jueves, 29 de abril de 2010

Once horas de trabajo. Y cuatro minutos para hablar con un paciente

(Publicado el 26 de abril en Diario Médico).


“La perfección no es tener más que añadir, sino nada que eliminar”
Saint-Exupery.

La reivindicación sobre un mayor (y sobre todo mejor) tiempo para atender a los pacientes es uno de los temas en gestión sanitaria que más aburrimiento producen. Hasta ahora había sido lamento habitual y exclusivo de la Atención Primaria (con sus crónicas reivindicaciones de diez minutos por paciente), pero sin embargo comienza a ser también un problema  creciente en los hospitales, o al menos eso parece deducirse de un curioso trabajo (por el fondo y por la forma), realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Freiburg en Alemania., publicado el 9 de abril en el BMC Health Service Research . La metodología es sencilla y sería interesante replicarla en nuestro país: simplemente observar lo que hacen en un día de trabajo, una muestra randomizada de 34 médicos de sala de 15 diferentes departamentos ( desde medicina interna a cirugía, ginecología o neurología) en un hospital de 1700 camas. De media, un médico en dicho hospital dedica casi once horas a su trabajo diario (con un rango de 8 a 14). El café les lleva apenas  media hora. Lo que más tiempo les consume es discutir con los colegas (a menudo en relación con los problemas de los pacientes) ,a lo que dedican una media de dos horas y media, dedicando otras dos horas y media a cuestiones administrativas y burocráticas. Al final el tiempo total dedicado a comunicación con los pacientes y sus familiares  se reduce a poco más de una hora ( de once), lo que establece el pírrico dato de  solo cuatro minutos y 17 segundos por paciente al día. Curiosamente los médicos observados en cambio tienen la sensación subjetiva de que dedican dos veces más de tiempo a los pacientes del real, y siete veces más a los familiares.  Dos conclusiones parecen evidentes: la primera es que los médicos alemanes trabajan mucho; la segunda (como señalan ellos), que conseguir una buena comunicación con los pacientes es cada vez más difícil, y que el incremento de la “presión del tiempo” y de las  tareas administrativas  produce una satisfacción cada vez menor con el trabajo.
Las prioridades estratégicas de buena parte de los servicios sanitarios, orientadas a responder con prontitud y celeridad a las demandas de los pacientes, fomentando decididamente la  “toma de decisiones compartidas con los mismos” , son difícilmente compatibles con una ocupación cada vez mayor del tiempo de trabajo para burocracia diversa.
Los tiempos en consulta en atención primaria en España están bastante lejos de la media de los países con los que pretendemos compararnos.  Y  ya hace años, Wilson demostró que a mayor duración de las consultas existe una mayor atención a problemas psicosociales, menores tasas de prescripción, menor número de derivaciones, y mayor satisfacción del paciente.
La comunicación con los pacientes es el núcleo de la asistencia sanitaria. Y precisa de tiempo y formación, aunque a algunos les siga pareciendo innecesario.

(Fotografía de Kenny Shaklerford en Flickr)

2 comentarios:

  1. Me ha parecido un artículo muy interesante, Sergio... lo voy a guardar para enseñárselo a más de un@, jejeje.

    Un abrazo.

    Fran Sánchez.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario Fran
    Un abrazo

    ResponderEliminar