domingo, 10 de junio de 2012

Rescatando una antigua canción

18/9/2012 t.v. flash on all dial-a-program services
This is an announcement from genetic control:
It is my sad duty to inform you of a four foot restriction on
Humanoid height.

Get’em out by Friday. Foxtrot. Genesis. 1973.

Foxtrot fue el cuarto disco de estudio de Genesis, cuando mejor engrasada estaba la formación del grupo de Peter Gabriel y Phil Collins. Se encontraban en plena fase de experimentación de aquel tipo de rock sinfónico y onírico, en el que sus conciertos se convertían a menudo en excéntricas representaciones teatrales. En el tercer surco de la cara A incluían una canción de más de 8 minutos, premonitoria de los tiempos que corren, llamada Get’em out by Friday ("el viernes tienen que estar fuera"). La canción era una crítica feroz a las prácticas existentes en Londres en los años 60, de explotación de modestos arrendatarios de viviendas por parte de especuladores sin escrúpulos. Curiosamente la canción finalizaba en el año 2012 (entonces se veía muy lejano), en el que Genetic Control, una compañía que se ha hecho con el poder, anuncia la reducción de la altura de la especie humana a la mitad, para de esta forma conseguir que quepan el doble de individuos en los mismos edificios.
Como en la canción de Genesis, también nosotros estamos sometidos a la avaricia ilimitada de otro tipo de especuladores ( llámense mercados, FMI o BCE), y nuestra particular forma de Genetic Control ( llámense administraciones) ha descubierto su manera de resolver el problema:  de momento lo que reducen es la altura del salario de los inquilinos, convirtiéndoles cada vez en más enanos. Incluso  con propuestas tan ocurrentes como la del  Señor Valderas de cortar más a los más altos ( …salarios), en una nueva forma de imposición tributaria, de lo más ingeniosa.
Llevamos ya unos cuantos años en que a los inquilinos se nos dice que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.No discuto que algo de verdad puede haber: yo confieso que me compré hace unos días la edición de lujo del disco de Richard Hawley ( 28 euros en vez de los 20 de la edición normal). Pero el siniestro sistema en que vivimos deja pocas oportunidades al exceso para el inquilino corriente: vive por encima de tus posibilidades y ya verás que pronto el banco te desahucia.
Sin embargo sí es fácil identificar quien ha vivido muy por encima de las suyas. Ayer España pedía formalmente un crédito de 100.000 millones (el 10% del PIB, por encima del gasto sanitario total del país) para rescatar a las entidades financieras españolas. El agujero declarado hasta la fecha corresponde fundamentalmente a cajas de ahorro ( Bankia, CaixaGalicia, Caixa Catalunya), dirigidas y utilizadas sin recato por los partidos políticos españoles. El déficit declarado por las anteriores es de cerca de 35.000 millones. Pero los responsables principales de ese desastre han sido los  dirigentes de los partidos políticos españoles. Los que colocaron al mando de las entidades a gente de sus partidos, como Rodrigo Rato, Narcis Serra o Hernández Moltó. Los que facilitaron el enriquecimiento desmesurado de los grandes banqueros. Los que las emplearon como instrumento para financiarse o financiar promesas con las que ganar elecciones. Los que nos convirtieron en el segundo país del mundo tras China en kilómetros de alta velocidad (cuando nunca fuimos la segunda potencia económica mundial). Los que iniciaron obras faraónicas en muchas  ciudades, sin que exista certeza de que se lleguen a acabar algún día. Los que construyeron un hospital en cada pueblo. Los que mantienen cinco agencias de evaluación de tecnologías, cuando los británicos solo tienen una.
La diferencia con el modesto inquilino podado es que en este caso nadie es responsable. Ningún partido tiene interés en hurgar mucho en la casa del vecino, sabiendo las vergüenzas que esconde.
Hace un año Peiró, Artells y Meneu publicaron en Gaceta Sanitaria un trabajo de “Identificación y priorización de actuaciones de mejora de la eficiencia en el Sistema Nacional de salud” . La primera medida priorizada por el grupo de expertos participante era  la de “convencernos de que no se puede mejorar la gestión sanitaria pública sin controlar la corrupción y la partitocracia”.
Hoy se anuncia la inminente llegada de los hombres de negro, aunque vengan con esmoquin, como decía ayer Vidal-Folch en el Pais. Es falso decir que eso no afectará a los modestos inquilinos, cada vez más “podados”. Nos espera en el mejor de los casos una década de penuria, quizá (lo peor de todo) una generación perdida, sin apenas futuro en su propio país.
De la misma forma que hace casi cuarenta años España se convirtió en una democracia sin violencia gracias una generación de políticos que supieron poner el interés colectivo por delante del partidista, el rescate solicitado ayer supone el fracaso de toda una generación política: los que nos gobernaron en esta última década, que sí que vivieron por encima de las posibilidades del país.

(Viñeta de El Roto en El País)

2 comentarios:

  1. El diagnóstico es claro: el cancer son nuestros politicos y su clientelismo, cada decision depende de si les va a facilitar seguir en el poder el siguiente año o no; nada de visión a largo plazo o interés de la comunidad ¿principios? ¿que es eso? ¿Cual es el tratamiento? Economicamente esta claro que nos vamos a empobrecer y volveremos a niveles de hace 30 años (que a lo mejor están más cerca de lo que generamos como país).¿Politicamente? Si miramos a Grecia en las proximas elecciones crecerán los extremos (izquierda y derecha)¿Es posible que surja alguien nuevo que sea capaz de no tratarnos como niños pequeños? Soy pesimista y solo acierto a recordar aquello que dijo Gandhi: si quieres cambiar el mundo, cambiate a tí mismo. O sea que intentaré trabajar más y mejor, si me dejan... Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Buen consejo Juan. La duda es si será suficiente el esfuerzo de cada uno o no somos víctimas de un destino aciago como un una tragedia griega...por cierto no ganaron los extremos y la situación no es mejor
    Saludos

    ResponderEliminar