lunes, 31 de agosto de 2009

Lost in translation: también ellos se avergüenzan

El dueño de una preciosa "chambre d'hôtes" del Perigord francés ( magnífica variedad francesa de turismo rural), me cuenta, sorprendido, que los cuatro españoles que pasamos por su casa este año, hablábamos bien francés. También me sorprende a mi encontrar cada vez más franceses, en especial jóvenes, que hablan castellano con fliudez. En nuetros Másters resulta cada vez más raro encontrar alumnos que no entiendan bien e incluso hablen con facilidad en inglés. ¿Estará dejando de ser un problema el odioso asunto de las lenguas?


Como de costumbre, la botella posiblemente esté medio llena. A pesar de tener conocimientos suficientes en ingles, la debilidad principal que identificaron las instituciones anglófonas (Copenhagen y Sheffield) a nuestros alumnos del Máster era que su inglés no era excelente...aunque,pese a ello, los portavoces de los alumnos de más de 30 países fueron muy mayoritariamente de países latinoamericanos. Es decir, se puede ser líder y no dominar perfectamente el inglés.
Creo que pocos están libre de esa sensación de angustia que producen las reuniones de trabajo en una lengua que no es la tuya, donde el amistoso británico que te entendía perfectamente én la cena de ayer ,hablando de Cristiano Ronaldo, no entiende nada de tu penoso inglés al día siguiente cuando estás intentando negociar algo. Hasta ahora pensé que la vergüenza era patrimonio nuestro pero compruebo, con satisfacción que no es así.
Richard Smith, el mítico director del BMJ y ahora en Plos, publicó hace unos días un revelador post al respecto en el BMJ ( Richard Smith feels the shame of the Monoglot). sobre la vergüenza de ser monóglota. Como muy bien señala "solo en un país anglófono puede uno tener más de 22 años de educaión superior, no hablar ninguna lengua extranjera y no ser considerado un loco; como bien señala una de las participantes en su post "Someone who speaks three languages is trilingual. Someone who speaks two languages is bilingual." Someone who speaks one language is … English".
Smith describe una situación tremendamente habitual en nuestros congresos y reuniones internacionales: un sabio de mayor o menor enjundia, monolingüe absoluto,que obliga a la organización a tener que contratar un traductor solo para una persona. Pero de la misma forma que más de uno hemos hablado en público en inglés, pese a nuetro deficiente nivel,, ¿no sería posible que en alguna ocasión algún anglófono se lance a parlotear algo en español aunque las preguntas sean en su lengua? En este sentido,Clarence Pearson responde a Smith señalando el buen resultado que tuvo pronunicar una conferencia en ¡japonés¡, a pesar de su escaso conocimiento en dicha lengua.
Por desgracia Smith es pesimista y da por perdido su caso a pesar de sus reiterados intentos de aprender idiomas. Eso sí, su hijo ya sabe perfectamente español y alemán y hace intentos con el portugués y el ruso.

jueves, 27 de agosto de 2009

Vacunas y veranos (2): de Papas y pescaderos

La vigilia la inventó un Papa que tenía un hermano pescadero”
Dicho popular, al que era muy aficionado mi abuela.

