What private griefs they
have, alas, I know not,
That made them do it. They
are wise and honorable,
And will, no doubt, with reasons answer you".
(“Los que han consumado
esta acción, son hombres honorables.
Ignoro qué secretos
agravios tendrían para hacerlo.
Ellos son sabios y
honorables, y no dudo que os darán razones")
Julio César. Acto III,
Escena II. William Shakespeare.
En el año 2019 el porcentaje del Producto Interior Bruto
(PIB) destinado a gasto sanitario público será del 5,74; habrá descendido desde
el 6,17 de 2015, un descenso del 7%. Para que se hagan una idea de la magnitud
del recorte, el descenso del gasto sanitario público producido durante la
anterior legislatura de Rajoy fue “solo” del 4,5% ( del 6,47 al 6,17).
No son elucubraciones calenturientas, sino que así figuran
textualmente en la Actualización del Programa de Estabilidad establecido por el ,ya por fin, nuevo gobierno
del Reino de España con la Comunidad Europea.
La Organización Mundial de la Salud cifra en el 6,5% de
gasto sanitario público el suelo mínimo para que un sistema sanitario pueda
afrontar sus desafíos en materia de sostenibilidad, equidad y universalidad.
Actualmente la media de los países OCDE está ligeramente por encima de esa
cifra ,situándose por encima del 8% en países como Holanda ( cerca del 10%),
Alemania, Suecia o Francia.
Ese compromiso de gasto decreciente será trasladado a las
consejerías de hacienda y economía de las diferentes comunidades autónomas, que
seguirán actuando con el mismo nivel de obediencia que han venido aplicando
hasta ahora, entre otras razones porque la misma Actualización del Programa de
Estabilidad establece que , en caso de incumplimiento presupuestario, "la
Comunidad autónoma no podrá aprobar cartera de servicios complementaria ni
acceder a los recursos que en materia sanitaria se establezcan por la
Administración General del Estado , estando sujeta al informe previsto en la
Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad financiera ( LOEPSF)”.
Las posibilidades de que los supuestos partidos de la oposición puedan tumbar
disposiciones semejantes son nulas: al margen de su habitual disposición al
acuerdo ( manifestada durante todo este largo año), el gobierno tiene capacidad
de veto sobre cualquier iniciativa que afecte al equilibrio presupuestario.
Si uno observa el acusado deterioro del funcionamiento del
sistema sanitario público de este país en todas sus comunidades autónomas desde
el inicio de los recortes, podrá imaginar a que situación podría llegar al
final de la década el sistema sanitario español del que antaño presumimos tanto. Si en Reino Unido se
considera que la promesa del gobierno conservador de incrementar el presupuesto
al Servicio Nacional de Salud ( NHS) en más de 10.000 millones de euros al año
por encima de la inflación, cabe suponer que el desarrollo de las políticas del
gobierno que se formará esta semana supondrá de facto el definitivo
desmantelamiento del Sistema Nacional de salud público español, un objetivo
largamente anhelado por los grupos económicos de este país. El fin del sistema nacional de salud español no es ya una entelequia.
Si eso afectará al conjunto del sistema cabe imaginar cual
es el futuro de la atención primaria, siempre la última prioridad de todos los
gobiernos de este país.
En 2019 el acceso al sistema sanitario hará tiempo que habrá dejado de ser universal, impidiendo el derecho a la asistencia sanitaria a migrantes
en situación administrativa irregular o ciudadanos españoles que hayan tenido
que migrar a terceros países. El Real Decreto Ley 16/2012, seguirá plenamente en
vigor, asimulado como natural para la ciudadanía española, puesto que el
presidente de gobierno recién elegido ha manifestado con claridad que no
derogará ninguna de las normas y leyes principales promulgadas durante la
anterior legislatura.
Todo ello, por no hablar de educación, u otras prestaciones
sociales cuya merma sigue la misma tendencia que sanidad ( del 4,06% de 2015 al
3,76% en 2019% en el caso de educación).
También para el final de la próxima legislatura estará en
pleno funcionamiento el Acuerdo de Libre Comercio con Canadá (CETA) e incluso el Acuerdo
Transatlántico de Libre Comercio cuando se reinicien las negociaciones entre
Estados Unidos y la Unión Europea, y sobre los cuales el grado de apoyo de los
tres grandes partidos que permitieron ayer la investidura del presidente del
gobierno es total
Parafraseando a Antonio en la obra de Shakespeare nadie duda
de la honorabilidad de las personas de los grupos parlamentarios que en el día
de ayer permitieron con su voto que todas estas políticas se lleven a cabo.
Pero tampoco podrán eludir su responsabilidad cuando ello ocurra. Personal y
colectivamente.
Como escribió Sánchez Ferlosio, vienen más años malos que nos harán más ciegos.
(Fotografía: felicitación del portavoz socialista español Hernando, al recién nombrado Presidente del Gobierno)
Aunque nos pintan un escenario insatisfactorio y deficitario, os propongo mantener nuestros comportamientos, competencias, creencias y valores de nuestras identidades profesionale.
ResponderEliminarOs propongo, a pesar de este cambio negativo a nivel de políticas sanitarias y sociales, no generar otro cambio a nivel personal y profesional.
Porque eso lo elijimos nosotros solos.
Si, es verdad. Siempre está la dignidad y coherencia personal de cada uno para no hacer lo que cree que no debe
EliminarIncluido oponerse a que la situación global siga deteriorandosee
Sergio, tu blog es una muestra de sensatez y de defensa de lo humano. Y la atención sanitaria lo es sin duda, como la educación.
ResponderEliminarLlevamos años viendo lo que significa en este sentido que gobierne la derecha. Tenemos un buen ejemplo con el RD 16/2012, que vuelves a citar.
Pero tenemos dos serios problemas. Uno es que la izquierda, si existe, que ya lo dudo, no puede estar más dividida, con un PSOE atomizado y partidos emergentes con líderes onfalocéntricos. Y el otro, es que la mayoría de los votantes persisten en elegir mayoritariamente al PP. Y contra eso, está visto que de nada valen ni la corrupción ni los recortes ni nada de nada; parece que España está inmersa en buena medida en un servilismo voluntario que prefiere lo malo conocido, siendo malísimo, a lo bueno por conocer, de bondad dudosa por otra parte.
Rajoy habló de que unas terceras elecciones, de no haberse dado la abstención del PSOE, le beneficiarían. Yo creo que tristemente sí y mucho; probablemente sacara mayoría absoluta. En Galicia, el éxito de las Mareas en los ayuntamientos me parece que fue causa, tras su torpeza, de una mayoría absoluta de N.Feijóo, con la que hace pocos meses no se contaba.
En estas circunstancias, vendrán, como bien dices, más años malos y nos harán más ciegos... o nos aburrirán soberanamente.
Sí Javier. Es cierto. Vivimos en este país continuamente en laa elección entre susuto o muerte
EliminarEs muy probable que unas terceras elecciones hibieraan significado el triunfo de PP que en cualquier caso gobierna
Pero creo que es una cuestión de dignidad personal tenga el resultado que tenga: un partido acusado de casos de corrupción flagrantes ( y todos los partidos gobernantes de este país los han tenido) deberian pagarlo en las urnas
El que no ocurra es un problema ético muy grave
Y no valen excusas a comportamientos semejantes. El pproblema somos nosotros, los mimados ciudadanos