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miércoles, 31 de marzo de 2010

Cinco artículos de febrero

Esta vez recomendamos especialmente el número de febrero del Medical Care, con varios artículos interesantes. Son destacables dos trabajos sobre la variación significativa del desempeño: una revisión sistemática de la literatura de Vicki Fung,y una revisión de Selby sobre qué nos dice la variación respecto a la mejora de la calidad . Especialmente relevante es el trabajo de  Thomas R. Konrad y colaboradores, que  publican un interesante artículo sobre la cuestión del tiempo en Atención primaria. Es un trabajo que compara las percepciones que tienen, respecto a las limitaciones del tiempo, médicos de atención primaria de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.Realizan un análisis secundario de tres estudios paralelos respecto al sistema de toma de decisiones clínicas de grupos de 128 médicos de cada país.Los que tienen menos tiempo son los alemanes ( se les paga por actO9 y los que más los americanos.Los británicos son los que consideran que tienen un menor control respecto de su tiempo. le dedicaremos comentario aparte por su interés.
Paul Daurgnon y Michel Naiditch publican en Health Policy un interesante artículo sobre el desarrollo de la iniciativa francesa de fomentar el papel de filtro de los médicos generales, en el que , como de costumbre, los más desfavorecidos tienen menro capacidad de elección.  
El JAMA dedicó un par de interesantes trabajos al uso , condiciones y requisitos que deben tener las historias electrónicas, en un país como el nuestro donde se ha gastado una importante cantidad de dinero cuya utilidad está aún por demostrar
Como no todo cabe, para terminar conviene revisar el número de febrero del CMAJ que dedica una revisión bastante completa a la gestión e implantación del conocmiento científico: desde su creación hasta su adaptación a contextos locales, y incluyendo el paso de la teoría a la acción , con un interesante artículo del grupo de Richard Grol, uno de los mayores expertos en la cuestión.
 Y un comentario final: cada vez es más difícil acceder a los textos completos de las revistas. En este 2010 es casi imposible si no se dispone de una suscripción corporativa. Grandes esperanzas existían de las bibliotecas virtuales corporativas de los diferentes servicios regionales de salud. Bibliotecas que, como de costumbre, suelen tener un sesgo evidente hacia los que ostentan el poder: las revistas que dan alojamiento a trabajos sobre investigación básica y clínica hospitalaria están sobre rrepresentadas.
Y como siempre, la atención primaria, la salud pública y la gestión quedan postergadas a entretenimiento para nostálgicos. Tras comprobar que en la  Biblioteca Virtual que te corresponde,revistas como el Canadian Family Physician o el Health Affairs no aparecen, cuando accedes a la revista deseada te encuentras las puertas cerradas. Una inteligente bibliotecaria, que me ha enseñado mucho, me comentaba hace poco que al reclamar una importante revista que no estaba incluida en la relación de revistas suscritas, el responsable de turno le respondió: "pero, ¿para qué quereis más revistas si ya teneis muchas? Mirar otra parecida".
Vaya país.
(Foto: nacimiento del río Mundo. febrero 2010. Se nota que llueve)