Hacíamos referencia ayer a los aparentes “olvidos” que genera la vacunación contra el VPH: olvidar las evidencias existentes, olvidar la pesquisa respecto a los efectos secundarios, olvidar que los intereses son muchos y poderosos….
En el mes de junio apareció en las noticias de Nature Biotechnology un interesante artículo de Cormac Sheridan analizando en profundidad la evolución de las vacunas como producto financiero, donde los recientes “pelotazos” de nuevas vacunas de última generación han modificado radicalmente un mercado hasta entonces moribundo: la aparición de Prevnar ( vacuna antineumocócica conjugada septavalente) en el 2000 y, sobre todo la comercialización de Gardasil supusieron el cambio de tendencia en este sentido, al que se ha añadido recientemente las grandes expectativas generadas por la “necesidad” de vacunación masiva contra LGE ( "la gripe esa" en palabras de Rafa Bravo). Las ventas de Gardasil han supuesto ingresos, según Sheridan, de cerca de 1.5 billones americanos de $ anuales para la compañía.
En la puerta esperan “nuevos descubrimientos científicos” que, de la mano de nuestros magníficos telediarios de las 9, solucionarán nuestras vidas. Según John Savopoulos, director de Vac Zine Analytics, los nuevos “caladeros” serán las nuevas vacunas pediátricas, las relacionadas con la prevención de las enfermedades del viajero, y aquellas destinadas a evitar infecciones antiguamente llamadas "nosocomiales", al que hay que añadir ahora el inevitable negocio de la gripe A /H1N1.
Los argumentos en estos casos, como ya pasó con la promoción de los llamados “Modelos de atención a enfermedades crónicas” suele ser siempre el mismo: es más rentable pagar mucho por una vacuna cara que evite una enfermedad que precise ingreso hospitalario, que realizar dicha atención. Lo que está bien en la teoría, pero queda por demostrar que sea cierto.
En el mismo número de JAMA al que nos referíamos en el último post, aparecía también un artículo de Rothman y Rothman en el que se describe el nivel de implicación de las empresas que manufacturan las vacunas en la financiación de programas formativos organizados por asociaciones médicas profesionales en USA en relación con la infección por VPH, el cáncer de cuello y los beneficios de la vacunación.. Para los autores es razonable que los médicos promocionen las intervenciones en las que creen, pero tienen dudas respecto a la forma de presentar la información: ¿es suficientemente objetiva? ¿refleja equilibradamente los pros y contras? El editorial de JAMA de Charlotte Haugh ponía también de manifiesto ciertos aspectos sorprendentes en la historia de implantación en el mercado de la vacuna: mientras que la primera autorización para el uso de la vacuna en USA se realizo en junio de 2006 (recomendando ese mismo mes el Advisory Comité On Immunization Practices la vacunación generalizada de las niñas de 11 y 12 años), los primeros resultados de ensayos de fase 3 con endpoints clínicamente relevantes (CIN 2/3) no fueron reportados hasta mayo de 2007, no habiéndose publicado resultados a largo plazo desde entonces. Así mismo la relación entre infección en jóvenes y desarrollo de cáncer 20 o 30 años después es desconocida: a pesar que la infección por VPH es una de las Enfermedades de Transmisión Sexual más prevalente la mayor parte de las infecciones son controladas por el sistema inmune. Y de la misma forma que no es posible predecir en que mujeres la infección persistirá, causará lesiones precancerosas o cáncer, tampoco es posible predecir que efectos tendrán la vacunación generalizada en la incidencia de cáncer de cuello dentro de treinta años . Haugh comenta que el verdadero efecto de la vacuna solo podría determinarse a través de ensayos clínicos y seguimientos a largo plazo. ¿Dónde están?
Para acabar, Sheridan da la clave en su articulo en Nature BT a través de las palabras de Savopoulos: si no se consigue incluir una vacunación en la recomendación sistemática ( léase calendario vacunal), la vacuna no se convertirá en blockbuster ( superventas).
No parece dificil adivinar quien puede ser pescadero y quien papa.
( Foto: pescadería en les Halles. Richelieu, Francia)

domingo, 23 de agosto de 2009

Vacunas y verano: a propósito de un caso


¿Cuándo los médicos saben lo suficiente sobre los hipotéticos beneficios de una intervención médica como para recomendar su uso?
¿Cuándo la información disponible sobre los efectos adversos es suficiente para determinar que los beneficios superan a los riesgos?
Si existen dudas, ¿deberían los médicos pasarse de prudentes o de arriesgados?



