio de capacidad.
    No podemos meterá todos los de " más de cincuenta" en el saco de los torpes y a los recién llegados elevarlos a la peana del saber.
    Seamos justos y sensatos,que no es poco.
    Un abrazo.

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    1. Querida Marian.
      "Ni todos los que no son vía MIR son unos zopencos ni todos los" mires " dechados de saber y excelencia".
      Completamente de acuerdo. No pretendía en modo alguno minusvalorar o despreciar a los que son más mayores. Y por supuesto hay residentes que hicieron la especialidad porque no tenían otra alternativa y tienen un interés y compromiso mucho menor que los que pasaron su vida de suplencia en suplencia
      Pero lo anterior no puede ser excusa para no tener en cuenta en su justa medida a aquellos que superaron un proceso de especialización más que exigente. Nuestro sistema invierte mucho dinero en formar a especialistas , con un sistema que ( a diferencia de otros existentes en épocas felizmente pasadas o en países donde depende de tu nivel de ingresos el que puedas estudiar o no) brinda similares oportunidades para todos aquellos que se presentan.
      Por supuesto que tener el titulo de especialista no es garantía de que esa persona tenga las cualidades personales, la actitud y disposición adecuada para atender bien a los pacientes, pero en mi opinión debe hoy en día ser un requisito imprescindible para poder ejercer ( una condición necesaria, aunque no suficiente)
      Para lograr esa suficiencia se necesitaría que la exigencia en mantener esa capacidad no se limiara a la residencia, sino que se mantuviera a lo largo del tiempo , como hacen países mucho más evolucionados que el nuestro en la garantía de cuantificación de sus profesionales.
      Lo que si que creo es que la antigüedad como criterio principal solo lleva a la mediocridad del sistema

      Un abrazo

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  11. Como todas las situaciones crónicas ya enquistadas, son difíciles de abordar pero una de las soluciones posibles y nunca ensayada -excepto para cuestiones puntuales de incentivos- es la respuesta judicial.
    Por supuesto esta nunca será posible si proviene desde las estructuras que forman parte del entramado parasitario que se sostiene en base a la explotación del medico y el engaño del paciente.

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  12. Con pesar, y como muchos otros tutores, he comenzado a recomendar a todo residente que planifique su formación con el objetivo final de poder emigrar con el mejor bagaje posible. La respuesta es preocupante. Los más talentosos y ambiciosos marchan; los conformistas, pasivos, con peor formación (idiomas) o con carga familiar son los que se resignan a quedarse.

    Algún imbécil piensa que los que marchan, volverán. Es el mismo imbécil que ha hecho que se vayan.

    Cuando era un "joven residente prometedor y rebelde" me enseñaron que los libros y las novias no se prestan; "se sienten dolidos y luego no quieren volver". Añadamos hoy a los jóvenes médicos.

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  13. Una persona tan inteligente como usted, al que sigo desde siempre, y cuyas entradas me han permitido enseñar y, si me permite la expresión, encabronar a muchos de mis compañeros, debería evitar la generalización al hablar de los sindicatos. Soy delegado sindical de Metges de Catalunya, en el sector de atención primaria del Instituto Catalán de la Salud, y puedo asegurarle que muchos de nosotros nos partimos literalmente la cara , no tanto para conseguir éxitos, sino para frenar las intenciones de aplicación de medidas absolutamente aberrantes que intentan llevar a cabo determinados directores de centro, gerentes territoriales e incluso grandes popes de los centros corporativos. Siempre somos los señalados, siempre como ilustres vagos y vividores, nunca como médicos asistencialistas que hartos de la pasividad existente, salen de su zona de confort para intentar mejorar las condiciones de los demás, y muy raramente la suya propia.
    Por cierto, no recibimos ningún tipo de subvención estatal ni autonómica, sino que nos financiamos exclusivamente de las cuotas de nuestros afiliados. Punto que, de ser de obligatorio para todas las otras organizaciones sindicales, especialmente las de clase, que suelen considerar a los médicos como clasistas y privilegiados, quizá permitiría distinguir más claramente quien trabaja y quien no .
    Un saludo

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    1. Muchas gracias por su comentario.
      Tiene razón. Es muy injusto generalizar y por supuesto existen sindicalistas que realizan un trabajo eencomiable.
      Es más considdero que los sindicatos deben sseguir jugando un papel esencial para evitar el abuso en muchas ocasiones de las empressas e instituciones. ya ddecían Mckeee y Stuckler que precisamente acabar con los sindicatos era uno de los puntos clave para acabaar con los estados de bienestar en Europa como bien aplicó Esperanza Aguirre en Madrid
      Ahora bien. Los sindicatos ( como el resto de las organizaciones ya ssean sociedades, colegios o la propia administración) deberían cambiar susstancialmente si no quieren acabar ssiendo arrastrados por la historia
      Siento decirlo, pero la percepción de que a menudo los sindicatos defienden exxclusivamente a sus afiliados, fomentan sistemas de "café para todos" y bloquean cualquier cambio porque "perjudica los intereses de los profesionales" no es solameente mía. Y ssin cambio esto simplemente se derrumba
      Sin discriminación real del que trabaja y del que no lo hace (penalizando al primero y beneficiando al segundo), sin búsqueda de nuevas soluciones para los problemas que tenemos planteados asumiendo riesgos y salidas de la situación actual, no hay solución.
      En mi opinión, claro
      Un saludo cordial