lunes, 29 de marzo de 2010

Procastinando



De la depresión que me ha entrado hoy, al encender mi correo y ver los más de quinientos mensajes que se acumulan en la bandeja de entrada esperando que alguien los lea, he tomado la mejor decisión que tenía disponible: aceptar la invitación de mi amigo Juanjo a tomar un café. Al igual que cerca de un 20 % de la población general, cumplo buena parte de los criterios para ser un procastrinador.
Este horrible término, más próximo al de sexador de pollos que a otra cosa, hace referencia a aquellos individuos que sistemáticamente "dejan para mañana lo que pueden hacer hoy". Postergar las prioridades que nosotros mismos nos marcamos. Por eso algunos autores consideran que esta desidia es un  acto de sabotaje contra nosotros mismos.
Una excusa al respecto es la enorme disponibildad de oportunidades que tiene uno para distraerse: afrontamos una tarea pesada, pero al ver la ingente tarea que nos espera optamos por revisar nuestro correo (sin eliminarlo), entrar en un blog o  meternos en Facebook un ratito.
Otra de las características típicas del buen procastinador es su exceso de optimismo. Quizá porque hoy es imposible decir que no al aluvión de peticiones que nos acechan desde todos los ángulos: jefes, compañeros, amigos, subordinados, familia... Las organizaciones sanitarias, y más en el ámbito de la gestión procastinan permanentemente. Llevados por su aspiración a cumplir las expectativas de todo tipo ( del ciudadano, del profesional, del paciente, del cliente, del jefe, del político...) afontan compromisos inabarcables de muy dificil respuesta.
Joseph Ferrari de la Universidad de Des  Paul  diferenciaba  tres tipos hipotéticos de procastinadores:  los que buscan emociones dejándolo todo para el último día, los evitadores ( tanto del posible fracaso como del posible éxito) y los indecisos, incapaces de tomar una decisión por miedo a  equivocarse. Un trabajo de hace solo unos días de Piers Steel, otro de los mayores expertos en el tema, en un estudio con 4000 encuestados concluye que no hay evidencia que sustente esta distinción, más allá del hecho de que la procastinación es una demora irracional.
El gran Dan Ariely, en sus estudios sobre irracionalidad precisamente, realizó un interesante experimento con sus alumnos ( ver video): a un grupo de ellos les permitió que entregaran tres trabajos ,cuando quisieran a lo largo del curso, a otro les permitió elegir las fechas tope , y al último grupo les impuso dictatorialmente las fechas de entrega. Este último grupo fue el que obtuvo mejores calificaciones.
Parece que el procastinador se hace, no nace, debido a múltiples factores que pueden tener relación con la educación. No es fácil vencer esta tendencia a la desidia. Algunos aconsejan alternar ratos largos de trabajo con cortos de "distracción". Otros recomendan terapia cognitiva.
Tim Ferriss, el famoso autor de "La semana laboral de 4 horas" recomenda cosas tan drásticas como reducir los objetivos diarios a 3, leer el correo solo dos veces al día y reducir al mínimo la dosis diaria de información. A él no le va mal por lo que se ve.
Tal vez sea bueno comenzar por reconocer que el día solo tiene 24 horas y en ellas cabe poco. Que conviene ir a por lo que para nosotros de verdad importa, y mantener las interrupciones  bajo control.
Los interesante trabajos de René Marois ponen de manifiesto que existe una limitación fisiológica a concentrarse en dos tareas a la vez.. Hace tiempo que se sabe que el multitasking no deja de ser una leyenda urbana para resolver problemas complejos. 

viernes, 26 de marzo de 2010

Talk deeply, be happy


Here is a little song I wrote
You might want to sing it note for note
Don't worry be happy
In every life we have some trouble
When you worry you make it double
Don't worry, be happy......
Here I give you my phone number
When you worry call me
I make you happy
Don't worry, be happy
Bobby McFerrin.1988.



Hasta la aprobación a principios de esta semana de la reforma de Obama, una de las noticas estrellas del New York Times lleva el título de este encabezamiento: Habla de temas sustanciales y serás más feliz..Siguiendo con el tema dominante en estos últimos post ( felicidad) parece ser que hablar de cosas profundas, como el sentido de la vida, produce más felicidad que hablar del tiempo, según un estudio del grupo de Matthias Mehl de la Universidad de Arizona.
Lo que, de alguna manera, cuestiona la filosofía subyacente en la famosa canción de Bobby McFerrin, sobre la conocida frase de Meher Baba.
Dos son razones que podráin justificar semejante teoría: por una parte, los seres humanos parece que estamos programados para buscar sentido a la vida, como la vieja película de los Monty Python. Por otra, somos una especie social, interesada siempre en establecer lazos con otros seres humanos.
El trabajo es un estudio de observación naturalista con un escaso número de casos en que se investiga si las personas con un mayor o menor grado de felicidad tienen un mayor o menor número de conversaciones profundas. En definitiva pretende estudiar las circunstancias en que se desarrolla la vida cotidiana de las personas que, aparentemente, mayor grado de felicidad tienen.
La identificación de la   "profundidad" de las conversaciones se realiza por los evaluadores a partir del análsis del registro electrónico que graba 30 segundos de conversación cada 12 minutos y medio durante cuatro días . La evaluación del grado de felicidad a partir de un método múltiple que combina cuestionarios individuales (Satisfaction with Life Scale) con registros de la valoración de informantes externos.
Por supuesto, pocas conclusiones se pueden sacar de un estudio con tan pocos casos, en las que además los participantes son estudiantes. Pero si pone de manifiesto que sabemos muy poco sobre las cosas que nos hacen felices. Y que el tema genera cada vez más interés como objeto de análisis científico.
Al final va  a ser cierto que ser un atormentado también lleva a la felicidad

