La Asociación Mundial de Médicos de Familia (WONCA) aglutina a las sociedades científicas de medicina familiar y comunitaria de los diferentes países del mundo. Por supuesto su idioma es monolíticamente el inglés. Hasta la toma de posesión de la Dra. Viviana Martinez-Bianchi en el pasado congreso de WONCA celebrado en Lisboa ninguna persona latinoamericana había sido presidente o presidenta de dicha organización en sus 53 años previos: de 20 personas que ocuparon el cargo hasta ese momento ¡4¡ fueron australianas, 3 estadounidenses, 2 canadienses, dos holandeses, dos británicos, otros tres europeos, un africano y tres asiáticos ( dos de ellos de Hong Kong que ya se sabe es referente mundial en medicina familiar). Sólo tres eran mujeres, no sorprendentemente en la última década (Amanda Howe, Anna Stevdal, Karen Flegg). No es difícil concluir que WONCA ha constituido siempre un lobby de un determinado mundo y una determinada forma de entender el mundo.
Por eso sorprende la elección de Viviana Martinez Bianchi, y sorprende aún más que ese cambio podrá tener continuidad con la elección de la Dra Pilar Astier como próxima Presidenta, elegida en el mismo congreso de Lisboa.
Aunque Viviana trabaja de médica de familia y profesora en la Universidad de Duke en Carolina del Corte, es argentina de nacimiento, y ha estado permanente involucrada en toda la región latinoamericana desde que comenzó su participación en foros internacionales. No sólo es una excelente profesional de la medicina y de la formación de los futuros especialistas en medicina de familia, sino que domina muy bien una habilidad clave para conseguir cambios, que es la capacidad de actuar como lobby de influencia y poder.
Pilar Astier también compatibiliza su trabajo de médica de familia asistencial, de trinchera y consulta con su actividad académica, habiendo sido una persona fundamental en la sensibilización y formación en seguridad del paciente desde el grupo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunidad (semFYC) en esta materia, entre otras muchas acciones. Por primera vez, y sin que sirva de precedente, existe la posibilidad de que otras formas de ver, pensar y difundir la medicina familiar tengan la voz que hace tiempo que merecían, porque (como ha puesto de manifiesto muchas veces los SIAP) son múltiples las experiencias y conocimientos brillantes a uno y otro lado del Atlántico que hablan español o portugués.
También excepcionalmente los medios de comunicación de forma sorprendentemente generalizada se han hecho eco de la noticia de la elección de Pilar Astier. Bueno. Todo no, claro. El País no lo consideró relevante, como no considera relevante nada que tenga que ver con una especialidad que suele menospreciar, alejada como está del poder tecnológico y farmacéutico que tanto gusta al periódico.
Por desgracia semejante noticia no tendrá impacto en los responsables políticos de salud de este país. En su mayor parte piensan que la WONCA debe ser la fábrica de chocolate en el mejor de los casos, y la medicina de familia ese tormento que siempre se queja y del que ya casi nunca se encuentran efectivos.
Martinez- Bianchi y Astier tienen un gran reto por delante: darle visibilidad a la especialidad más importante de un sistema sanitario.