lunes, 24 de octubre de 2016

El relato


“Cuando la leyenda se convierte en realidad, se imprime la leyenda
El hombre que mató a Liberty Valance. John Ford. 1962

En una de las comparecencias públicas de Ronald Reagan en que un periodista pretendía cambiar de tema respecto al discurso del presidente americano, éste respondí fríamente: “si contesto a esa pregunta ninguno de vosotros dirá nada sobre aquello por lo que estamos hoy aquí. No voy a darle una información diferente”.
Lo contaba Christian Salmon en Storytelling, señalando que de aquella forma el actor-presidente inauguró una forma de relación con la prensa que se acabó convirtió en costumbre por parte de los representantes políticos de todo el mundo: limitar el ejercicio libre de los medios, decidiendo ellos sobre qué y como se informa, y que llegó a su excelencia con las comparecencias en televisión de plasma del actual y futuro Presidente del gobierno español: convocatorias donde solo se permite tomar notas, sin hacer preguntas.
En aquellos tiempos de Reagan , durante la carrera por la presidencia entre éste y Mondale, éste último, candidato del partido demócrata, dominó sobradamente el debate decisivo en televisión; al fin y al cabo la diferencia de nivel de preparación entre uno y otro candidato era abismal. Sin embargo, al acabar el debate, el asesor de Reagan, Lee Atwater, declaró: “ahora vamos a salir y a darle la vuelta a todo” ( “spin this afterwards”). El término spin es definido por el New Political Dictionary como“ la creación deliberada de nuevas percepciones y el intento de controlar las reacciones políticas”.
El Storytelling , la creación de historias, se ha convertido en el medio indispensable para la creación de nueva realidad: afecta a la mayor parte de los ámbitos de la vida social, desde la economía ( McCloskey consideraba que ésta era una disciplina narrativa) a la gestión. A este respecto, no hay curso de gestión que se precie, que no incluya entre sus materiales la famosa conferencia de nombramiento de profesor honoris causa de Steve Jobs en Stanford, en que tras confesar que nunca acabó ninguna carrera, enardece a los asistentes con tres historias personales. Historias dirigidas al niño que todos llevamos dentro. Cuentistas son los grandes gurús de la gestión que copan las ferias de Management de todo el mundo contando cuentos, a la manera de flautistas de Hamelin modernos, a cambio de sustanciosas cantidades de dinero.
A diferencia de la narración literaria, en que la experiencia acumulada de la vida e historia de las personas teje los relatos, el “storytelling” , según Salmon, recorre el sentido inverso: “pega” sobre la realidad unos relatos artificiales, que se incrustan como un pegote, rellenando los vacíos con “relatos” , convertidos de esta forma en un instrumento para la tergiversación de la realidad.
Estas historias, como contaba John Ford, aspiran a sustituir a los hechos.Porque la clave de la política postmoderna ( como escribe Richard Rose en El Presidente postmoderno) es la capacidad de fabricar la opinión; de darle la forma adecuada a los intereses del narrador.
Desde el patético espectáculo del comité federal del partido socialista español a principios de octubre, el objetivo principal de los ganadores de aquella lucha en el fango , ya sean políticos profesionales co “politólogos” afines, no ha sido otra que la creación de un “relato", una explicación de lo que cualquiera le resulta inexplicable: no hay columna de El Pais, tertulia de radio o programa de televisión que no mencione hasta el aburrimiento la palabra " relato".
Para no perderse en estas "armas de distracción masiva",  Salmon recomienda “desenfocar” nuestra cámaras de percepción a la manera de Lars von Trier: en definitiva, ver sin mirar. 
Porque mirar y fijarse en el relato que algunos pretenden construir es caer en la trampa de interpretación de la realidad que nos quieren tender.

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