Talking into the wee hours of the dawn
Sit back and relax your mind
This must be, this must be, what it's all about
This must be what paradise is like
Oh this must be what paradise is like
So quiet in here, so peaceful in here
So quiet in here. Enlightment. Van Morrison.1990
No es preciso, creo, recordar la importancia que tienen en nuestra vida los amigos. Pero como tantas otras cosas que son importantes ( dedicar un tiempo a jugar con tus hijos, disfrutar de los múltiples encantos de tu pareja, beber tranquilamente una copa de Lagavulin, escuchar con los cinco sentidos y la luz apagada Enlightment de Van Morrison) habitualmente quedan ahí relegadas a la espera de que haya algo de tiempo para poder atenderlas. Y mientras, vamos perdiendo la vida ocupados con el trabajo, los desplazamientos al mismo, las tareas de la casa, las compras innecesarias y, sobre todo,más trabajo.
Aunque suene a canciones horteras de aquellas que en su día cantaba Roberto Carlos ( "yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar") tener amigos, además de constituir una de las cosas que más ratos felices aporta a la vida, es una gran fuente de salud, y no tanto screening. Pero se prefiere ( quizá por razones de tiempo) pasar una tarde haciéndose un PSA que dedicarla a tomar un café con ese viejo amigo que hace tiempo que no vemos.
House, Landis y Umberson ya decían en Science en 1998: "las relaciones sociales o la relativa falta de ellas, constituyen un riesgo mayor para la salud, rivalizando con el efecto de factores de riesgo bien establecidos como el tabaquismo, la hipertensión, los trastornos de los lípidos, la obesidad o el ejercicio físico".
Y ahora dos grupos de psicólogos de las universidades americanas de Provo en Utah y Chaper Hill en Carolina del Norte publican en PLoS un metanálisis sobre la relación entre las relaciones sociales y la mortalidad. En su estudio revisan 148 estudios con un total de 308849 participantes y obtienen el resultado de que disponer de relaciones sociales sólidas aumenta un 50% la probabilidad de supervivencia ( OR=1.5 con intervalo confianza del 95% entre 1.42-1.59). Y los hallazgos son consistentes independientemente de la edad, el sexo, el estado de salud inicial, la causa de muerte y el periodo de seguimiento. Su conclusión también es que la influencia de las relaciones sociales sobre la mortalidad es comparable y está tan bien establecida como con otros factores de riesgo.
Entre aquellos amigos tan entrañables que pescaban ranas y bebían vino, de la magnífica La Fortuna de Vivir de Jean Becker ( con el gran Jacques Villeret) y las obsesiones salubristas de Sexo en Nueva York, me quedo con los primeros.
Notas: Fotografía: amigos en el Mulhacén en 2010. Trailer de la película la Fortuna de Vivir
>>>beber tranquilamente una copa de Lagavulin...
ResponderEliminar¡Ummm! ¿No dicen que sabe a neumático? jajajaja.
A mi me gusta esto del 2.0 por que he conocido a gente muy interesante, he charlado, he reido, he comido y me he relacionado con seres humanos deciciosos, sin esto que llamamos el 2.0 no hubiese sido posible.
ResponderEliminarDice un médico "raro" al que leo (Carvajal) que no somos individuos, que somos relaciones.
He aprendido más de mi sector (Sanidad) en los últimos 5 años que llevo por aquí, que en los 15 anteriores, ahora se como se siente un cirujano, una enfermera de una Uvi, los médicos de familia, un responsable económico, uno de recursos humanos .... y hasta un gerente, además se que existen los médicos de empresa y de que son capaces .... he aprendido tanto de todos vosotros que es imposible agradecer la oportunidad que supone la Red.
¡Gracias a todos!
Coincidimos en el tema de nuestras lecturas estivales. Me permito citarte en el post de hoy.
ResponderEliminarhttp://doctorcasado.blogspot.com/2010/08/conectados.html
Un abrazo.
Muchas gracias a los tres, por los estimulantes comentarios. es cierto que yo tampoco sabía que la red podría darme tantos , tan variados y tan magníficios amigos.Y si. sin duda, somos relaciones.
ResponderEliminarRespecto al Lagavulin ...¡como se puede decir semejante blasfemia¡ Un antiguo jefe mio decia que sabía a un jabón que él conocía.
Bueno, he de reconocer que es una saboir algo freaky. Pero me gusta. Abrazos
Muchísimas gracias Salvador por tu cita. Tu post me parece magnífico, y es llamativa la coincidencia. Sin duda demuestra que es un tema importante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo