Greenhalgh lleva años publicando trabajos sumamente interesantes sobre aspectos tan interesantes como poco conocidos de la asistencia sanitaria: desde la narrativa ( narrative based medicine) a la complejidad, sin olvidar el papel de la retórica. Temas de los que no se encuentran rastros en las publicaciones españolas.
En 2003 publicó un texto clave sobre Innovaciones en los sistemas sanitarios ( Diffusion of Innovations in Health Service Organisations) , tal vez el más importante en relación con el tema desde los trabajos de Everett Rogers. Este año participó en marzo, junto a otra referencia indiscutible ( Don Berwick del IHI), en el International Forum on Quality and Safety in Health Care en Berlin. Anticipaba ahí los resultados de un trabajo que Greenhalgh publicó en junio en el Milbank Quarterly: How modernize the health system? How do you Modernize a Health Service A Realistic Evaluation of Whole-Scale Transformation in London. En él presenta una “evaluación realista” de un cambio organizativo a gran escala realizado en Londres en tres servicios (ACVA, Riñón y Salud sexual) de cuatro grandes organizaciones de servicios sanitarios; este enfoque investigador utiliza múltiples fuentes de datos y metodologías de estudio ( observaciones etnográficas, entrevistas semiestructuradas, escrutinio de documentos…) que pretende responder a las preguntas de “¿qué es lo que funciona?, ¿por quien? ¿en que circunstancias?.
La investigación sobre las intervenciones que se realizan en los sistemas sanitarios está adquiriendo protagonismo creciente en los países desarrollados, a lo que no es ajeno el panorama de crisis generalizada y recursos limitados. La necesidad de conocer si la innovación “ añade valor al dinero invertido” por los gobiernos en su sistema de salud hace imprescindible evaluar los frutos obtenidos. No es casual que algunas de las principales medidas tomadas en materia de reforma por la Administración Obama a través del ARRA (American Recovery and Reinvestement Act) vayan dirigidas a financiar con 10.000 millones de dólares a la investigación sobre Efectividad Comparada (CER o Comparative Effectiveness Research). Tanto el New England como JAMA dedican varios interesantes artículos a ello. En este último, Brook señala que la CER no debería orientarse a comparar simplemente una droga con otra, un procedimiento o un modelo de atención con otro, sino sobre todo identificar las intervenciones que reducen los costes sin disminuir la salud y a la vez facilitar la aplicación inmediata de la innovación.
También necesitamos en España Investigación sobre la Efectividad de las innumerables innovaciones que introducen cada año los servicios regionales de salud. Investigación seria, no propaganda. Por la propia complejidad de los sistemas sanitarios, la investigación clásica basada en Ensayos Clínicos Randomizados (RCT) no es suficiente. Greenhalgh aporta propuestas imaginativas para ello. ¿por qué no probarlas?. Necesitamos saber si innovaciones aparentemente anticuadas del tipo de la Atención primaria (como los lápices de el Roto) son menos efectivos que panaceas más modernas.
(Viñeta cedida por Miguel Melguizo a quien agrecdezco especialmente sus numerosas aportaciones)
La investigación sobre las intervenciones que se realizan en los sistemas sanitarios está adquiriendo protagonismo creciente en los países desarrollados, a lo que no es ajeno el panorama de crisis generalizada y recursos limitados. La necesidad de conocer si la innovación “ añade valor al dinero invertido” por los gobiernos en su sistema de salud hace imprescindible evaluar los frutos obtenidos. No es casual que algunas de las principales medidas tomadas en materia de reforma por la Administración Obama a través del ARRA (American Recovery and Reinvestement Act) vayan dirigidas a financiar con 10.000 millones de dólares a la investigación sobre Efectividad Comparada (CER o Comparative Effectiveness Research). Tanto el New England como JAMA dedican varios interesantes artículos a ello. En este último, Brook señala que la CER no debería orientarse a comparar simplemente una droga con otra, un procedimiento o un modelo de atención con otro, sino sobre todo identificar las intervenciones que reducen los costes sin disminuir la salud y a la vez facilitar la aplicación inmediata de la innovación.
También necesitamos en España Investigación sobre la Efectividad de las innumerables innovaciones que introducen cada año los servicios regionales de salud. Investigación seria, no propaganda. Por la propia complejidad de los sistemas sanitarios, la investigación clásica basada en Ensayos Clínicos Randomizados (RCT) no es suficiente. Greenhalgh aporta propuestas imaginativas para ello. ¿por qué no probarlas?. Necesitamos saber si innovaciones aparentemente anticuadas del tipo de la Atención primaria (como los lápices de el Roto) son menos efectivos que panaceas más modernas.
(Viñeta cedida por Miguel Melguizo a quien agrecdezco especialmente sus numerosas aportaciones)
Evidentemente el escoramiento de la gestión al medio hospitalario hace que este tipo de estudios estén cercenados. La AP sería la gran beneficiada.
ResponderEliminarSabes que el experimento de Alzira tuvo que ser modificado para meter los centros de salud y así controlar, prevenir y rentabilizar la promoción de la salud y no el estrellato del hospital (pruebas, implantes y alto standing)
Enhorabuena de nuevo
No tenía noticia de lo que comentas de la experiencia de Alzira.¿ Podrías contarnos algo más?
ResponderEliminarTe agradezco mucho el correo. Saludos.
Perdona estaba de vacaciones y desconectado de todo
ResponderEliminarEl experimento del hospital de Alzira que luego pasó a ser de la Ribera tuvo que contar con la AP porque de la oferta megaespacial del hospital (cataratas ultrasonoscópicas, microendoscopias etc..) no había cuantificado las consultas externas y los seguimientos. La etiqueta de pluripatológico les quemaba entre las manos así que reconvirtieron el invento con una zona de salud al igual que las Entidades de Base Asociativa catalanas. Si quieres más información me la pides sin problemas
Un saludo
Perdona estaba de vacaciones y desconectado de todo
ResponderEliminarEl experimento del hospital de Alzira que luego pasó a ser de la Ribera tuvo que contar con la AP porque de la oferta megaespacial del hospital (cataratas ultrasonoscópicas, microendoscopias etc..) no había cuantificado las consultas externas y los seguimientos. La etiqueta de pluripatológico les quemaba entre las manos así que reconvirtieron el invento con una zona de salud al igual que las Entidades de Base Asociativa catalanas. Si quieres más información me la pides sin problemas
Un saludo
Muchísimas gracias por la información. Sería muy interesante que nos contaras más respecto a la experiencia valenciana, en especial respecto a lo que comentas de las EBAs y de la atención a los pluripatológicos.
ResponderEliminarUn saludo
Si te parece te lo cuento un poquito más largo en un doc por e mail y si precisas algo más contactamos
ResponderEliminarUn saludo
Pepe Bravo
De acuerdo Pepe. Muchas gracias sminue21@gmail.com.
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