lunes, 22 de marzo de 2010

Algo se mueve en Cataluña... (que no se mueve en el resto)

La semana pasada tuve la suerte de visitar de nuevo Barcelona y conocer de cerca algunas de las innovaciones organizativas existentes en el Servei Català de la Salut , gracias a la generosa hospitalidad de los amigos que trabajan en las Entidades de Base Asociativa como Valcarca- Sant Gervasi y Sardenya , así como de GesClinic. Y cuando se conocen de cerca, se percibe la diferencia sustancial que existe entre algunos de estos modelos y la triste rutina dominante en el resto del Sistema Nacional de Salud. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con algunas de las iniciativas existents en el Servei, pero es indudable  que existe una vitalidad desconocida en otros servicios regionales.
Hace poco más de una década JJ Artells coordinó un interesante estudio Delphi  a nivel nacional con 438 profesionales de AP ( Perfil, actitudes, valores y expectativas de los profesionales de la Atención Primaria en el siglo XXI). En aquel entonces un 84.5% de los participantes en el estudio estaba a favor de la creación de sociedades profesionales y solo un 64.9% de servicios integrados verticalmente. Pero llegó el siglo XXI y siguen sin existir sociedades profesionales fuera de Cataluña y en cambio predominan por doquier los servicios integrados verticalmente, reforzando aún más si cabe el hospitalocentrismo de nuestro sistema. ¿Casualidad? Posiblemente, no.
Eso sí, mientras en algunas de las innovaciones organizativas centradas en Atención Primaria existemtes en Cataluña se percibe una evidente sensación de autonomía profesional y satisfacción con el trabajo cotidiano, en el resto predomina ( con notables y respetables excepciones) un desánimo manifiesto y creciente.
Ya comentamos en otra ocasión la experiencia del FoCAP, de la que también se hicieron eco Rafa Cofiño y Enrique Gavilán.  Y como muy bien señalaba este último, se ve con una sana envidia. La posible regeneración de la primaria en nuestros país , el que algún día ocupe de verdad el asiento del conductor del sistema sanitario ( como titulaban su magnífico libro Saltman, Boerma y Rico) , no va a venir de la mano de las iniciativas de ningún ministerio ni consejería, ocupadas en responder a otros intereses. Tampoco puede esperarse mucho de sociedades científicas ,colegios ni  sindicatos, entretenidos en otras guerras.  Posiblemente solo un posicionamiento profesional y de profesionales podría revertir la tendencia declinante de la Primaria en España. Capaz de poner en evidencia las declaraciones triunfalistas de tantos políticos, y charlatanes, las promesas incumplidas, los papeles mojados...
Hay mucho talento desperdiciado, escéptico de que pueda conseguirse  un cambio. Pero, si no somos nosotros, si no es la propia gente de la Primaria ¿quien lo va a hacer? El Fòrum Català d'Atenció Primaria puede dar muchas y buenas pistas  de lo  que  puede hacerse, cuando se sale de la comodidad de la segura rutina.

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Resultado o Proceso?

Time is a lion when you are a lamb
The years see the best of intentions and greed
they come without shame, they'll leave you with some
Men become old 

when their hurt becomes need, 
but time is a lover and your time is young


Time is a lion.  
Civilians
Joe Henry.

