A la hora de decidir el voto, sobre todo en aquellas
elecciones que afectan a los servicios públicos esenciales como educación o
sanidad, debería ser especialmente relevante las propuestas que realizan los
partidos políticos en este sentido, en especial si uno es profesional
sanitario. Si además se trabaja en atención primaria, la valoración que
realizan las diversas opciones políticas sobre ella debería ser tenida
especialmente en cuenta.
El domingo se celebrarán elecciones al Parlamento de
Andalucía. La revisión de las propuestas sobre Atención Primaria arrojan una
perspectiva, una vez más , profundamente decepcionante. Los partidos políticos,
salvo alguna excepción, siguen sin enterarse de lo que es y significa la
Atención Primaria, cuando no muestran un absoluto desprecio hacia ella.
En la comparación de programas que realizó al respecto el
periódico El Diario, el Partido Popular de Andalucía ni siquiera menciona a la
Atención Primaria, una nueva demostración de que para ellos sencillamente no
existe. La situación de ésta en las comunidades gobernadas por dicho partido
concuerda con esa política encubierta de demolición.
Ciudadanos oye campanas pero no sabe donde. Propone aumentar
la financiación pero no especifica para qué, y ante la ausencia de mención a la
atención primaria cabe suponer que
reforzará el hospitalocentrismo, puesto que su prioridad será invertir en más
camas hospitalarias.
La propuesta del Partido Socialista de Andalucía es
coherente con su estrategia desde hace ya muchos años. La Atención Primaria no
ha sido, ni es , ni por lo que parece será una prioridad si gobierna de nuevo
el Partido Socialista. De las 39 propuestas en materia sanitaria de su programa
solo hay tres menciones a Atención Primaria: la terminación de las
infraestructuras pendientes ( ya era hora), la manida ( y vacía por cansina y falsa) referencia al
fortalecimiento de la atención primaria aumentando su capacidad de resolución,
y la inevitable referencia al espantoso término de “cronicidad” , cuya
formulación ya es una demostración del papel que se tiene reservado a la
atención primaria: “orientaremos la atención primaria hacia la cronicidad”. Es
decir, lo importante es avanzar en modelos sin fundamento científico alguno (
el modelo de crónicos) al que deberá adaptarse una estrategia ( la atención
primaria) de la que sí existen sobradas evidencias de que su fortalecimiento hace a los sistema sanitarios más eficientes y equitativos ( me aburre ya tener
que poner las múltiples referencias que lo sustentan y que nunca se piden a las
reformas hospitalarias o crónicolas). Eso sí, la propuesta socialista bien que
insiste en propuestas muy específicas hospitalarias de las que gustan en
telediarios de las nueve de la noche y nos convierten en un país falsamente
moderno: 10 nuevos chares ( centros de alta resolución hospitalaria),prevención
de enfermedades hereditarias, tratamientos biológicos con células madre,
unidades de transplante intestinal y multivisceral ( ¿cuál es su evaluación
económica?), o cribado de cáncer de colon ( sin fundamento). En definitiva, su
respuesta a la pregunta que formulaban Saltman, Rico y Boerma en su
imprescindible libro ( Atención Primaria, ¿en el asiento del conductor? es
sencillamente NO.
Izquierda Unida hace referencias genéricas al
fortalecimiento de la Atención
primaria , pero a la vez apoya la ampliación de la red hospitalarias a través
de Chares.
Podemos sí hace explícito al menos el establecimiento de un
mínimo de financiación para lo que considera las partidas más sacrificadas por
los recortes ( atención primaria y salud pública) en un marco de urgente
necesidad de aumentar la financiación sanitaria por habitante, propone
potenciar los consejos de salud, así como estabilizar a
través de contratos indefinidos a los encadenadores de contratos eventuales,
para los que el Partido Socialista
propone “el mantenimiento del 100% de las retribuciones” (¡¡).
En definitiva, cuando se analiza la importancia que dan los
partidos políticos en este país a la atención primaria , se comprueba una vez
más que no interesa a casi nadie. Es más vistoso vender propuestas
tecnificadas, centradas en hospitales, sin fundamento científico alguno.
Después diremos que el sistema está en crisis por el incremento de los costes.
Entre las pocas alternativas que tenemos los que aún creemos en la importancia
de la Atención primaria uno de ellos es utilizar nuestro voto en ese sentido. Revisar
sus propuestas permite identificar al menos, a los que no deberíamos votar.
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