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viernes, 13 de septiembre de 2019

L' Histeria


La primera circunstancia ha producido en 2019, tres muertos y siete abortos y ha afectado a 214 personas. La segunda circunstancia ha producido en el mismo año la muerte de 684 (204 en nuestra zona geográfica), y un número no determinado de abortos, heridos y enfermos.
La primera circunstancia ha generado una amplia alarma social desde mitad del verano cuando fueron identificados los primeros casos, siendo portada de periódico y titular de noticiero a diario. La segunda solo aparece en ellos solo por ser la causa de declaraciones delirantes de políticos de diferente estirpe.
La primera nos preocupa mucho, especialmente porque puede afectarnos a cualquiera de nosotros, los de dentro, los buenos; además sin “merecerlo”, por tomar inocentemente una tapa o un plato en cualquier restaurante al que acudimos para disfrutar de nuestro merecido descanso vacacional. Y pone de manifiesto que nuestro sistema de vigilancia falla, que los controles que deberán realizarse no se realizan como debieran, que las autoridades y administraciones no se coordinan, más preocupados por eludir la responsabilidad que por solucionar el problema.
La segunda circunstancia nos importa un bledo. A nosotros, los de dentro no nos va afectar nunca, no nos va a generar daño alguno, más allá de la imagen molesta que produce, si da la casualidad que aparecen afectados en alguna playa en que descansemos en nuestro merecido descanso vacacional. Afecta a los de fuera, los extraños, sospechosamente pobres.
La primera se produce en nuestro territorio, en nuestra casa. La segunda ocurre en nuestra puerta, fuera de los tranquilizadores muros que delimitan nuestro espacio. Un eficiente servicio de limpieza evita la desagradable visión.
La primera de las circunstancias se llama listeria. La segunda migración a través del Mediterráneo. Sólo la primera es motivo de preocupación para la Salud Pública, sea eso lo que ésta sea. Capaz de movilizar recursos, dictar informes y declaraciones y publicar artículos científicos de mucha “p” en revistas de prestigio, donde publican los científicos eminentes.
Según los informes de la Organización Internacional para las Migraciones desde el año 1994 han fallecido en el Mediterráneo más de 35.000 personas, aunque la cifra real es inevitablemente mucho mayor: no todas se conocen, no todas se registran. En la estación de metro del passaig de Graçia de Barcelona se exhibió la lista de los muertos en el Mediterráneo: nada que envidiar a las listas de soldados americanos de las múltiples guerras del siglo XX en que participaron y se exhiben en el mall de Washington.
Las causas de las causas de esta segunda circunstancia a nadie importan. La forma de tratamiento es evitar que lleguen. Vox, el partido que sustenta buena parte de los gobiernos de este país, acaba de presentar una Proposición No de Ley para la construcción de un muro de “un grosor, resistencia y altura que lo haga impenetrable e infranqueable”. Su argumento es muestra de una inteligencia deslumbrante: como la mayor parte de los migrantes hacen agujeros en las alambradas, un muro de hormigón sería un obstáculo insalvable.
Aunque los responsables de esta agrupación xenófoba reconozcan que se haya reducido la entrada de migrantes en un 42% respecto al año anterior, su objetivo sigue siendo el mismo: “no se tiene que admitir ni a uno solo”.
En el fondo la segunda circunstancia, esa que produce cerca de mil muertos al año no deja de ser una forma natural de contribuir a ese objetivo: no admitir a ni a uno solo de los que pretenden entrar.
Aunque una institución tan poco sospechosa de bolchevique oomo el Fondo Monetario Internacional haya llegado a reconocer que lo salvó al sistema español de pensiones fue precisamente la llegada de migrantes en la década pasada, para trabajar en aquello que lo que nosotros no queremos.
Quien salva una vida salva al mundo entero dice el talmud. Toda vida es valiosa; toda muerte es una pérdida. La de los afectados por los brotes de listeriosis sin duda. Como la de los miles de muertos que yacen en el fondo del Mediterráneo para tranquilidad, alivio y alegría de algunos.

(Fotografía: Th List. El Perodico de Catalunya)

1 comentario:

  1. Demagogia que no falte : mezclar churras universales con merinas europeas en un país de ésta que hace frontera pobre

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