domingo, 8 de marzo de 2015

Lecturas de domingo

Uno de los mayores placeres de un domingo cualquiera fue siempre el de salir a  comprar churros  y los periódicos del día, para hojearlos tranquilamente a lo largo de una mañana que no va a ninguna parte. Pero con viajes y obligaciones varias  a menudo los periódicos se acumulaban en el revistero del salón durante meses e incluso años. Un día me di cuenta de que daba lo mismo leer la columna del día de los comentaristas de turno, que hacerlo de la que habían escrito hacía un año, puesto que apenas había variación en lo que escribían una y otra vez. A muchos de ellos había empezado a leerlos cuando estaba en COU, lo continué haciendo cuando fui a la universidad y aún lo hago décadas después. Como en el cuento de Monterroso, cuando desperté todos ellos  todavía estaban allí. Es pasmoso el escaso nivel de renovación que ha tenido la prensa española a lo largo de 35 años de democracia. Es más difícil encontrar un columnista menor de 30 años, que un médico de familia menor de 35 con trabajo estable ( salvo los cómicos a los que se les ríen las gracias en cuanto aparecen). Ver la nómina de comentaristas de la sección de Opinión de, por ejemplo, El Pais, da una inmensa pereza: Gabilondo ( Iñaki, no Ángel que domina las páginas de Nacional), Manuel Vicent, Elvira Lindo, Vargas Llosa, Soledad Gallego Díaz, Joaquín Estefanía, Juan Cruz, Javier Pérez Royo…A veces interesantes, pero los mismos ( y lo mismo) de siempre.
Al principio, sustituí el periódico en papel por la edición digital. Ahorraba unos euros ( cada vez el periódico costaba más y tenía menos páginas) pero seguía siendo igual de aburrido, cansino y previsible.
Sigo leyendo en las mañanas de domingo, pero mi periódico se llama Feedly, donde quito y pongo a quien me da la gana, y descubro cada día a alguien con méritos de sobra para ocupar la codiciada última página de un periódico.
Al margen de la utilidad práctica que tiene un blog , como lleva una década demostrando cada día Rafa Bravo (lean por favor su  última entrada ), éstos han permitido descubrir a un amplio abancio de gente que escribe maravillosamente, y que lo que cuenta es siempe más interesante que la previsible columna del periódico de turno.
Como el emocionante relato de Maxi Gutierrez sobre el error y como recomponer(te) en Medicina de familia con blog propia, o las no menos impresionantes Heroínas en zapatillas de Raúl Calvo en Medicina en la cabecera. Cómo Marian Jiménez prefiere ser la fuga Desde la litera de arriba o por qué hay gente que solo recuerda lo trivial en el blog de Javier Peteiro.
De todo lo tan brillantemente escrito sobre el reciente Seminario de Innovación en Atención Primaria celebrado en Granada es muy difícil encontrar algo mejor que lo que escribió la Dra . Tetisheri  come piruletas en horario laboral,  sólo cuyo título es perfecto: Equivocarse del verbo aprender.
Les propongo un juego: lean por favor Noches de gloria de Roberto Sánchez en su blog, y busquen después algo mejor en toda la prensa publicada hoy. Si fuera americano Roberto hace años escribiría en New Yorker. Aquí no le publicarían ni una carta al director.

4 comentarios:

  1. La clave de nuestra repetición está en que los articulistas son previsibles y asi vamos reduciendo nuestro conocimiento y nuestra imagen del mundo. Alguein que lee El Pais, oye la SER y ve la Cuatro no puede tener ni idea de nada. Igual con otras cadenas que no me sé (vaya cantada!).
    Ya dijo el Gerente Demediado hace años que nos gusta que nos engañen los nuestros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero es que vienen siendo previsibles...desde hace ¡30 años¡
      Mi problema Joaquin es que ya no me gusta ni que me engañen los mios¡
      ¿Tendré cura?

      Eliminar
  2. Muchas gracias, Sergio, en primer lugar, por tu gentileza de incluir mi blog en esa relación.
    Coincido contigo plenamente en las dos cuestiones que señalas. Una, esa sensación de déjà vu en los artículos de opinión en prensa escrita, que apunta a una necesidad imperiosa de cambio, de frescura en contenidos y estilo, cosa que necesariamente va ligada a una juventud que parece tener vedado el paso a cualquier actividad creativa en nuestro país.
    Otro aspecto es el de la importancia de los blogs, de los buenos blogs se entiende (como el tuyo, el de Bravo y tantos otros) pues, si en Historia o Música son interesantes, en Medicina son esenciales. Los avances técnicos tienen una doble faz y, así como un ordenador puede alejar demasiado del paciente (excelente post el de Bravo), también puede facilitar la comunicación. Si los smartphones parecen diseñados para aislarnos, también es cierto que mediante los blogs podemos saber de otros, comunicarnos y animarnos al ver que no poca gente defiende lo mejor de la Medicina en un tiempo en que, por parte de tantos, se la pretende industrial.
    Y hay algo que me parece muy bueno en lo que supone un blog: su desconexión de la obsesión curricular. Un blog no supone ganar puntos en ningún baremo y eso confiere una gran libertad porque si alguien se dedica a crear y mantener un blog es por el puro placer de comunicar. De hecho, ni siquiera es un buen medio para narcisistas, que lo tienen mucho más fácil coleccionando comunicaciones a congresos o produciendo “salami publications”. Y algo especialmente importante es la posibilidad que nos brindan de hablar con compañeros interesantes.
    También me permito indicar un blog que me parece interesante, relacionado con la salud mental, algo que no sólo compete a psicólogos y psiquiatras: Post-psiquiatría. http://postpsiquiatria.blogspot.com.es/
    Finalmente, me sumo a tu elogio de “Noches de gloria”. Breve y bueno.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Javier
    Señalas una de las cosas mas bonitas que tiene un blog: salvo excepciones muy evidentes, quien lo escribe lo hace por amor al arte. Y la oportunidad que supone conocer a gente mucho más inteligente que tu es enorme. A las pruebas me remito

    ResponderEliminar