Estas preguntas se encuentran en el centro de lo que es el proceso de toma de decisiones clínicas y abren el editorial del JAMA de esta semana firmado por Charlotte Haugh.Señala que el proceso de toma de decisiones es especialmente ambiguo y complejo en aquellas intervenciones que pretenden prevenir enfermedades que podrían suceder en el futuro,particularmente si afectan a personas sanas ( más aún si son jóvenes)
Estos días de vacaciones he podido disfrutar del inmenso placer de ir a Baiona en bicicleta con mi sobrina de 18 años, gracias a las draconianas recomendaciones de sus especialistas.El verano pasado no lo hubiera podido hacer : las 9 de la mañana es una hora demasiado temprana para dar una vuelta en bici si se tienen 18 años y una se acostó tarde. Pero en este último año, mi sobrina acudió por vez primera en su vida en tres ocasiones a la urgencia del hospital: la primera, tras un episodio de confusión: fue etiquetada de migraña (porque su madre tenía antecedentes de cefaleas); la segunda se reiteró el diagnóstico ( ya había antecedentes); la última fue atendida por una crisis comicial para la que tras los correspondientes estudios por TAC y Electroencefalografía se inició el correspondiente tratamiento anticomicial con reglas estrictas de horarios de sueño y despertar: no trasnochar, madrugar.
"Casualmente" en las tres ocasiones en que acudió a urgencias había recibido, en las 48 horas previas, la administración de una dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).Pero nadie , según consta en las historias clínicas de urgencias, le preguntó nunca si había recibido alguna vacuna . Es más, según me cuenta ella cuando lo refirió le tranquilizaron diciendo que “eso no tenía nada que ver”.La vacuna era segura y no tenía efectos secundarios.
Sin embargo, en el mismo número del día 19 de agosto de JAMA Slade y cols (de los US Centers for Disease Control and Prevention) publican un trabajo en el que describen los eventos adversos ocurridos en los 2 años y medio siguientes a la administración de la vacuna cuatrivalente HPV registrados a través de la red VAERS, una red de declaración voluntaria de efectos adversos. Y aunque la mayor parte de estos efectos son leves, se producen un porcentaje no desdeñable de efectos graves e incluso muertes. En opinión de Slade "solo estudios controlados, sistemáticos y prospectivos permitirían determinar la magnitud de los efectos adversos de la vacunación". Esos estudios no se han realizado hasta la fecha. Como comentaba El Supositorio el domingo pasado en su excelente revisión sobre los ensayos clínicos de la vacuna A/H1N1, el buen trabajo requiere tiempo. Y llevamos muy poco desde el inicio de la vacunación contra el VPH para asegurar cualquier cosa.
Sin embargo, la cultura dominante en autoridades, gestores y médicos es que las vacunas son tan inocuas como el agua. De hecho, ni se plantean a la hora de realizar una anamnesis. No me atrevería yo a decir que mi sobrina da paseos en bici temprano en la mañana este año con el pesado de su tío por haberse vacunado del VPH. Pero como comenta Haugh en el JAMA, es tan difícil como asegurar que su crisis comicial no ha sido causada por la vacuna.
¿Es solo debido a la casualidad, esta aparente amnesia respecto a los efectos de las vacunas?

lunes, 17 de agosto de 2009

De botellas medio vacías...o medio llenas





When you’re chewing on life’s gristle

Don’t grumble, give a whistle,

And this’ll help things turn out for the best

And always look on the bright side of life”

Always Look on the Bright Side of Life.Eric Idle.1979


Al final Monthy Phyton tenía razón. Aunque siempre se dijo que la gente con malas pulgas vive más ( aquello de “mal bicho nunca muere”) parece que las pruebas científicas sustentan la idea de que ser optimista se asocia a mejores resultados para la salud. La pasada semana , Sam Wong, un excelente columnista y twittero de The Guardian, se hacía eco del último trabajo publicado al respecto en Circulation, el mismo día 11 de agosto. Un grupo de la Universidad de Pittsburg y de la Harvard Medical School siguieron durante aproximadamente 8 años a 97.253 mujeres ( 90% blancas) procedentes del Women’s Health Initiative sin signos de enfermedad cancerosa o cardiovascular en el momento de iniciarse el seguimiento.El estudio estudia la posible relación entre la incidencia de cardiopatías isquémica (CI) y mortalidad en mujeres postmenopáusicas y el nivel de optimismo ( entendido como “expectativas positivas respecto al futuro") o la tendencia a mantener actitudes cínicas u hostiles hacia los demás. Y parece que la encuentran: las optimistas ( cuartel superior) tenían menores tasas de CI que las más pesimistas ( cuartel inferior) , 43 frente a 60, y también menor mortalidad total ( 46 frente a 63).Así mismo las mujeres más “cínicas y hostiles” tenían mayores tasas de CI (56 frente a 44) y de mortalidad total (63 frente a 46). Los efectos de optimismo y hostilidad cínica eran independientes.

Para establecer el nivel de optimismo empleaban un test ( the Life-Orientation Test Revisted) que mide 6 items con un rango de puntuaciones de 6 ( pesimista irredento) a 30 ( Optimista compulsivo). Para hacerse una idea las preguntas eran del tipo “ en tiempos confusos ( como los actuales) siempre espero lo mejor” o “ si algo puede irme mal, seguro que sucede”.El nivel de “ Cynical Hostility” por su parte se medía mediante el Cook-Medley Questionnaire que incluye 13 afirmaciones ( verdadero/falso) del tipo de “a menudo recibo órdenes de gente que no tiene mucha idea de lo que yo hago”.

Dado el nivel de permanente irritación que tenemos en este país sería preferible no utilizar escalas de este tipo … aunque curiosamente entraría en contradicción con los magníficos indicadores de salud españoles. ¿Será en esto también España otro caso paradójico? ( mala leche-buena salud).

Tindle y compañía establecen en Circulation dos posibles mecanismos para justificar la relación pesimismo-enfermedad: por una parte, a través de la activación del sistema nervioso autónomo y el eje hipotálamo -hipofisario que podría desencadenar el procedimiento patogénico de la aterosclerosis, por ejemplo. Por otra , a través de su posible influencia en factores de conducta como el tabaquismo, la obesidad etc ( ¿desmontand tal vez el tópico de que los gordos son más felices). Wong en The Guardian no lo tiene tan claro. Tras revisar con detalle los principales estudios precedentes al respecto, sostiene que las dificultades de establecer fehacientemente una relación causa-efecto son grandes, del tipo de necesitar establecer un ensayo randomizado en el que a un grupo de pesimistas se les convirtiera en optimistas y se midiera los efectos respecto a su estado de salud. Como si fuera tan fácil dejar de ser cenizo

viernes, 14 de agosto de 2009

No beses, no des la mano, di hola

" Si no sabemos a donde vamos terminaremos en cualquier otro lugar"
Yogi Berra

Primum Non Nocere lleva varias semanas reflejando, de forma tan certera como divertida, los desatinos generados por la que llama LGE ( La Gripe Esa), también conocida como gripe AH1N1. Uno de los más curiosos es la campaña de ¿educación sanitaria?, ideada por el Colegio de Médicos de Madrid: la colocación, a lo largo del balcón de dicho colegio, de una gran pancarta en la que puede leerse:. "No beses, no des la mano, di hola".
Y un poco perplejo por la idea, me surgen algunas dudas respecto a su efectividad, la redacción y el medio en que se comunican.
Respecto a la primera, ¿Se conoce la efectividad de una medida como la propuesta? ¿En qué tipo de estudios se basa? Ante la proximidad de un presento sospechoso aquejado de LGE,¿Saldremos indemnes con seguridad de su contagio, solo evitando darle la mano?. ¿Qué hacer ante el beso que pretende darte tu abuela? ¿Y si hija te lo solicita al acostarse? ¿Qué consecuencias puede tener para tus negocios retirar la mano a un sueco que desconoce nuestras nuevas costumbres?
Por otra parte, la redacción del texto me recuerda un poco el estilo del mítico Lawrence“Yogi" Berra, jugador de béisbol americano de los años 50 del pasado siglo, experto en aforismos algo chocante ( yoguismos) del tipo de “ uno puede observar muchas cosas con solo mirar” o la magnífica “ cometí un error equivocado”.
Por último es impactante que en la era de Facebook y de las impresionantes tecnologías de aplicación clínica que también nos contaba Rafa Bravo recientemente, mientras en Irán utilizan Twitter para llamar a la rebelión social, aquí utilicemos un medio tan romántico que creía ya reducido a las celebraciones en los pueblos cuando un paisano gana el Tour (o similares). ¿Significa esto una vuelta a medios de comunicación como los de la foto, que creíamos erróneamente obsoletos?
Bromas aparte, creo que es un hecho a analizar que la mejor información sanitaria generada respecto a estas últimas alarmas sanitarias proceda siempre de los profesionales sanitarios que todos los días ven enfermos. A este respecto , si alguien necesita hacerse una idea rápida, clara y pertinente de LGE le recomiendo visitar la página del Equipo CESCA, sin necesidad de buscar más pancartas.
Visto lo visto me voy a Francia donde la gente se besa en la calle principal, como decía la canción de Joni Mitchel con Pastorius y Metheny como escuderos.

