“La ruptura del sistema ético y jurídico mundial es ahora casi completa
.Por eso, las consecuencias de esta debacle no van a afectar solo a lo que está
sucediendo en Gaza.Gaza es una caja de Pandora abierta que trasciende a la
propia Gaza. Lo que está pasando va a afectarnos a todos y todas en cualquier punto
del planeta, porque nos devuelve a las puertas de Auschwitz,al mundo sin ley,
sin moral y sin piedad donde todas las formas de violencia eran posibles”
Pablo Simón. AMF 2025;21(7):395-403
Esta semana se han difundido dos
referencias respecto a lo que está ocurriendo en Gaza ante la insólita
indiferencia de la mayor parte de la humanidad: el artículo de Pablo Simón en
AMF, y la jornada celebrada en el Colegio de Médicos de Toledo, organizada por
su Presidente Raúl Calvo.
Es sobradamente conocida la
trayectoria profesional, compromiso y conocimiento de Pablo Simón. Además de ser uno de los mayores referentes de la
Bioética en España, responsable en buna parte de lo mejor que se ha
desarrollado legislativamente en este país. Pablo tiene una extraordinaria
capacidad para explicar lo complejo, con claridad y rigurosidad. Su “Ética médica y genocidio en Gaza. Los retos
para los profesionales y sus organizaciones”, debería ser de lectura obligada
para todos los médicos. Primero porque comienza describiendo fríamente por qué
deberíamos estar preocupados e interpelados por lo que allí ocurre, donde argumentaciones
como las de no tener responsabilidad sobre ello, pillarnos muy lejos o no poder
hacerse nada no dejan de ser excusas injustificables. Esa “ceguera moral” , esa
indiferencia estremecedora de todas las llamadas “democracias” no hacen más que
facilitar la escalada genocida de un tirano llamado Netanyahu, quien humilla
cada día con sus actos la memoria de todos los judíos que murieron por las
decisiones de otro tirano de similar grado de brutalidad humana llamado Adolf
Hitler. Pablo Simón desmonta en una ilustradora tabla la falsedad de los
argumentos utilizados por el gobierno israelí, el norteamericano, la mayor
parte de los europeos y la gran mayoría de medios de comunicación para
justificar la barbarie: desde que todo comenzó el 7 de octubre de 2023 hasta
que Israel tiene derecho a defenderse pasando por el lugar común de que la
oposición a Israel es antisemitismo. Además de ello, Simón sitúa a la profesión
médica ante el espejo, ante las obligaciones éticas que tienen todos y cada uno
de los médicos y sus organizaciones en relación con una vulneración tan
absoluta de los derechos humanos como la que está perpetrando el gobierno de Israel
con el beneplácito de sus ciudadanos. Por ello no deja de resultar asombroso el
silencio descomunal de los corderos de los colegios de médicos de todas y cada
una de las provincias españolas (salvo Toledo) y por supuesto de la
Organización Médica Colegial. Como bochornoso
es el silencio de buena parte de las sociedades profesionales, en cuyas
páginas web se ignora completamente el genocidio, ocupados como están en organizar
sus próximos colegios. Por eso tiene tanto valor la iniciativa del colegio de
Toledo de dar la voz a los que habitualmente nunca la tienen. Es muy
recomendable volver a ver la grabación íntegra de dicha jornada, en la que
Pablo Simón termina su intervención señalando la que el trabajo realizado por
el gobierno de España a este respecto es absolutamente insuficiente, sustituyendo
las intervenciones realmente efectivas por declaraciones emotivas en redes
sociales tan bienintencionadas como insuficientes , y en el que el Ministerio
de Sanidad español no ha hecho ni la mitad de lo que podrían haber hecho, como
publicaron los miembros de Health Workers for Palestine en un medio de comunicación. En esa carta desesperada se proponían medidas concretas a tomar
por el gobierno español que, evidentemente, no solucionarán la situación, pero
contribuirán de alguna forma a aumentar la presión para parar esta matanza. Escuchar
en este contexto al Ministro de Asuntos Exteriores español Albares decir que
España es el país del mundo que más está haciendo por Palestina es tan ridículo
como en el fondo ofensivo para los que soportan tanta brutalidad.
Cuando uno lee los antecedentes y
el desarrollo del ascenso de Hitler al poder, la estrategia de aniquilación de
judíos, gitanos, discapacitados y adversarios políticos, cuesta mucho entender
la pasividad de entonces de los llamados gobiernos democráticos, británico,
francés, norteamericano, que ya estaba muy presente en el desenlace de la
Guerra Civil española, y que , con su aquiescencia , permitió que aquel horror
fuera posible. Hoy cuesta mucho entender que al menos no se haya suspendido
cualquier tipo de relación diplomática con Israel, suspendido cualquier
colaboración con instituciones israelíes del tipo que sea ( incluyendo las
académicas, o científicas), prohibido el intercambio comercial con ese país,
más específicamente en materia de suministro de productos sanitarios
procedentes de allí. No sirve el argumento de que la población de Israel no es
responsable de lo que hacen sus dirigentes: primero porque propiciaron ese
gobierno, y segundo porque mayoritariamente apoyan esa política de exterminio
en una amplísima mayoría.
Como señala Simón hemos vuelto al
punto de partida de 1936: a un al mundo sin ley, sin moral y sin piedad donde
todas las formas de violencia van a ser posibles. De la misma forma que ser
neutral ante el ascenso del nazismo era colaborar en aquel exterminio, ser
neutral hoy es participar en este genocidio.
Fotografia. Mahmoud Issa