A vueltas con la felicidad, se ha publicado en el TED, la conferencia que impartió en el foro danés de Arbejdsglæde ( algo así como " Disfrutar trabajando"), el profesor de la Universidad de Columbia Srikumar Rao. El profesor Rao fue profesor en Columbia Business School y en Berkeley, siendo un experto en creatividad y liderazgo.
Y como todos los gurús en la materia, se pregunta sobre qué es lo que hay que hacer para ser más felices.Y paradójicamente la respuesta es... que no hay que hacer nada. El problema es que , en su opinión, estamos programados para ser infelices.
La base de ese aprendizaje malévolo es lo que él llama el modelo If...Then.  Es decir si yo tuviera, fuera , ganara, viviera, dominara, ...esto, eso o aquello,.entonces yo sería feliz. En definitiva, un modelo mental de logro, centrado en la consecución de algo: dinero, influencia, prestigio, sexo, amor..Entre unos y otros solo diferimos en el foco de nuestro deseo. Siempre la ansiedad de las expectativas. Pero luego las expectativas no se corresponden con la realidad. 
Ya veíamos hace unos días  a propósito de la conferencia de Kahneman que no se encuentra la  correlación que suponíamos entre más salario ( por encima de una cierta cantidad) y más experiencia de felicidad. 
A diferencia de estas expectativas,Rao comenta que, al recordar aquellas situaciones en las que uno se sintió feliz,generalmente se comprueba que suelen son momentos en los que simplemente aceptamos  las cosas como fueron, sin pedirle valores añadidos.
La orientación a resultados, otra de las modas de nuestro tiempo, no suele tener en cuenta el hecho de que buena parte del resultado al que aspiramos puede estar fuera de nuestro control. Y sin embargo, solemos interpretar éste en términos de éxito o fracaso: "si consigo la meta, he  triunfado, y si no, he fallado.
Para Rao, la alternativa sería invertir más en el propio proceso y no tanto en el resultado. Centrarse en la tarea que uno está haciendo, procurar  hacerla lo mejor posible, y disfrutar al máximo de ello.
Es inevitable caer en un cierto escepticismo cuando se escuchan estas cosas. Es verdad que ,además, abordan cuestiones resbaladizas, de muy dificil investigación. Pero cuando los modelos de evaluación de las organizaciones y del desempeño de sus profesionales se orienta tanto a los resultados finales, de muy dificil medida y con tal cantidad de factores que intervienen en los mismos, puede estar bien ser prudente, y pensar en las bondades de hacer bien lo que cada día toque. Sin muchas más aspiraciones. 
Lennon decía que "Life is what happens to you while you're busy making other plans". Para Henry "mientras que tu eres un cordero el tiempo es un león". Al final saben más los cantantes que los dirigentes.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La madre de todas las enfermedades

