“Los médicos son personas que prescriben fármacos de los que
saben poco, para curar enfermedades de las que saben aún menos, en seres
humanos de los que no saben nada”
Voltaire
Durante estos tres últimos días hemos revisado las Leyes de
la Medicina de Mukherjee. Por supuesto las Leyes que gobiernan la medicina no
se agotan en ellas. Pero sí dan una idea de que para su ejercicio resulta
imprescindible dar su debida
importancia a las intuiciones , los “outliers” y los sesgos.
Mukherjee rumió durante años su idea tras la lectura de The
Youngest Science ( la Ciencia más joven) de Lewis Thomas. En él , éste dibujaba
un futuro idílico, en el que instrumentos de alta precisión, gracias a la
tecnología y la innovación, permitirían “medir y mapear” todas las funciones
del cuerpo humano, eliminando cualquier incertidumbre o vacío de conocimiento:
“el paciente hospitalizado se sentirá por fin, parte activa de un inmenso
aparato automatizado. Será ingresado y dado de alta por baterías de
ordenadores, a menudo sin llegar a conocer el nombre de ningún médico. La mayor
parte de los pacientes volverán a casa rápidamente, con la salud recobrada,
curados de las enfermedades que les aquejan.”
Aquella versión fantasiosa de Thomas, es la que de forma más
o menos consciente comparten los que piensan que la medicina alcanzará la perfección a través de
la protocolización de procedimientos, la inversión tecnológica, la construcción
permanente de hospitales o la acreditación y certificación de procedimientos.
Por desgracia siguen sin entender la verdadera esencia del ejercicio de la
medicina. Como escribe Mukherjee intuiciones, outliers y sesgos seguirán
teniendo un papel aún mucho más relevante en cualquier escenario de futuro,
puesto que a pesar de toda la sofisticación tecnológica, “ la incertidumbre continuará siendo endémica en medicina porque el
contenido de ésta seguirá siendo complejo y ambicioso. Tendremos mejores
máquinas pero continuaremos empleándolas para atender a personas enfermas”.
Como en el cuento de Alicia
tendremos que continuar corriendo cada vez más deprisa, simplemente para
permanecer en el mismo sitio. La toma de decisiones realizadas por seres
humanos, y en particular las decisiones bajo incertidumbre, inseguridad e
información seguirán estando absolutamente presentes. Mukherjee cita a otro de
más influyentes gurús de los últimos años, Malcom Gladwell. Y para fraseando la
famosa cita de éste, insiste en que “ la revolución médica no será
protocolizada”.
La clave de la clásica cita de Voltaire es la palabra
conocimiento: conocer los remedios, las dolencias, pero sobre todo a las
personas. La manipulación del conocimiento en condiciones de gran incertidumbre
es-para Mukherjee- la esencia de la medicina,. La ciencia “ más joven”,aún aprendiendo
como reconciliar el “mapa” de Iona Heath ( el conocimiento puro y teórico) con
el “territorio” ( el conocimiento real , el que genera vivir):”la cosa más
hermosa y frágil que podemos hacer”
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