domingo, 3 de mayo de 2009

La tiranía de lo que puede ser medido (1)

"Los clínicos estamos obsesionados con controlar la incertidumbre y obtener datos objetivos pensando que de esta manera lo sabemos todo. Puede que sí, pero tambien es posible que no entendamos nada de lo que le ocurre al paciente"
Miguel Melguizo ( Comentario al último post)

Entre los beneficios que tiene participar en un Máster entre diferentes instituciones europeas (Europubhealth), uno de los más evidentes es de poder compartir un par de meses cada año con profesores invitados de diferentes instituciones del mundo. Estos días tenemos la suerte de contar entre nosotros con Adolfo Rubistein. Adolfo es muy conocido dentro de la medicina de familia: además de ser Jefe de servicio y profesor de Medicina de Familia y Salud Pública del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde también dirige el Instituto de Efectividad Clínica, es actualmente el presidente regional para Iberoamérica de la de la sección De América de Wonca ( Organización Mundial de Médicos de Familia). Acaba de publicar un magnífico trabajo con Iona Heath, Kurt Stange y Mieke Van Driel en el BMJ sobre la cuestión de la calidad en atención primaria. Y por lo que se ve, las preocupaciones respecto a lo que están representando los modelos de medición del desempeño de la atención primaria a partir de determinados indicadores de atención a enfermedades son bastante más generalizadas de lo que parece.
En los últimos años casi todos los sistemas sanitarios han desarrollados modelos de indicadores de desempeño ( performance indicators) que definen lo que es una atención médica de calidad. De inspiración claramente hospitalaria, a menudo reducen la complejidad de la atención a la medición de lo que es más sencillo medir. El Reino Unido ha sido una de las vanguardias en la materia, que ahora toman la forma de los Quality and Outcomes Framework (QOF).
Pero los pacientes que acuden a atención primaria tienen múltiples problemas ( físicos pero también psiquicos o sociales) que intreaccionan entre sí. Heath, Rubistein & al. consideran imprescindible reconocer la complejidad inherente a la atención primaria, a la que también nos hemos referido otras veces. Desde su punto de vista es preciso equilibrar los elementos biotécnicos con los biográficos, evaluando tanto las tareas "verticales" ( el manejo de enfermedades agudas o crónicas, la atención a actividades preventivas), con las funciones "horizontales" de personalización o priorización en la atención a las personas, de las que no sólo se benefician éstas sino también las familias y comunidades de las que forman parte.La generalizada preocupación por la variabilidad de la práctica médica debería tener también en cuenta, segun los autores, que a veces esta también refleja la diferencia justificada entre pacientes distintos con necesidades específicas.
No reconocer las características específicas de la atención primaria, y la gran diferencia que existe entre el trabajo realizado en este nivel asistencial y el realizado en los hospitales es devaluar la utilidad que puede tener una atención primaria de verdadera "calidad". Medir lo más fácil de medir puede llevarnos a creer que nuestros servicios son buenos o malos sin ninguna base real.
(1: G.Povar. Med Care 1995)

1 comentario:

  1. Me quedo con esta frase: "Medir lo más fácil de medir puede llevarnos a creer que nuestros servicios son buenos o malos sin ninguna base real".

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