Hardeep Singh es una de las referencias más
importantes en investigación sobre error diagnóstico, como ya comentamos cuando
hablamos hace unos meses de la V Conferencia internacional sobre error diagnóstico celebrada en Baltimore.
Acaba de publicar , junto a Davis,Meyer,
Forjuoh,Reis y Thomas, uno de los estudios más importantes sobre tipificación de
errores diagnósticos ocurridos en atención primaria(AP) publicados hasta la fecha.
Bien es cierto que “esa” atención primaria no es extrapolable a “nuestra”
atención primaria, puesto que estudia
dos ámbitos tan distintos como el de 35 profesionales de atención primaria de la organización
de Veteranos y otros 34 médicos de una organización privada americana; ambos
atienden a unas 50.000 personas respectivamente.
Identifican un total de 190 casos de error
diagnóstico mediante una metodología previamente descrita por ellos y
consistente en reconocer situaciones en que es probable la existencia de
algún tipo de error en el proceso diagnósticos ( "trigger queries”): una visita
índice en AP seguida de una hospitalización imprevista en los siguientes 14
días, o bien de una visita urgente o realizada al servicio de urgencias en el
mismo periodo. Los revisores consideraban que se había producido un error diagnóstico
en aquellos casos en los que el diagnóstico correcto ya era evidente en la
visita índice o si hallazgos
anormales identificados en dicha visita podrían hacer sospechar el diagnóstico
correcto.Es decir había error cuando existían “ oprtunidades perdidas “ para éste
.Mediante el mismo procedimiento se revisaron también una muestra aleatoria de
visitas de control.
La importancia del error diagnóstico en
relación a la seguridad del paciente y la práctica de la medicina comienza por
fin a ser reconocido después de décadas de silencio y ocultación. Otro clásico
de la materia , David Newton-Toker, quien hace el comentario al trabajo de
Singh, hace una estimación de la repercusión del problema: calcula que se
pueden producir oportunidades perdidas para un mejor diagnóstico en cerca de un
0.5% de las consultas. Aunque parezca escaso, extrapolando al total de
consultas realizadas en AP solo en Estados Unidos, más de 150.000 pacientes
sufren daños derivados de un error diagnóstico en este país. En el 86.8% de los
casos el daño derivado del error fue considerado como severo moderado o severo
en el estudio de Singh , aunque dichas cifras pueden estar sobreestimadas
puesto que identifican errores a partir de casos de hospitalizaciones o visutas
posteriores a urgencias.
De cada uno de los casos de error se revisaron
los factores que podrían haberlo producido.Siguiendo una taxonomía de los
propios autores, se identificó en cada caso en qué fase del proceso diagnóstico
se produjo el error:durante el encuentro médico-paciente, en la interpretación
de las pruebas diagnósticas, el seguimiento de la información diagnóstica o la
fase de derivación.
Al margen de identificar los procesos en los
que se producen un mayor número de errores ( neumonía, insuficiencia cardiaca ,
fallo renal , cáncer o infección urinaria) algunos hallazgos son especialmente
relevantes:
En primer lugar en el 96% de los casos había
información que permitía llegar al diagnóstico correcto en la primera visita.Y
aunque en dos tercios de los casos el diagnóstico no realizado estaba en
relación con el motivo de consulta, en la mitad de las ocasiones faltaba la
investigación sobre el síntoma
principal.
En segundo lugar , en cerca del 80% de las
ocasiones el error se produce en el momento del encuentro entre el médico y el
paciente ( en ambos tipos de organizaciones), y no tanto en las sucesivas fases
del proceso diagnóstico. Las deficiencias en el proceso posiblemente sean
debidas a defectos en la integración y síntesis de la información clínica
obtenida en la anamnesis, la exploración o la revisión de la información previa
En tercer lugar, en más del 80% de los casos no hay información
sobre si se realizó algún tipo de diagnóstico diferencial, piedra angular del
proceso diagnóstico.
Por último, y lo que aún es peor, en un tercio de los casos el error
se produjo debido a los procesos de copia y pega realizados a partir de la
información de la primera visita recogida en la historia electrónica.En países como Estados Unidos y Reino Unido preocupa el mal uso de ésta , precisamente debido a la tentación de usar determinadas
rutinas que facilitan mucho el trabajo. Aquí sin embargo aquellas parecen ser el bálsamo
de Fierabrás que solo tienen ventajas pero ningún inconveniente.
Como señalan tanto Singh como Newton- Tocker
los médicos de AP manejan una amplia variedad de problemas de alta y creciente complejidad
en un breve espacio de tiempo. Del citado estudio se deduce que para reducir el
daño producido por el error diagnóstico no se precisa costoso aparataje ni
tecnologías de última generación, sino mejorar el proceso clínico durante la
consulta con el paciente. Ignorar ( como se suele hacer también aquí) que es
preciso disponer un tiempo adecuado para ello, supone continuar con la cabeza metida en el agujero. Como el avestruz.
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