Vendrán más años ciegos y nos harán más malos
Vendrán más años tristes y nos harán más fríos
Y nos harán más secos
Y nos harán más torvos”
Rafael Sánchez Ferlosio.1993.
Kenneth Douglas era Consejero Delegado de una empresa líder en el mercado en 1970.Vivía una buena vida. Ganaba el equivalente a 1 millón de dólares de hoy, lo que le permitió mudarse de una casa de 3 dormitorios a una de 4, cercana a la anterior, en un barrio residencial de Chicago. Era socio de un club de campo, y su compañía había puesto a su disposición un flamante Cadillac.
Cuarenta años después, Gregg L Engles es también líder, de una simple cadena de alimentación. Pero gana más de 10 millones al año, vive en una casa de más de 6 millones de dólares, además de haber comprado un rancho de más de 64 acres en Vail,Colarado, donde es además miembro de dos clubs de golf ( además de otros dos en Dallas, donde reside); la compañía poner a su disposición, no un Cadillac, sino un jet Challenger valorado en más de 10 millones de dólares para sus actividades profesionales y lúdicas.
La información anterior está extraída de un artículo de Peter Whoriskey en la primera página del Washington Post de la semana pasada, en que refleja el obsceno aumento de la brecha de salarios existentes entre ejecutivos de empresa y trabajadores de las mismas. Mientras que las retribuciones del 90% de los trabajadores están prácticamente estancadas desde 1970, las retribuciones de los ejecutivos de las principales compañías americanas se han cuadriplicado. En 2008 el infinitesimal 0.1 % de los trabajadores (ejecutivos) se embolsaba el 10% de las retribuciones de trabajadores americanos ( el 1% se llevaba el 20%, poniendo en solfa toda la teoría del 80/20 del inocente Pareto).
¿Cuánto ganaba en 1970 el presidente de un banco español y cuanto gana hoy? Por lo que se sabe de las retribuciones de los altos directivos de Bankia ( aún en tiempos de crisis) las cifras en nuestro país no parecen andar muy lejos.
En la estremecedora película Inside Job, de Charles Ferguson, se observa como la causa de la miseria de tantos personas hoy en el paro, en todo el mundo, no fue accidental sino debida a las políticas desrregulatorias de Ronald Reagan, el gran timonel de esa derecha que comienza a salivar ante el festín que todas las encuestas pronostican. Como señala William Buiter (Economist Chief de Citigroup), “ si los bancos son muy grandes, a los estados no les queda otra que rescatarlos”. O en palabras de Andrew Cheng ( Chief Advisor del China Banking Regulatory Commission) el sistema crea “ ganancias privadas y pérdidas públicas”. Ante esa situación, hoy en Grecia y mañana aquí, no queda otra que reducir el sueldo a los funcionarios, para permitir que las cosas sigan igual. Porque lo que es evidente, como señala también la película, es que ninguno de los responsables de la situación en la que estamos, ha sido procesado, ni mucho menos encarcelado.¿ Y por qué no se investiga? le preguntan a Rubini, uno de los que alertaron de lo que se avecinaba: “pues porque se encontraría a los culpables”.
Bancos de inversión, agencia de rating y políticos comprados aparecen como los principales sospechosos de la estafa perfecta, con la necesaria connivencia de “expertos economistas académicos” de las principales escuelas de negocios y universidades americanas como Columbia o Harvard ( de la que era presidente el siniestro Larry Summers, uno de los principales responsables de la situación y que sigue siendo asesor de Obama).
En un determinado momento de la película se pregunta a John Campbell, Chairman del departamento de Economía de Harvard: "¿Qué pensaría de un médico que recomendara productos de un laboratorio que le genera el 80% de sus ingresos? , de la misma forma que un médico debe reflejar sus conflictos de interés en sus artículos,¿no deberían hacer lo mismo los economistas inspiradores de las políticas económicas que nos gobiernan?".Con insultante desvergüenza Campbell responde que no lo considera necesario.
Proliferan por doquier en estos días turbulentos, políticos, académicos, economistas, o tertulianos variados diciendo lo que tiene que hacer este país. Por si no tuviéramos poco, parece que el coordinador de la reforma sanitaria del Partido popular será…Aznar.
