“La innovación sin evidencia suficiente es un perjuicio para todos”.
Margaret McCartney. BMJ 2017;358:j3980 doi: 10.1136/bmj.j3980
“Si esto no se estuviera grabando te diría que la Atención Primariatiene que desaparecer”… De esta inteligente manera se inició la conferencia de don César Pascual, cuando era Gerente del Hospital Infanta Leonor de Madrid. En su iluminación plantea su alternativa, desconocida hasta entonces: “Como se está grabando diría que la Atención Primaria y la hospitalaria se tienen que integrar y empezar a hablar de asistencia sanitaria”.
En un tono lapidario, de los que no admiten discusión, el Sr Pascual continua con su perorata: “Hay un paradigma que se desmonta solo, que la AP pagaría el precio, sería la gran perjudicada de los procesos de integración. Porque allí donde los hospitales gestionan todo, la que se ha visto potenciada hasta límites insospechados es la AP”. Para demostrar su teoría sólo necesita un botón:: “ solo tienes que hablar con ellos”. Entre medias el Sr Pascual ignora un artículo como éste donde se compara la eficiencia de las Organizaciones Sanitarias Integradas en Euskadi con el modelo no integrado.
Actualmente el Sr. Pascual es nada menos que Consejero de Salud de Cantabria y acaba de tener una nueva ocurrencia: idear el médico rotatorio de Atención Primaria, para garantizar la cobertura ante la falta de médicos dispuestos a trabajar en las condiciones actuales. Lo ha denominado nada menos que “Médico de Atención Primaria sin cupo asignado”. En definitiva, un oxímoron, porque si hubiera leído algo al respecto entendería el Sr Pascual que sin cupo no puede haber Atención Primaria real. Lo más asombroso de la argumentación es que se atreva a decir que la vinculación temporal de sus profesionales “ocasiona problemas para garantizar la continuidad asistencial y genera incertidumbre entre los profesionales”. No le vendría mal leer solo un artículo de Barbara Starfield al Sr Pascual para saber algo de lo que gestiona.
Hace veinte años se fue extendiendo silenciosamente una sombra por toda la península: se llamaba Gerencias Únicas. Su origen no estaba en ninguna evidencia científica, ninguna demostración empírica, sino en las ocurrencias de algunos consejeros y gerentes que , siguiendo la imparable dialéctica de Barrio Sésamo, consideraban que la solución a los problemas de la coordinación era sumamente sencilla: si había un gerente de Atención Primaria y otro de hospital, fusionémoslos en uno y asunto arreglado. Veinte años después no existen apenas evaluaciones rigurosas de las experiencias de integración en España, experiencias que se iniciaron hace nada menos que 30 años en el antiguo INSALUD y en Andalucía, y que obviamente jamás fueron evaluadas. ¿Para qué? No es necesario, porque nuestro modelo ( ese que es uno de los mejores del mundo) no está basado en la evidencia, sino en la ocurrencia.
Ahora de nuevo se extiende como
la lepra la nueva moda: ante la falta de médicos de familia hartos de
condiciones miserables y ausencia de estabilidad la solución no es mejorar su
situación, ofrecerles contratos indefinidos, darles autonomía para organizar su
trabajo. La solución es una nueva ocurrencia: buscar a ingenuos o desesperados
que se encarguen de los pacientes que “sobran”, que “rebosan”,“que no caben en
el enano autobús en que han convertido la Atención Primaria. En unos casos adopta
la fórmula de ofrecer (a cambio de un dinero extra) a un médico del mismo
centro la atención en consulta fuera del horario normal, de los que no cupieron
en las agendas del día, aunque evidentemente no sea su médico de cabecera. En
otras se copia la experiencia del National Health Service británico de que te
pueda atender otro médico del sistema que ese día tenga hueco libre, o mejor
aún que te atienda virtualmente a través de una aplicación ( aunque
evidentemente no sea el médico de referencia). Sobre ello se ha publicado hasta
la saciedad el mal resultado que ha tenido en Inglaterra y del cual basta como
ejemplo este artículo de la gran Margaret McCartney cuyo título es
suficientemente explícito: “La innovación sin evidencia suficiente es un
perjuicio para todos”. Ahora llega la extraordinaria idea del Sr Pascual para
ir completando su catálogo de ocurrencias, con tal de evitar abordar el
verdadero problema y su correspondiente solución. Desde este blog y cuantos
artículos he podido publicar, vengo insistiendo desde hace más de una década de
que la intervención organizativa con mayor impacto en la salud de la población
es mantener el mismo médico de cabecera a lo largo del tiempo, que lleva a
reducir la mortalidad hasta en un 30% si ello se mantiene más de 15 años. Más
recientemente también en Noruega se demostró que la retirada de un médico general,
por jubilación o abandono aumenta la demanda de los pacientes de su cupo en
consulta, en urgencias y en el hospital, precisamente el problema que se
intenta evitar con tantas ocurrencias. Sin Longitudinalidad no puede haber Atención Primaria, porque es lo que la convierte realmente en efectiva y eficiente.
Ese desprecio absoluto al
conocimiento existente solo puede tener dos explicaciones: la enorme ignorancia
de nuestros gestores (terrible al afectar a un aspecto esencial de lo que
gestiona, como si el Consejero Delegado de Apple no supiera de tecnología). O que
pese a conocerlo no quieren realmente apostar por estabilizar de una vez la Atención
primaria en España. Aún peor si cabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario