“El gobierno de España es el más perfecto que
pudieron imaginar los antiguos legisladores, pero la corrupción de los tiempo
ha ido llenándolo de abusos. Desde el pobre hasta el rico, todo el mundo consume
y devora la hacienda del rey: los unos, a pequeños bocados; la nobleza a boca
llena; y en cuanto a los grandes en cantidades fabulosas…Hay muchos que piensan
que se trata en verdad de un milagro el que la Monarquía continúe manteniéndose”
Giovanni
Cornaro, embajador de Venecia en Madrid. 1681-1682
En el
genoma de los diversos pueblos que habitan este país sería interesante
identificar cual es el gen que codifica las proteínas que determinan “la sed
sagrada de Dios” de la que hablaba Adam Smith: esa insaciable codicia, que se
acompaña aquí de una indiferencia absoluta del resto de los miembros de la
sociedad.
El robo
y el despilfarro se encuentran tan adheridos a nuestra piel, que eliminarlos
supone dejarnos a la intemperie. En Por qué fracasan las naciones ( Why nations
fail) Acemoglu y Robinson diferencian entre instituciones políticas y
económicas extractivas e inclusivas, siendo característica diferencial de las
primeras la “concentración del poder en manos de unos pocos, quienes tendrán
incentivos para mantener y desarrollar instituciones económicas extractivas en
beneficio propio y utilizar los recursos que obtengan para consolidar su
control del poder político”. El desfile continuado y permanente ante los
tribunales de los que han dirigido los
gobiernos de las comunidades autónomas más pobladas de nuestro país en las
últimas décadas, pone de manifiesto hasta qué punto se siguen cumpliendo en
nuestro caso los fundamentos teóricos del libro de ambos historiadores de
Harvard, los que también señalaba hace cuatro siglos el embajador de Venecia.
La
característica diferencial de las instituciones económicas extractivas es la de
“extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un
subconjunto distinto”: aprovechar lo que es de todos en beneficio de unos
pocos, ya sea uno mismo o el partido al que se pertenece.
Además
de la “extracción” la otra característica que ha definido nuestro
comportamiento histórico ha sido el despilfarro: como describe con claridad
David Landes en “La riqueza y pobreza de las naciones” la enorme riqueza que
España había “extraído” de América optó por gastarlas en lugar de invertirla:
malgastada en guerras interminables y absurdas, en lujos innecesarios y
estúpidos.Sin embargo como señala Landes “la riqueza nunca reemplazará al
trabajo, ni las riquezas a los ingresos”.
El
sistema nacional de salud se encamina a una reducción progresiva de su
financiamiento, marcándose como objetivo reducir el gasto sanitario público a
solo el 5.5% al acabar la década. Y mientras tanto el insuficiente presupuesto
existente se gasta de forma más que discutible: por ejemplo en Andalucía se destinarán
al menos 8 millones de euros a las inversiones derivadas del proceso de “desfusión
hospitalaria” tras haber invertido previamente una cantidad de varios cientos
de millones de euros en el proceso de fusión: a este proceso la persona que
decidió dicho proceso de fusión denomina “repensar de manera continua los
modelos”.
Sin
embargo se desconoce si el coste que supone este proceso de ida y vuelta
procederá de una fuente extraordinaria o de las partidas destinadas a otras
prioridades sanitarias “menos importantes” cuando se trata de “dar respuesta a
las necesidades de la ciudadanía”.
No por
casualidad el grupo de informadores clave que reunieron Peiró, Artells, y Meneu
identificaron como primera prioridad para mejorar la eficiencia del Sistema
Nacional de Salud el control de la corrupción y la partitocracia: han pasado
siete años de aquel informe y no se ha producido ningún avance.
Solo admitiendo
que la corrupción y el despilfarro son rasgos endémicos y genético puede
entenderse que el descubrimiento de tales conductas nunca tenga coste para sus
responsables: que a pesar de existir sospechas de que el partido en el gobierno
pudiera haberse comportado como una organización criminal se facilitara su mantenimiento en el poder, o
que descubriéndose nuevos indicios sobre ello no se encuentren razones suficientes
para buscar su sustitución. Pero aún más demoledor es el hecho de que unos días
después de ingresar en prisión el expresidente de la Comunidad de Madrid, su
partido seguía siendo el partido con mayor intención de voto en la misma.
En uno
de los institutos de Granada, el profesor de la asignatura de Ética informa a
sus alumnos de que su asignatura no es de las importantes, por lo que no
deberán preocuparse por la nota al no incluirse de cara a los exámenes de
selectividad. Ante esta valoración de lo ético es muy posible que el milagro
español que citaba Cornaro , la capacidad de seguir existiendo a pesar de
nuestra capacidad de devorar lo público, se seguirá produciendo dentro de otros
cinco siglos.
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