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  14. Querido Sergio: No estoy acostumbrada a escucharte en este tono tan pesimista, pero quizás de vez en cuando sea bueno mirar desde la parte más gris del cristal; aunque creo, discrepo , en "que no hay solucion", otra cosa es que nosotros la veamos, pero pensamientos tan críticos como el tuyo hacen que se muevan las conciencias de este buque (sistema sanitario) tan inmenso que parece un Titanic a la deriva, aunque solo sea para virar un gradillo en alguna dirección , dejemoslo así.
    Pero tambien estoy de acuerdo con Marian , ni todo lo nuevo es bueno , ni todo lo antiguo es desechable, seamos justos , pues el sistema de evaluacion MIR actual , deja mucho que desear, y no me atrevo a asegurar que las nuevas generaciones tengan el grado de preparacion y motivación en medicina de familia, como el ejemplo que nos trasladas, ojalá fuese así.
    Mientras tanto , seguiremos estudiando la ruta, dándole al "coco", haciendo comentarios politicamente incorrectos, formado residentes, lo mejor que sepamos y seguiremos trabajando. Un fuerte abrazo

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    2. Querida Paqui:
      también Paablo me achacó el tono pesimista. No creo, sin embargo que lo sea. Es simplemente realista. Como escribía ayer en el blog en nuestras manos está rechazar esa hipótesis tan negativa. Pero sinceramente no veo intentos reales de cambiar la situación por parte de nadie, más allá de lamentaciones ( ccomo la mía), guiños de que las cosas van a mejorar o pequeños gestos sin abordar los problemas sustanciales.
      Por ejemplo, ¿alguien ha afrontado realmente la estrategia de ahogamiento prespuestarrio de la AP en España, diseñada desde el Ministerio de Hacienda y aplicada servilmente por todas las consejerías del mismo nombre? No. Hay solo lamentaciones.
      Cierto es lo que comentas y comentaba Marian de que no es justo generalizar: ni todos los MIRES son competentes e implicados ni todos los que no hicieron la especialidad unos torpes.
      Pero creo que haay dos cosas que son dificiles de cuestionar en mi opinión:
      1.- Que el sistema no puede gastarse lo que se gasta en formar especialistas para no utilizarlos después
      2.- Que el acceso a los puestos de trabajo debe estar regido por principios de igualdad pero también de mérito y capacidad, y éstos dos últimos no los da solo la antigüedad
      Se ha bajaado sin duda la guardia en la calidad de la formación de residentes. El compromiso de los residentes de medicina de familia es más que discutible en muchos casos, máxime cuando sigue siendo una especialidad no elegida
      Pero habrá de solucionarse eso en lugar de seguir aplicando un café para todos que a todos nos perjudica
      Un abrazo

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  15. Muchas gracias
    Incides en un aspecto que tocó desde otro punto de vista Marian.
    Muchos de los que están, aun habiendo pasado por una especialización vegetan . No se si todos los que se fueron son siempre los mejores.
    Pero lama la atención que aquellos con aparentemente mas capacidades ( como es hablar otro diosa) son los que dejemos escapar
    Bien es cierto que en ningún lugar se aprecian este tipo de capacidades
    Un saludo

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  16. Yo no soy tan fatalista ni pesimista como la mayoría de ustedes. Soy cirujano del Ap Digestivo recién jubilado (acabo de cumplir 65) y he pasado toda mi vida luchando por una Sanidad Pública Universal y de calidad. Y les aseguro que se han conseguido muchísimas cosas positivas gracias a la actitud luchadora de cientos de compañer@s de todos los estamentos sanitarios.
    En los algo más de 40 años que he estado en el oficio hospitalario con dedicación exclusiva la transformación de nuestro sistema, y no solo en lo tecnológico, supone un cambio radical en TODO el sistema sanitario. Les voy a poner algún ejemplo. Cuando hice el MIR (3ª generación en España) no teníamos ni siquiera contrato; se consiguió por una huelga en toda España. A l@s pacientes nadie les daba explicaciones ni se les pedía consentimiento para nada. Los Directivos no conocían las plantillas de los hospitales ni sabían cuánto se gastaba ni en qué.
    Y ¿creen ustedes que muchísimas de las cosas positivas que se consiguieron nos fueron otorgadas por "el poder"? En absoluto. Es cierto que estos últimos años pasamos una fase de hegemonía terrible del neoconservadurismo que está imponiendo sus tesis y debilitando la sanidad pública (y consiguen la mayoría de los votos en toda Europa). Pero sin gente como ustedes que siga en la pelea la cosa será mucho peor. Y se puede revertir; la historia NO es lineal ni hemos llegado a su final. Ánimo. Yo, jubilado, sigo peleando todos los días colaborando activamente con los grupos organizados que están por mis ideales.

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    2. Tiene usted toda la razón. Y es un privilegio poder leer su opinión en este blog
      Es una demostración de que siempre puede haber esperanza.Pero para ello se precisa luchar por ello.
      Y no esperar a que alguine llegue del cielo para otorgarlas
      Gracias de verdad

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  17. Hola Sergio, ¡cómo me suena esa historia! Nosotros y nosotras, sobre todo nosotras, desde el lado precario, seguiremos peleando por cambiar el devenir de nuestro sistema. Todos los días, sin falta.
    Un abrazo

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