Nos quedábamos el último día analizando las “verdades que
callan” los irresponsables médicos de la sanidad madrileña, entretenidos en
todo tipo de jolgorios por las calles de Madrid con tal de mantener sus
privilegios, según comentaba Mónica Mullor en Libertad Digital. Una de esas
“verdades” es el deficiente desempeño de nuestro sistema en comparación con el
resto de sistemas europeos, razón más que suficiente para hacer un cambio
sustancial de modelo Se basaba en
el Euro Health Consumer Index elaborado por Health Consumer Powerhouse (HCP),
financiado por algunas de las grandes compañías farmacéuticas del mundo.
El
informe citado presenta una estructura sumamente científica. Otorga medallas de
oro, plata y bronces a los sistemas sanitarios, quizá al haber utilizado
al festival de Eurovisión como una
de sus referencias: Holanda gana el oro (872 points), Dinamarca la plata ( 822 points) e Islandia el bronce (799 points). Demostración de que BMJ,
JAMA, NEJM o Lancet andan muy anticuadas y precisan introducir ya esta
innovadora práctica de clasificación por colorines y medallas. Pero aún mejor
es la justificación que dan a por qué ha mejorado tanto Islandia y que no es ni
más ni menos que el sistema de capacitación medieval de carpinteros y los
albañiles ( sic). En aquellos añorados tiempos a los artesanos de la madera y la construcción se les prohibía
establecerse en el lugar en el que habían nacido, viéndose obligados a vagabundear por los alrededores trabajando
para diferentes constructores , con lo que atesoraban un inmenso caudal de
conocimiento innovador. Los
médicos islandeses parecen encontrarse , según HCP, en la misma situación, por
lo que tras su formación por diferentes países regresan y (cito textualmente) “
no necesitan casarse con la viuda de un maestro de obras para establecer su tienda “. Y no solo
es que aprenden mucho, sino que ante el primer problema cogen el teléfono y
llaman a un antiguo jefe o un reputado colega quien ante la pregunta de ¿podría
ver a este paciente? , éste responde raudo:¡súbele al avión¡.
Así figura literalmente en la página 6 del
informe. En la descripción de la situación de los países y el por qué de cada
puesto, uno cree estar escuchando la lista del 40 al 1 y las razones por las
que David Guetta sale de ella. Por
ejemplo , se lamenta de que Alemania no esté metida en la lucha por las
medallas ( decepción comparable a que el Barça no juegue la final de la
Champions), llegando a calificar de mediocres sus resultados como sistema, y señalando “ los términos
Alemania y mediocre son muy rara vez encontrados en la misma sentencia”.
Este tipo de lenguaje, propio de la inteligencia natural de nuestro admirado
Yogi Berra (el de “ daría mi brazo derecho por ser ambidiestro”…) es frecuente
en el documento (“si tienes un pie en una cubitera y el otro en una plancha
caliente , de media tu se sentirás bastante confortable”)..
La elección de las dimensiones a analizar y los indicadores
correspondientes no dejan tampoco de ser sorprendentes: derechos del paciente e
información, accesibilidad y lista
de espera, “generosidad “ ( curiosa forma de llamar a la cartera de servicios) y
una categoría inédita en ningún informe de instituciones prestigiosas llamado “farmaceuticals”
que incluye cosas tan interesantes como el tiempo de acceso a nuevas drogas
desde su autorización a su financiación (para esto el estado sí sirve, aunque
no aporten nada nuevo), o la utilización de nuevas drogas contra el cáncer (
aunque aún no exista evidencia de su efectividad).. Botón de muestra de la
fiabilidad de este informe es la utilización del porcentaje respecto al PIB del
gasto público como indicador de equidad. Debe ser que piensan que los términos público y equidad deben ir siempre
asociados ( como Metallica y barbudo). De forma que Estados Unidos que gasta un
8.4% de su PIB en gasto sanitario público ( aunque represente solo el 48% de su
gasto total) sería un ejemplo de equidad, cuando es uno
de los países con mayor nivel de desigualdad del mundo.
Para acabar, si
hay algo de lo que existen evidencias sólidas en la literatura científica en
materia de salud es respecto al hecho de que los sistemas sanitarios con una
atención primaria fuerte son más eficientes. Ya lo demostró Barbara Starfield y
su grupo en reiteradas ocasiones. Existen también revisiones recientes del grupo holandés de Boerma y Kringos
que confirman lo sabido. Sin embargo el informe mantiene por el contrario que no existe la menor
evidencia de que la existencia de la atención primaria como puerta de entrada
haga al sistema menos costoso.¿Sus fuentes? Simplemente su propio informe.
Si la batalla de Madrid dependiera de demostrar evidencias
estaría ganada para los partidarios de un sistema nacional de salud. Los
partidarios de la privatización del sistema y el reparto de beneficios rehúyen
ese debate y eligen la táctica de desprestigiar al sistema y a sus profesionales. Por desgracia, en esta batalla las pruebas científicas no son suficientes.
Hola Sergio:
ResponderEliminarPuedes añadir el último argumento del Consejero de Salud de la Comunidad de Madrid. "Privatizar la sanidad motiva a los profesionales". ¡Barbaro!.
miguel
Pues yo creo que esta consiguiendo un increible nivel de motivacion ,pero en su contra. Hoy es noticia en los periodicos mas importantes del mundo. Increible
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