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domingo, 15 de diciembre de 2019

Un día en la vida...del sistema sanitario español


He blew his mind out in a car,
He didn't notice that the lights had changed,
A crowd of people stood and stared,
They've seen his face before,
Nobody was really sure if he was from the House of Lords.
John Lennon & Paul McCartney. A day in the life.1967.

El hombre es médico pero está en España temporalmente. Su país está valorando la opción de reformar su sistema sanitario hacia un modelo como el español, orientando hacia lo público la prestación de los servicios. Escucha las bondades del modelo español, las continuas referencias a que su Atención Primaria es una de las mejores del mundo. Acude con su hija al centro de salud que le corresponde por su domicilio, en el centro de una gran ciudad de Andalucía. Lleva varias semanas observando que escucha la televisión a gran volumen y habla siempre en tono muy alto; como tuvo una otitis probablemente relacionada con los reiterados baños en piscina durante el verano, duda si dicho problema se haya realmente solucionado, o quizá haya dejado alguna secuela.
Al solicitar la cita le informan que la pediatra titular está de vacaciones; si quiere ser atendido en el día la única posibilidad es ser vista por un médico de refuerzo contratado en ese periodo. Le informan que la pediatra titular de la plaza regresará en tres semanas; los propios administrativos le recomiendan que, de no ser muy urgente, espere a que vuelva.
Pide la cita correspondiente. Cuando acude a la misma se identifica como un colega de otro país; expone el principal motivo de consulta: la percepción de una posible pérdida de audición. La pediatra titular no pregunta, simplemente extiende un parte de interconsulta para que el otorrino realice una audiometría. No pregunta nada más sobre la niña: si está escolarizada, donde y como vive, si tuvo alguna enfermedad en el pasado, si está adecuadamente vacunada, si padece otros problemas.
El padre de la niña le expone un segundo problema: ha observado que la frecuencia cardiaca de su hija es quizá demasiado alta. La pediatra titular no pregunta; extiende un segundo parte para cardiología para realizar un Holter. No preguntó cual era esa frecuencia cardiaca alta, no le toma el pulso, mucho menos le ausculta.
La cita para otorrino es de tres meses después; la de cardiología infantil para seis meses más tarde. Un día más en la vida, que cantaron los Beatles.
El colega extranjero me pregunta perplejo que si la actuación del sistema sanitario con su hija es muestra de una buen sistema sanitario, aunque sea gratuito, y no haya que pagar por las prestaciones.
Nadie discute la competencia profesional de la pediatra: quizá en el futuro tocar a los pacientes ( en este caso la niña) no sea necesario; quizá auscultar sea una tarea inútil; quizá tomar el pulso puede ser una medida imprecisa. O qquizá también la desidia, el aburrimiento , la comodidad o el hartazgo nos haga atender a los pacientes de una manera cada vez más displicente.
España lleva años deteriorando su sistema sanitario público; quizá sin darse demasiado cuenta de ello, al fin y al cabo no se han cerrado centros de salud ni hospitales, los profesionales van a trabajar, aunque cada año aumenta sin pausa la precariedad de los trabajos (cerca de un tercio de sus trabajadores tiene un contrato temporal según un informe de Comisiones Obreras), causa a la vez de que cada vez se encuentren para el sistema público menos profesionales cualificados,aún disponiendo de uno de los sistemas de formación de especialistas más reconocido en el mundo.
España tiene un gasto sanitario per cápita por debajo de la media de la Unión Europea, 500 euros menor (2371 frente a 2884 euros). Su gasto sanitario es 8,9% del PIB también por debajo de la media europea (9,8%). Pero además solo el 71% de ese gasto es público, mientras la media de la Unión Europea es del 79%.Este gasto se congeló y redujo desde el inicio de la crisis, y no va a repuntar dados los compromisos del gobierno de España en materia de austeridad económica.El perfil sanitario nacional de España en 2019 elaborado por la Comisión Europea a partir de los datos de la OCDE y Eurostat, muestra que el gasto hospitalario sigue creciendo mientras el gasto en Atención primaria sigue estancado o incluso disminuyendo, a pesar de la presión creciente que soporta.
España tuvo realmente un buen sistema sanitario cuyo deterioro es palpable, aunque lento: tanto por la deliberada intención de algunos ( para los que un buen sistema público es el principal obstáculo para sus negocios privados) y también por la pasividad y resignación de muchos otros ( los profesionales que apenas responden a una situación laboral cada vez más intolerable). Entre todas la mataron y ella sola se murió.

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