De la misma manera que durante la Segunda Guerra Médica, las Termópilas ( donde el poderoso ejército persa de Jerjes mordió el polvo ante las escasas ,pero astutas tropas espartanas de Leónidas), fue la madre de todas las batallas, la Diabetes mellitus tipo II corre camino de convertirse en la madre de todas las enfermedades. Como dice David Nathan ( director del centro de diabetes del Massachusets General Hospital)   "la Diabetes II captura todos los factores de riesgo en un paciente", según reflejaba el domingo el New York Times. Como se señalaba en este diario, aparentemente el riesgo de tener un infarto de miocardio en una persona diabética sin otros factores de riesgo cardiovascular ( tensión arterial normal, colesterolemia normal, no fumador) sigue siendo tan alto como el que tiene un paciente no diabético que ya sufrió un infarto.
En su entusiasta cruzada por conseguir sus objetivos de reducción de cifras analíticas, investigadores y médicos llevan años recomendando tratamientos muy agresivos destinados a prevenir infartos en diabéticos tipo II. Entre las medidas utlizadas se encuentran bajar la Hemoglobina glicosilada  a niveles cada vez bajos, mantener las cifras de presión arterial o de colesterol más allá de los límites  normales ,e incluso disminuir los picos hiperglucémicos después de una comida. Ni las glucemias elevadas tras un buen plato de espagettis escapan a su frenesí intervencionista.
Para aguar la fiesta el New England publica esta semana diferentes trabajos que ponen en cuestión tales intervenciones las cuales, no solo pueden ser inefectivas, sino también causar daño a los pacientes.
El primero de ellos estudia la hipótesis de que cuanto más bajemos la presión arterial ,menor riesgo vascular existirá. Pero en un trabajo con cerca de 5000 pacientes del grupo de estudio ACCORD, se concluye que los pacientes a los que se consigue disminuir la Presión arterial sistólica por debajo de 120 mmHG  no solo no se reducen los eventos cardiovasculares, sino que los pacientes tienen efectos secundarios más graves que aquellos pacientes en que el esfuerzo se limita a alcanzar los 140 mmHG.
El mismo grupo publica también en New England otro trabajo con más de 5000 pacientes en que se compara la tasa de eventos cardiovasculares en diabéticos, a los que trata con una terapia combinada  de fenofibratos y simvastatina, frente a los que solamente se dispensa la segunda.Sin encontrar diferencias.
Aun más llamativo es el trabajo del grupo de estudio Navigator, en un estudio con más de 9000 pacientes para evaluar la efectividad de disminuir la hiperglucemia postpandrial con nateglinida en pacientes con intolerancia hidrocarbonada , en el que se demuestra que tal intervención no tiene efecto alguno en el riesgo vascular. 
Como dice Nathan "más bajo no es necesariamente mejor". .De la misma forma que tener un ejército mucho mayor ( como tuveron los persas) no garantiza la victoria, llevar los bientintencionados objetivos terapéuticos más allá de lo razonable no asegura la mejor salud de los pacientes. Más bien todo lo contrario.

sábado, 13 de marzo de 2010

Apostillas sobre Kahneman



En el último post comentábamos la conferencia de Kahneman en TED en relación  con las diferencias entre las experiencias y su recuerdo cuando hablamos de felicidad. Al acabar la misma, Chris Anderson , conductor de TED ( no confundir con Chris Anderson , el autor de The Long Tail y editor de Wired) le preguntaba sobre uno de sus últimos trabajos, una encuesta realizada para Gallup con una amplia muestra de norteamericanos ( alrededor de 600.000).
El dato más relevante de la encuesta es un número: 60.000 dólares.
Con respecto a la experiencia de felicidad, si el salario anual es menor de esa cantidad, la experiencia de felicidad dismiuye de forma proporional a los ingresos. Pero, sin embargo, por encima de la misma, no se observa un incremento proporcional en la experiencia de felicidad según aumentan los ingresos, sino una línea completamente plana.Como bien dice Kahneman " el dinero no compra tu experiencia de felicidad, pero ciertamente su ausencia si compra tu miseria".
Nuestro recuerdos respecto a la felicidad,en cambio, dice algo bien distinto: "cuanto más dinero ganes , más satisfecho estarás".
El que está dispuesto a mantener el salario o incluso a perder un poco de dinero  a cambio de una oferta de trabajo más estimulante o interesante, ha sido tradicionalmente tachado de idiota, cuando no de loco. pero al final parece que tal vez tenga razón..
Cuando en la maravillosa Les Enfants de Marais ( La Fortuna de vivir) Jacques Villeret le dice a Michel Sarrault: "A mi me encantaría ser rico" , éste último, millonario en los últimos años de su vida , le responde "nunca he sido tan rico como cuando vivia en el pantano".Un pantano en el que se pescaban ranas, se bebía vino, se reía mucho y se compartía todo.

jueves, 11 de marzo de 2010

La experiencia y su recuerdo (o de cómo nos engañamos sobre lo felices que somos)


" La vida es un recurso finito que gastamos durante nuestra estancia en la tierra"
 Daniel Kahneman