Young love was kissing under bridges
Kissing in cars, kissing in cafes

And we were walking down main street

Kisses like bright flags hung on holidays

In france they kiss on main street

Amour, mama, not cheap display

And we were rolling, rolling, rock n rolling

In France they kisses on Main Street. Joni Mitchell

domingo, 9 de agosto de 2009

Biopoder y Biocracia.


“ Tu ne muers pas de ce que tu est malade;
tu meurs de ce que tu es vivant »

Montaigne


"Tu deber es velar por ti mismo.Debes permanecer limpio, en buen estado de salud; el sol y el aire puro te ayudarán.Lávate todos los días los dientes.Como sobre todo legumbres, frutas y ensaladas crudas, bien lavadas. Contienen todos los principios necesarios para la salud.Bebe zumos de frutas. Evita el café y los excitantes.Evita también el alcohol y el tabaco.Practica el ejercicio físico...Te mantendrá en forma.Duerme nueve horas cada noche.Ayúdate a ti mismo.No olvides que es tu obligación velar por tu salud."
Aunque lo parezcan, éstos no son los diez mandamientos para mantener un cuerpo espléndido que publican por estas fechas cualquier revista del corazón. Tampoco están sacados de ninguna de las habituales recomendaciones en materia de promoción de salud que se reparten a los pacientes en los centros de salud. Son las instrucciones de las juventudes hitlerianas a sus hordas, y son comentadas en el magnífico libro que comentábamos en el último post de Philippe Lecorps , profesor de la École de Hautes Études en Santé Publique de Francia y de Jean Bernard Paturet profesor de filosofía de la Universidad Paul Valéry de Montpellier.Desde los totalitarismos del siglo XXI a las democracias actuales, la salud perfecta ha sido una permanente aspiración social.
El planteamiento de ambos autores es provocador. Mantienen la tesis de que la salud pública debe superar la situación de Biopoder ( biopouvoir) en que se encuentra actualmente. Este término,definido por Michel Foucault ,representa una manifestación moderna del ejercicio del poder sobre la vida humana: por un lado se considera el cuerpo humano como una máquina; por otra, como parte de una especie. Para Focault el biopouvoir, resulta un elemento indispensable para el desarrollo del capitalismo, para su buena marcha: si la máquina no funciona adecuadamente, si no cumple las órdenes que debe seguir como miembro de una especie, el conjunto se deteriora. Y ya comentábamos que en este enfoque, la salud es un capital adscrito a un sujeto, responsable de su adecuada gestión.
El Biopoder convierte por ello a la salud en parte del orden público. Lecorps comenta las declaraciones del tristemente fallecido Jonathan Mann ( profesor de salud pública en Harvard y uno de los principales expertos en la lucha contra el Sida en los primeros años de la epidemia) cuando decía aquello de “la salud pública es un bien social. Forma parte del orden público y constituye a su vez un motivo legitimo de limitación de ciertos derechos. Mejor que respetar los derechos del hombre es conseguir una mejor salud pública”.
Según Lecorps, el Biopouvoir puede devenir en Biocracia, régimen político donde los expertos, generalmente una casta de médicos o biólogos, detentan una fracción no despreciable de poder , apoyados por el interés de la población en su búsqueda insaciable de longevidad y felicidad. Y a pesar de que la enfermedad, el envejecimiento y la muerte forman parte del ser vivo, la modernidad rechaza un planteamiento que, aunque sea cierto, es enormemente fatalista. Para Lecorps el mensaje de la salud pública forma parte de este “modernidad”, a través de sus exhortos al aumento de la longevidad, así como la utilización continuada de conceptos como muerte prematura, años potenciales de vida perdidos o mortalidad evitable
Como comentan no deja de llamar la atención que, aunque se reconoce el peso causal primordial de los factores ambientales en la salud, paradójicamente se toman de referencia modelos individualistas a la hora de buscar soluciones ( no beba, no fuma no coma, póngase el cinturón de seguridad, vacúnese…).
Y entonces, ¿qué? En un enfoque muy cercano al de fomento de la responsabilidad ciudadana, consideran que la salud publica debería aceptar sus limites y renunciar a sus metas de dominio total. Abandonando esa misión de “conversión” cuasi religiosa, podría abrirse a una misión aun más estimulante, la de inventar las condiciones en las que puede conjugarse el bien común con el reconocimiento de la capacidad de un individuo de "vivir una vida posible para él ", la forma en que ellos se aproximan al concepto de salud.
Concluyen así uno de sus más interesantes capítulos:“Es recurso del estado garantizar la paz, procurar el trabajo para sus ciudadanos, ofrecer elementos que permitan una calidad de vida colectiva. El resto pertenece al sujeto y al ejercicio ético de su responsabilidad “. La tendencia creciente a convertir prácticamente cualquier aspectos de la vida humana en materia de salud pública, susceptible de ser analizado, regulado y sancionadoposiblemente necesite una revisión.
Aunque la modificación de los equilibrios de poder ( en este caso desde los "expertos" a los ciudadanos) nunca fue sencillo.

