domingo, 25 de septiembre de 2011

El malestar francés

El Magazin de Le Figaro de esta semana dedica su portada y su reportaje principal a la situación de los médicos en el país vecino, con el elocuente título de “ Los médicos: la razón de un malestar”. Si es siempre difícil comparar sistemas sanitarios, aún lo es más entre dos sistemas tan sustancialmente distintos como el español y el francés. Este último sigue basándose en una concepción liberal del ejercicio profesional, en el que buena parte de los médicos (46%) son autónomos, y solamente un 42.5% son asalariados. Pero, al margen de que revisiones como la del periódico sería interesante que pudiéramos tenerlas también en España, algunos de los datos del estudio hablan también allí sobre la  dificultad creciente de ejercer la medicina en cualquier país.
En Francia la población médica se mantiene estable en los últimos años con cerca de 216.145 profesionales en ejercicio activo (un aumento del 1.2% respecto a 2010). Pero sin embargo la  cifra de médicos en retiro activo aumentó en un 30.6%. Lo que parece decir algo. Un número total que parece suficiente para satisfacer las necesidades de la población francesa, pero que tiene un importante grado de heterogeneidad según las regiones. Al igual que aquí , la tendencia creciente es a concentrarse en grandes ciudades o zonas con alto nivel de vida, despoblando las zonas rurales, donde cada vez es más difícil encontrar médicos con interés suficiente para establecerse por un tiempo indefinido. La única alternativa posible, también allí, es recurrir a médicos extranjeros ( que llegan a alcanzar el 75% en algunas zonas como Cher).
La heteregeneidad de los salarios según especialidades es la esperable en un país de ejercicio libre: desde las peor retribuidas, entre las que se incluyen (increíblemente) dermatólogos ( 64.619 euros de ingresos netos excluidos gastos profesionales), psiquiatras (67.224), o pediatras ( 75711), hasta lo que percibe un anestesista (de media  210.687). Un médico general gana alrededor de 75000 euros en el ejercicio liberal ( descontados ya gastos profesionales), mientras que trabajando como asalariado ( público o privado) el rango abarca desde los 35000 euros que puede recibir en los primeros años de su ejercicio, hasta los cerca de 80000 en los últimos años de su carrera. En cualquier caso, como se señala en el informe, en general no son retribuciones comparables a lo que puede recibir otro tipo de profesionales de similares grados de cualificación, y sin la responsabilidad personal implícita en el trabajo clínico. 
Tal vez sea por ello que en el país vecino el modelo de la práctica liberal tradicional, en la que un médico tras acabar los estudios abría consulta en un determinado lugar (cargando con los gastos de su puesta en marcha a la espera de que la afluencia de clientes fuera haciendo rentable su inversión,), está mutando hacia un modelo salarial, al que ya optan el 70% de los médicos jóvenes. La esforzada práctica de echar todas las horas necesarias, sacrificando buena parte de la vida personal y familiar es algo que parece que no convence ya a nadie.
Pero dos datos son especialmente significativos del malestar de la profesión en Francia:
En primer lugar,  el cambio de las preferencias a la hora de escoger especialidad en los últimos años hacia aquellas llamadas  menos “pénibles” ( ¿penosas?,¿pesadas?...no se que es peor). Allí parecen ser especialmente apreciadas las especialidades lo menos estresantes posible, lo más alejadas tal vez del sufrimiento humano y del contacto con la piel de otro.
En segundo lugar, la inevitable realidad de la transformación de una profesión artesanal en una industrial ( pero dos siglos después de la revolución industrial), con su inevitable séquito de reorientación de la rendición de cuentas hacia la empresa ( más que hacia el paciente), la pérdida de libertad  de ejercicio sacrificada por las intrusiones de la burocracia administrativa y sus habituales instrumentos de tortura ( protocolos, codificaciones y evaluaciones ligadas a desempeño  ( inicialmente para médicos generales con una posible recompensa de 9100 euros anuales, pero pronto para el resto de especialidades).
Una demostración más del modelo en que convergen las políticas sanitarias de medio mundo, y que magníficamente expresó en el último congreso semFYC el Dr Gómez Doblas: "el indicador, centro del sistema sanitario”.
(Fotografía: fotograma de la película "le Maladie de Sachs"De Michel Deville)

2 comentarios:

  1. Hipotetizo que el crecimiento en la preferencia por modelos asalariados frente a autónomos se ha asociado a la feminización profesional. Eso explicaría también la preferencia por especialidades con mayores facilidades para conciliación trabajo-familia.

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  2. Si, tienes razón Julio. La cuestión de la creciente femenización en Francia es una de las características más dterminantes también allí...aunque es increíble que siga habiendo especialidades quirúrgicas con solo un 3% de mujeres allí

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