Recién salido del horno, el TED ( la increíble plataforma virtual de conferencias que patrocina la BMW) acaba de publicar la conferencia que dio en Monterrey en febrero el Nobel de Economía Daniel Kahneman.
Kahneman es el padre de la Economía de la Conducta, y tal vez el psicólogo vivo más influyente. Cuando el Banco de Suecia le otorgó el premio Nobel, en cierta manera estaba reconociendo que gran parte de la teoría económica que había dominado durante gran parte del siglo XX, y que considera al ser humano una especie racional estaba en buena parte equivocada; buena parte de nuestras decisiones son irracionales, y en ellas influye de manera muy especial la emoción. Mucho debemos en el conocimiento de todo ello a los trabajos de Kahneman y Tverski.
La felicidad está de moda en los sistemas sanitarios; las más prestigiosas publicaciones sea en el ámbito de la salud o la economía sanitaria se plantean considerar a la felicidad como un resultado más de la actividad sanitaria. No es una idea nueva. El gran Tudor Hart ( The political economy of healthcare: a clinical perspective.2006) ya planteaba  que si la mayoría de las actividades del NHS no implican salvar vidas, sino hacerlas más felices y menos dolorosas, tal vez el aumento de la felicidad y la reducción del dolor fueran mejores medidas de producción ( del sistema sanitario).
La conferencia de Kahneman habla de las trampas "camboyanas" que esconde el hablar de la felicidad. Y la principal  es la confusión que solemos tener entre nuestras experiencias y nuestros recuerdos de las mismas: no es lo mismo hablar de si eres feliz EN tu vida o si eres feliz CON tu vida. En este sentido cuenta la experiencia de un colega que cuando asistía a una gloriosa sinfonía, ésta se vio empañada por un estruendo horrible al final de la misma: en su percepción el ruido arruinó toda la experiencia previa. Para Kahneman la experiencia  ya estaba ahí, con toda su gloria. Había pasado y se había disfrutado. Lo que se estropeó fue el recuerdo de la misma
Experiencias y recuerdos  son cosas diferentes. Nuestra memoria  es un magnífico cuentista. Su capacidad de seducción hace que nos creamos sus patrañas. Y nuestros recuerdos se construyen (según Kahneman), a través de los cambios que experimentamos en su vivencia, los momentos significativos que nos aportan, la forma en que finalizan. En una vida puede haber 600 millones de momentos, de las cuales la mayor parte no deja traza alguna. Si vamos de vacaciones dos semanas y las dos son igual de estupendas, la experiencia conjunta no es el doble de satisfactoria, porque no hay apenas cambios en la percepción de la experiencia.
Hace ya unos cuantos años Kahneman realizó un estudio muy interesante con pacientes a los que se sometía a una colonoscopia: cada 60 segundos se le preguntaba por la intensidad del dolor (también hay que ser un poco sádico). Los que pasado un tiempo tenían un recuerdo más doloroso no eran los que habían descrito mayor intensidad de dolor en el procedimiento, sino aquellos en los que la intensidad del mismo era mayor en el momento en que terminaba la prueba.
Habitualmente elegimos entre recuerdos, no entre experiencias. Incluso cuando pensamos en el futuro pensamos sobre recuerdos anticipados. No nos preguntamos sobre lo felizmente que vivimos, sino más bien  sobre lo  feliz  que nos sentimos cuando pensamos en nuestra vida.
El trabajo (sea de gestión, sea clínico, o sea una mezcla de los dos) es una sucesión interminable de experiencias en las que algunas dejan marca: las que significan cambios, las que aportan momentos significativos, las que terminan abruptamente (nadie olvida su cese) Sobre su recuerdo solemos  hacer el balance de si nuestro trabajo merece la pena, si es equilibrado el precio que se paga. y el beneficio que se obtiene. No conviene confundirnos entre lo que vivimos y los recuerdos que nos trae lo vivido. En especial cuando miramos hacia delante.


