viernes, 2 de julio de 2010

Autonomía, maestría, propósito

Comentábamos hace unos días el trabajo de Helen Lester, profesora de Atención Primaria ( ¿para cuando aqui?), en el NHR School for Primary Care Research en Manchester, relativo a los efectos que supone retirar incentivos a determinados objetivos en materia de desempeño clínico: analizando lo ocurrido en un periodo de diez años ( 1997 a 2007) en 35 práctica clínicas que atendían a algo más de dos millones y medio de pacientes, se comprobó que cuando los incentivos económicos desaparecían , el desempeño en los indicadores ligados a incentivación ( el llamado pay for performance) disminuía en un 3% anual, en el caso del cribado para retinopatía diabética, y 1.6% anual, en el caso del cribado del cáncer de cervix.
Dan Pink es un conocido experto en análisis de empresa, columnista regular en el New York Times o en Daily Telegraph, habitual colaborador de  Wired y Harvard Business Review. Obtuvo un gran éxito con  su Drive, libro en el que repasaba el estado del arte de los últimos 50 años en materia de motivación. Lleva  más de seis meses en la lista del New York Times.
Por su parte la Royal Society for encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA) en su campaña "21 Century Enlightment" ha desarrollado un brillante software para transmitir ideas a partir de dibujos y caricaturas grabados en video y reproducidos a velocidad rápida.
La unión de ambos talentos ( Pink & RSA) produce una interesante reflecxión, en apenas 10 minutos ,de lo que se sabe sobre la motivación  humana. Y aporta conclusiones interesantes: los incentivos financieros funcionan para tareas repetitivas y mecánicas ( no hay que olvidar que clicar una casilla en una historia electrónica, lo que se hace con muchos indicadores clínicos, lo es), pero en cambio no funciona para tareas creativas .
Como dice Pink, la ciencia es un poquito freaky. De ella se deduce, que en el fondo, no somos tan manipulables y predecibles como podríamos creer. En varios estudios del MIT en los que se pagaba a los estudiantes por hacer determianadas tareas, se conseguía mayor rendimiento con dinero si las tareas eran mecánicas o repetitivas ( memorizar listas de números, resolver puzzles,), es decir cunado se requerían habilidades cognitivas rudimentarias. El palo y la zanahoria sirve en estos casos, pero parece que SOLO en estos casos.
La mala noticia es que en el resto de los casos ( cuando el reto al que nos enfrentamos es complejo, y requiere imaginación y creatividad)  el dinero no es suficiente.. Pero la buena noticia es que  los instrumentos a los que hay que recurrir no son costosos, ni  especialmente complejos,: en estos casos lo que funciona es algo tan sencillo como la Autonomía ( el deseo de ser autodirigido y tener margen de maniobra para hacer el trabajo), el dominio de la disciplina ( la aspiración a hacer cada vez mejor las cosas y contribuir a la mejora de algo casi siempre por el simple placer de hacerlo) y el tener claro el propósito por el que hacemos las cosas ( y que no es solamente el de ganar  más dinero).
No parece difícil de hacer. Pero ninguna institución trabaja en serio en ello.

1 comentario:

  1. me ha encantado la entrada de hoy. El video es genial! Llevo un tiempo leyendo sobre temas de incentivos y cambios de comportamiento, un tema que me apasiona. lo malo es que es dificil de llevar a la práctica...

    la canción de hoy sábado de saludconcosas creo que te gustará.

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