El presidente del gobierno español, tras los buenos resultados obtenidos en las recientes elecciones, ha convocado su primera rueda de prensa desde 2012 (hace más de 3 años) para decir que no piensa hacer cambios. No los ve necesarios. Cree que todo se reduce a un problema de falta de comunicación que quizá pueda resolverse con un nuevo asesor de imagen. El rumbo político seguirá imperturbable.
No rectificar el rumbo implica que se considera que lo realizado hasta ahora es lo correcto. Y que sus consecuencias son las deseables.
Al margen del papel jugado por la corrupción (en que el partido gobernante ha mantenido brillantemente el liderazgo pese a la tenaz competencia del resto de sus rivales), algunos de sus efectos son claramente visibles a través de los datos de una institución que no es sospechosa de bolchevique. Se llama OCDE y agrupa información sobre los países más desarrollados del mundo. Acaba de publicar un interesante instrumento que permite la comparación de determinados indicadores entre cualquiera de sus países, o de cada país con la media de la OCDE. Además incluye la posibilidad de analizar la situación desde el inicio de la crisis.
Los datos sobre España son los siguientes:
- en lo relativo a los ingresos familiares, España se encuentra algo por debajo de la media en salarios medios, pero solo tiene tres países en peor situación en las familias con ingresos bajos. El empeoramiento de la situación es sustancialmente mayor en este último grupo. Es decir la crisis ha golpeado más a los que menos tienen.
- La tasa de fertilidad que tanto preocupa a la iglesia, uno de los principales apoyos de este gobierno, que ya de por si era baja, se ha reducido aún más.
- En relación con el desempleo nos encontramos como el Madrid en la Liga. Éramos los segundos, y además mantenemos ese puesto de privilegio en lo relativo al mayor aumento del paro desde el inicio de la crisis (menos mal que el estudio no incluye datos sobre precariedad, puesto que el escaso trabajo generado en estos años es sencillamente trabajo miserable). Solo Grecia nos supera. También somos los segundos en aumento de “Ninis”( “ni trabajan ni estudian”) tras Grecia, aunque en el cómputo global ocupamos el puesto del Sevilla ( quintos, puesto de Europa League).
- Donde nuestro avance es espectacular ( es lógico que Rajoy no piense en hacer cambios) en el incremento de las desigualdades. En el ranking de inequidad aunque aún estamos detrás de los clásicos colosos de este deporte ( Chile, Méjico, Turquía, Israel, Estados Unidos ,Reino Unido y Portugal) somos el país que más ha crecido en este tiempo. Es más, escalamos dos puestos absolutos en la brecha entre los más ricos y los más pobres, siendo de nuevo el país que más crece (4,4 puntos a enorme distancia del siguiente, Méjico a 1.7). Un gran trabajo de abrir la tijera que no se está reconociendo lo suficiente.
- El gasto sanitario se ha mantenido en el mismo porcentaje que el de la OCDE en estos años de “progreso”, pero con respecto al Producto Interior Bruto está sensiblemente por debajo de la media. El gasto público total si está en cambio por encima de la media, ese grave lastre ligado a lo que estamos “despilfarrando” en los vagos e incapaces que siguen en el paro.
- Por último, la confianza de la población en el gobierno es una de las que más ha disminuido, estando por debajo de la media. Y la confianza en las instituciones financieras (esas que tienen prioridad para pasar por caja ante cualquier signo de mejora económica) solo es peor en Islandia, Irlanda y Grecia, los tres países donde fueron los bancos los responsables del desastre económico.
Al igual que el Madrid ( perplejo de sus resultados con su inteligente política deportiva), el partido que lleva gobernando España en los cuatro últimos años se sorprende de que más de dos millones y medio de ciudadanos le hayan retirado su apoyo. Lo que verdaderamente asombra es que haya gente que les siga votando.
PD. Por cierto, ¿dirá el gobierno español también en esta ocasión que los datos son falsos?¿Suspenderá su contribución a la OCDE como ya hizo antes con otras instituciones internacionales?
PD. Por cierto, ¿dirá el gobierno español también en esta ocasión que los datos son falsos?¿Suspenderá su contribución a la OCDE como ya hizo antes con otras instituciones internacionales?
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