lunes, 8 de marzo de 2010

El gatopardo sanitario

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        "Algo habría que cambiar para que todo siguiera como estaba"
                                    El gatopardo. 1958.Giuseppe Tomasi di Lampedusa 

Es conocida sobradamente la novela de Lampedusa, las andanzas del príncipe Fabrizio Salina en la Sicilia de finales del XIX, sobre la que Luccino Visconti rodó un clasico del cine italiano: los turbios manejos del príncipe, el papel mezquino de la iglesia representado por el padre Pirrone, la pasión entre Tancredi y Angelica... o entre Alain Delon y Claudia Cardinale.
Leyendo el estupendo post de Alain Ochoa en Aquí viene la plaga, de la que se hacíe eco Salud con cosas ayer, uno tiende a pensar en los Príncipes Salina del sistema sanitario español, empeñados en generar cambios a todo velocidad , para que en el fondo todo siga igual.
Como comenta Alain no deja de ser deprimente que las noticias, los titulares, los problemas, las soluciones que se plantean para nuestro sistema sean igual hoy que en 1993: la atención primaria abandonada, los profesionales hartos de un sistema que no abandonan, el gasto farmaceútico como gran preocupación, la coordinación entre niveles como asignatura pendiente, la investigación que está a punto de reventar de éxito... Y cada servicio de salud innovando más que el vecino, algo que se repite hasta la naúsea.
Como dice el Gatopardo " los sicilianos no harán nada por superarse porque se creen perfectos. Su vanidad es más grande que su miseria" .Siendo el  cuarto mejor sistema sanitario del mundo , ¿para qué necesitamos cambiar?

                                                                                                                                                                 

sábado, 6 de marzo de 2010

Existen los fantasmas

Hablábamos hace unos días del genial premio de un millón de dólares que ofrece James Randi al que demuestre la efectividad de alguna medicina alternativa. Como es posible que rechacen tal suculenta oferta la legión de defensores de la homeopatía?
El periódico El País publica hoy en su página central un interesante artículo a dos páginas con el sugerente título de " La homeopatía, ¿quimera o ciencia?". Ya el inicio es suficientemente prometedor de lo que viene después: " La cebolla (Allium cepa) constituye uno de los ingredientes base para hacer un buen sofrito. Pero también puede curar un resfriado común..".
Debo pertenecer, como muchos de los autores que más admiro, (entre los que se incluye Joan Ramon Laporte, única voz crítica respecto a la homeopatía que aparece en el artículo) a lo que el autor llama "...científicos y médicos a quienes esto de la homeopatía les parece una patraña". Considera, además,que "la homeopatía  despierta filias y fobias, y suscita manqiueas opiniones. O se defiende a ultranza o se denuesta. No hay término medio".
Pues sí, no hay término medio. Primero, porque si los argumentos a favor de la homeopatía son los que ponen en boca de Luc Montaigner, premio Nobel descubridor del virus del HIV , es para creer, no solo en la homeopatía , sino también en los fantasmas: " ...muchos críticos dicen que no hay nada. pero si hay algo. Nosotros hemos demostrado que hay estructuras en el agua que son inducidas por vibraciones electromagnéticas ." Parece ,por tanto ,que queda el espíritu de la sustancia, vibrando...
La segunda razón en contra, y mucho más relevante ,es la de ausencia de pruebas científicas respecto a la efectividad de la homeopatía. Si se hace una búsqueda en TRIP o en la Cochrane los resultados a favor de la  efectividad de la homeopatía son bastantes deprimentes. Baste la conclusión de Bandolier al respecto : Hasta que grandes ensayos clínicos  y bien realizados nos digan algo diferente ,la conclusión es que la homeopatía no funciona, y su uso en lugar de tratamientos de probada eficacia no es una cuestión trivial. Buena parte de la gente es " aliviada " de su dinero por los homeópatas al cabo del año. Pero hay muy poca evidencia de que sean "aliviada" de algún sufrimiento.
 La gente puede gastarse el dinero en lo que más le apetezca. Incluso en ver a Bisbal. La cuestión grave es que , como se menciona en el artículo de el Pais, La Organización Médica Colegial, la Sociedad Catalana de Médicos de Familia y la Agencia Española del Medicamento, respaldan el uso de estas sustancias , pese a la ausencia de pruebas al respecto. Representantes anónimos de dicha Agencia comentan " Efectivamente estamos hblando de medicamentos con eficacia demostrada con estudios científicos y ensayos, al igual que sucede con los medicamentos convencionales , los alopáticos". 
La lectura del reportaje por un ciudadano medio, lego en la materia, induce a pensar que la homeopatía es algo potencialmente útil, que debería posiblemente incluirse en nuestra cartera de servicios ( como ya lo hacen Reino Unido y Francia , como bien remacha el periodista). No sería raro que algún dirigente político lo hiciera, deseoso de responder a las expectativas del ciudadano. El mismo político que luego reclamará a sus médicos un uso adecuado del medicamento