jueves, 6 de agosto de 2009

El delincuente sanitario


I was talking to my doctor down at the hospital He said, son, it says here youre twenty-seven, But thats impossible
Cocaine-you look like you could be forty-five"
Cocaine. Jackson Browne.1977.

Imaginemos un ciudadano de costumbres licenciosas. Pese a las reiteradas recomendaciones de los responsables sanitarios persiste en sus hábitos poco saludables: insiste en fumar, bebe en demasía, consume alguna que otra sustancia tóxica…. Como en la canción tiene 27 , pero parece que tenga 45. Ignora cualquier recomendación en materia de prevención, de detección precoz de las potenciales enfermedades a las que puede estar expuesto. ¿Cuál es el grado de responsabilidad del individuo y la colectividades el mantenimiento de la salud? De la misma forma que un parado debe demostrar su interés en obtener un trabajo, ¿podría ocurrir que en el futuro un paciente debiera demostrar sus costumbres saludables para conseguir el reembolso de sus gastos sanitarios?¿ O del acceso a determinadas prestaciones?
Sobre este interesante dilema, la responsabilidad legal en materia de salud, ha realizado un excelente trabajo Coline Fort, miembro de la promoción de nuestro máster en Salud Pública “Europbuhealth” que ya comentamos aquí hace unos cuantos días. Aunque analiza específicamente la situación en Francia su trabajo plantea elementos muy interesantes para el debate sobre lo que es la salud pública.
En Francia la llamada Ley Kouchner consagra la idea de “una responsabilidad individual con respecto a la sociedad especialmente en materia de preservación de la salud”. Como se señala en el trabajo, desde un punto de vista jurídico la responsabilidad de una persona supone la obligación de mantener una determinada conducta. A diferencia de la obligación exclusivamente moral, la responsabilidad implica la reglamentación de un comportamiento y por tanto la posible existencia de un mecanismo de sanción de su violación. Lecorps y Paturet en su excelente “Santé Publique du biopouvoir à la démocratie”, señalan que “el lenguaje religioso recobra su papel en el campo de la representación de la salud. Uno no se pone enfermo por azar; la enfermedad representa la sanción a una falta que exige reparación. El personal de la salud ( a la manera de un gendarme sanitario) recuerda al delincuente las leyes de la vida sana, como el sacerdote invitaba al pecador al arrepentimiento”.
En tiempos como los actuales de continua preocupación por la sostenibilidad del sistema es tentadora la hipótesis de un ciudadano con responsabilidad explícita en el mal uso de los recursos, tan responsable de las enfermedades que hoy tiene por su falta de protección de su propia salud, como lo es de no haber hecho todo lo posible para evitar el robo si en su casa no instaló rejas. Fort señala en su trabajo jurisprudencia relativa a la denegación de indemnización a pacientes por haber adoptado comportamientos peligrosos para su salud (sirva de ejemplo el haber fumado como causante del ateroma que causó una embolia).
Cuando el lenguaje del “management” invade cada vez más parcelas de la vida cotidiana, Lecorps y Paturet sostienen que la salud se ha convertido en un capital destinado a ser autogestionado, sobre el cual las autoridades sanitarias ejercen su moderno papel de Coaching .
Fort concluye con una interesante reflexión: “el hecho de vivir y de existir no siempre se corresponde con el concepto de “ bueno para la salud”, pero eso no hace del individuo un irresponsable. Por ello dejar al individuo a cargo de sus propias elecciones en función del sentido que da a su vida no impide, sino todo lo contrario, reflexionar sobre la cuestión de vivir en sociedad”. Y por lo tanto de concretar los papeles y responsabilidades de los diferentes agentes ( ciudadanos, profesionales sanitarios, políticos).