Al menos a mi, me parece cada vez más imprescindible conocer los conflictos de interés de las personas que determinan y van a determinar la política económica. Con sus decisiones o sus opiniones. Quien les paga y cuanto. Tal vez sea una aspiración ingenua. Pero ,como dice la voz de Matt Damon en Inside Job, “hay cosas por la que vale la pena luchar”.
Cuarenta años después, Gregg L Engles es también líder, de una simple cadena de alimentación. Pero gana más de 10 millones al año, vive en una casa de más de 6 millones de dólares, además de haber comprado un rancho de más de 64 acres en Vail,Colarado, donde es además miembro de dos clubs de golf ( además de otros dos en Dallas, donde reside); la compañía poner a su disposición, no un Cadillac, sino un jet Challenger valorado en más de 10 millones de dólares para sus actividades profesionales y lúdicas.
La información anterior está extraída de un artículo de Peter Whoriskey en la primera página del Washington Post de la semana pasada, en que refleja el obsceno aumento de la brecha de salarios existentes entre ejecutivos de empresa y trabajadores de las mismas. Mientras que las retribuciones del 90% de los trabajadores están prácticamente estancadas desde 1970, las retribuciones de los ejecutivos de las principales compañías americanas se han cuadriplicado. En 2008 el infinitesimal 0.1 % de los trabajadores (ejecutivos) se embolsaba el 10% de las retribuciones de trabajadores americanos ( el 1% se llevaba el 20%, poniendo en solfa toda la teoría del 80/20 del inocente Pareto).
¿Cuánto ganaba en 1970 el presidente de un banco español y cuanto gana hoy? Por lo que se sabe de las retribuciones de los altos directivos de Bankia ( aún en tiempos de crisis) las cifras en nuestro país no parecen andar muy lejos.
En la estremecedora película Inside Job, de Charles Ferguson, se observa como la causa de la miseria de tantos personas hoy en el paro, en todo el mundo, no fue accidental sino debida a las políticas desrregulatorias de Ronald Reagan, el gran timonel de esa derecha que comienza a salivar ante el festín que todas las encuestas pronostican. Como señala William Buiter (Economist Chief de Citigroup), “ si los bancos son muy grandes, a los estados no les queda otra que rescatarlos”. O en palabras de Andrew Cheng ( Chief Advisor del China Banking Regulatory Commission) el sistema crea “ ganancias privadas y pérdidas públicas”. Ante esa situación, hoy en Grecia y mañana aquí, no queda otra que reducir el sueldo a los funcionarios, para permitir que las cosas sigan igual. Porque lo que es evidente, como señala también la película, es que ninguno de los responsables de la situación en la que estamos, ha sido procesado, ni mucho menos encarcelado.¿ Y por qué no se investiga? le preguntan a Rubini, uno de los que alertaron de lo que se avecinaba: “pues porque se encontraría a los culpables”.
Bancos de inversión, agencia de rating y políticos comprados aparecen como los principales sospechosos de la estafa perfecta, con la necesaria connivencia de “expertos economistas académicos” de las principales escuelas de negocios y universidades americanas como Columbia o Harvard ( de la que era presidente el siniestro Larry Summers, uno de los principales responsables de la situación y que sigue siendo asesor de Obama).
En un determinado momento de la película se pregunta a John Campbell, Chairman del departamento de Economía de Harvard: "¿Qué pensaría de un médico que recomendara productos de un laboratorio que le genera el 80% de sus ingresos? , de la misma forma que un médico debe reflejar sus conflictos de interés en sus artículos,¿no deberían hacer lo mismo los economistas inspiradores de las políticas económicas que nos gobiernan?".Con insultante desvergüenza Campbell responde que no lo considera necesario.
Proliferan por doquier en estos días turbulentos, políticos, académicos, economistas, o tertulianos variados diciendo lo que tiene que hacer este país. Por si no tuviéramos poco, parece que el coordinador de la reforma sanitaria del Partido popular será…Aznar.
Al menos a mi, me parece cada vez más imprescindible conocer los conflictos de interés de las personas que determinan y van a determinar la política económica. Con sus decisiones o sus opiniones. Quien les paga y cuanto. Tal vez sea una aspiración ingenua. Pero ,como dice la voz de Matt Damon en Inside Job, “hay cosas por la que vale la pena luchar”.