martes, 2 de marzo de 2010

El dominio de los tinieblos

- Verá, quería preguntarle si es muda de nacimiento o si la había sometido a alguna prueba de eliminación de sonido...
- ¡Oh, no¡ ¡Se me había olvidado por completo¡-contestó.
Hice con ella un experimento de eliminación de sonido
y me olvidé de devolverla al estado natural.
¡Qué desastre¡ Tendré que ir enseguida a restablecer
su sistema de sonido.

- Si, es buena idea- repliqué


El fin del mundo y un cruel
país de las maravillas

Haruki Murakami.- 1985


En una de las antiguas novelas de Murakami, recientemente traducida al castellano como El fin del mundo y un despiadado país de las Maravillas, un extraño científico, escondido en los subsuelos de Tokio, se empeña en regular,a voluntad, el sonido de las voces ajenas.: subirlas cuando son agradables, bajarlas cuando molestan o dicen inconvenientes. El protagonista , un experto en descifrar información compleja, huye de semióticos ( traficantes de información valiosa) y tinieblos ( subterráneos cazadores carnívoros ), a la busca del Fin del mundo, una ciudad amurallada, que representa su conciencia. Para acceder a ella uno de los requisitos impresindibles es separarte de tu sombra: allí solo se puede entrar sin ella.
Hace unos años, el Plan de Innovación en Atención Primaria de Cataluña levantó bastantes expectativas, no solo allí, sino en toda España, ante la falta de respuestas interesantes que pudieran frenar el deterioro aparentemente inevitable que afecta a la Primaria de todo el país. Y era interesante tanto por las propuestas , como por el prestigio de sus líderes. Pero como poco dura la alegría en casa del pobre, el Diario Médico se hacía eco hace unos días de la noticia del cese de Ramón Morera y Amando Martin Zurro, por parte de la Subdirectora del Servei Català de la Salut y Directora General de Planificación y Evalación, de nombre Maria Luisa de la Puente . Así mismo el Fòrum Català d'Atenció Primària (FOCAP) ha publicado una declaración al respecto, lamentando la oportunidad perdida. Aunque en estos casos las administraciones suelen ser opacas, parece que, una vez más el globo de las esperanzas se pinchó por parte de las grandes corporaciones hospitalarias, poco dispuestas a perder su posición en el sistema.
Por desgracia proliferan cada vez este tipo de actuaciones en nuestro país:l a administración de turno busca a profesionales de prestigio para refrendar sus iniciativas; si pertenecen a una sociedad científica representativa , mejor. Mientras sirvan de respaldo a sus políticas todo va bien: fotos, besos y abrazos. Pero si los expertos discrepan de la línea oficial, ponen en cuestión las innovaciones de moda, rápidamente se les baja el sonido de la voz; a veces no queda más remedio que anularla. No les cuesta mucho separarse de sus propias "sombras".
El protagonista de Murakami en un momento determinado dice: " A mi no me van las grandes organizaciones. Carecen de flexibilidad, suponen una gran pérdida de tiempo y esfuerzo. Hay demasiados cretinos dentro" ( página 95).
Esperemos que el dominio de los tinieblos sea transitorio.