sábado, 1 de agosto de 2009

¡También la adolescencia se debe prevenir?


"Tao cedo passa tudo quanto passa ¡
Morre tao jovem ante os deuses quanto
Morre ¡ Tudo é tao pouco ¡
Nada se sabe, tudo se imagina.
Circunda-te de rosas, ama, bebe
E cala. O mais é nada.
Ricardo Reis (Fernando Pessoa)

La prevención es prestigiosa. Pocas palabras están tan intrínsecamente unidas al concepto de “el bien”. Superado el refrán de “más vale prevenir que curar”, la vida se ha convertido en una inmensa actividad preventiva: se previenen los atascos, los incendios ( con nulo éxito), las divorcios o el fracaso escolar. El reportaje central de “Vida y Artes” de El Pais de hoy lleva por título “ la adolescencia se puede prevenir”.El descubrimiento del día por tanto, parece ser la conversión de la adolescencia en enfermedad ( ya pasó con la menopausia), susceptible de incluirse en la CIE 11 a la vuelta del verano.
Como dogma de nuestro tiempo la prevención apenas tiene inconvenientes; y si los tiene, se silencian o minimizan...Cunde la idea de que las vacunas no tiene efectos secundarios. Apenas sabemos de los efectos adversos de la vacuna contra el papilomavirus, otra de las medidas preventivas mantenidas por las administraciones contra viento y marea.Ante la alarma creada por la nueva gripe, todos los servicios sanitarios andan preparando la campaña de vacunación masiva contra la gripe H1N1. Pero ¿ es la vacuna la panacea que resolverá la pandemia? ¿Serán eficaces, efectivas y seguras? Andreu Segura alertaba ayer , también el Pais: “ Hay que tener más información sobre la inmunización. Debemos probar aún que efectos tiene. Las vacunas no son un milagro…”
El editorial de Atención Primaria de este mes de julio llama de nuevo a la acción: …” De una vez por todas , las administraciones públicas han de pasar a la acción y convertir el discurso de la prevención de la enfermedad y la promoción de Salud en una realidad cotidiana que impregne la actividad de los centros de salud y de los profesionales.”
Sería absurdo no reconocer la efectividad de determinadas preventivas (especialmente las medidas de prevención cuaternaria que tan claramente señalaron Gervas y Pérez Fernandez). Pero el entusiasmo desmedido por la prevención que nuestra sociedad abraza ( como señalaba Welch en el JAMA), podría llevarnos a convertirnos en el perfil de persona con bajo riesgo de cardiopatía coronaria que reflejaba el imprescindible Skrabanek ( Sofismas y Desatinos en Medicina, Ed Doyma. Madrid 1989):
un funcionario municipal afeminado o un embalsamador carente por completo de imaginación y sin empuje,ambición ni espíritu competitivo; un individuo que jamás se habría impuesto una meta; un hombre con poco apetito que subsiste a base de frutas y verduras condimentadas con aceite de maíz o de ballena, que desesta el tabaco, la radio, la televisión y los coches, con cabello abundante y aspecto enclenque y poco atlético a pesar del constante ejercicio que practica para fortalecer sus endebles músculos. Su renta es baja, así como su presión arterial y su nivel en sangre de glucosa, ácido úrico y colesterol. Habría tomado ácido nicotínico, piridoxina y un tratamiento anticoagulante a largo plazo después de haberse sometido a una castración profiláctica.