"Seguimos quizá más que nunca gobernados por una “doctrina económica zombi”. ¿Por qué?
Seguramente parte de la respuesta resida en que la gente que debería haber tratado de dar muerte a las ideas zombis ha intentado transigir con ellas en vez de matarlas."
Paul Krugman, El pais 26 de diciembre de 2010.
Paul Krugman, El pais 26 de diciembre de 2010.
John Quiggin es un economista australiano que se reconoce a si mismo “socialdemócrata” ( ¿pasa algo?). En este 2010 que agoniza ( en todos los sentidos incluido el económico), publicó un interesante libro sobre lo ocurrido tras el inicio de la última gran crisis económica. Se titula “ Zombie economics: how Dead Ideas still walk among us”. En él analiza las razones por las cuales las ideas que nos han llevado a la situación catastrófica en la que nos encontramos, lejos de desaparecer , siguen más vivas que nunca. Como comentaba Paul Krugman en el New York Times ( traducción el el Pais del pasado domingo) en relación con este libro, “los fundamentalistas del libre mercado se han equivocado en todo, pero ahora dominan la escena política más aplastantemente que nunca”.
Las ideas zombies campan también por sus respetos en el mundo sanitario. Ya señalaba Costas Lombardia en el Pais sobre los nulos beneficios que va a suponer para los madrileños medidas como el establecimiento del área única, con la que se aumentará presumiblemente el coste administrativo, no mejorará la eficiencia ( ¿Quién va a cerrar los hospitales perdedores en ese proceso de elección) y la mayor parte de los pacientes seguirán acudiendo a su hospital de referencia “de toda la vida”.
Pero aún más preocupante que esta idea zombie es la aceptación del modelo de PFI ( Private Finance Initiative ) como “ingeniosa” fórmula de construir hospitales a diestro y siniestro utilizando la llamada iniciativa privada, idea zombie ampliamente extendida en los territorios PP y en algunos de los PSOE.
Allyson Pollock ( Universidad de Edimburgo) y David Price ( Universidad de Londres) publicaban la semana pasada en el BMJ un demoledor editorial respecto a lo que está suponiendo el modelo PFI en el Reino Unido., modelo que ya había sido definido por el antiguo director del BMJ Richard Smith como “ pérfida idiocia financiera” en 1999. Las consecuencias para el NHS son evidentes: la capacidad de los hospitales ingleses disminuyó en 73882 camas ( casi un tercio) del periodo 92-3 al 2009-10., incrementándose consecuentemente los niveles de ocupación por encima del 85%, algo que no es un índice de eficiencia sino de clara amenaza a la seguridad clínica ( cuando se darán cuenta de que la atención a los pacientes es diferente de la atención a los automóviles) .
La propia Cámara de los Comunes ( A través del Public Account Committee) señalaba recientemente que el sistema PFI es cada vez menos costeable. Los bancos que originaron la crisis han aumentado la tasa de interés entre un 20 y 30% a proyectos de PFI desde el inicio de la misma. Esto supondrá (según el citado comité) un aumento de un billón de libras al precio inicial del contrato, a pagar en 30 años, para los 35 nuevos proyectos de PFI aprobados en 2009.¿Quien pagará ese dinero? Los contribuyentes, por supuesto, gente holgazana y derrochadora.
Lo que eso va a suponer para el NHS es imposible de preveer. El coste para el periodo 2010-11 de todos los pagos ligados a PFIs del sector público alcanzará los 8.6 billones de libras; se prevé que el compromiso para los próximos 25 años llegará a 210 billones.
En definitiva, el gobierno británico ( mejor dicho los contribuyentes británicos) recapitalizan bancos ( RBS o Llooyds Banking Group) por valor de 37 billones de libras, con lo que transfiere los riesgos de estos bancos al propio contribuyente. Esos mismos bancos dan préstamos a los PFIs. negociando y alcanzando condiciones de salvaguarda de su inversión, francamente ventajosas. Como se concluye en la editorial, la genialidad de la fórmula PFI estriba en desviar fondos públicos del interés público al privado proporcionando beneficios garantizados a sus patrocinadores en tiempos de austeridad. En definitiva estamos ante la tormenta perfecta económica.
Es comprensible que en España la derecha y su creciente red mediática abrace con entusiasmo estos modelos que tantos beneficios les reportan. Por el contrario la supuesta izquierda española tolera, cuando no utiliza, este tipo de fórmulas que la experiencia inglesa ya dice a donde lleva. El problema, como señalan tanto Quiggin como Krugman, aparece cuando se renuncia a las ideas propias, algo a lo que nunca renuncia la derecha. Como bien dice el premio Nobel de Economía “ cuando uno hace eso los zombies acaban comiéndote el cerebro”, y muy posiblemente también la economía”
Viñeta de El Roto. El Pais, 18 de diciembre de 2010
Las ideas zombies campan también por sus respetos en el mundo sanitario. Ya señalaba Costas Lombardia en el Pais sobre los nulos beneficios que va a suponer para los madrileños medidas como el establecimiento del área única, con la que se aumentará presumiblemente el coste administrativo, no mejorará la eficiencia ( ¿Quién va a cerrar los hospitales perdedores en ese proceso de elección) y la mayor parte de los pacientes seguirán acudiendo a su hospital de referencia “de toda la vida”.
Pero aún más preocupante que esta idea zombie es la aceptación del modelo de PFI ( Private Finance Initiative ) como “ingeniosa” fórmula de construir hospitales a diestro y siniestro utilizando la llamada iniciativa privada, idea zombie ampliamente extendida en los territorios PP y en algunos de los PSOE.
Allyson Pollock ( Universidad de Edimburgo) y David Price ( Universidad de Londres) publicaban la semana pasada en el BMJ un demoledor editorial respecto a lo que está suponiendo el modelo PFI en el Reino Unido., modelo que ya había sido definido por el antiguo director del BMJ Richard Smith como “ pérfida idiocia financiera” en 1999. Las consecuencias para el NHS son evidentes: la capacidad de los hospitales ingleses disminuyó en 73882 camas ( casi un tercio) del periodo 92-3 al 2009-10., incrementándose consecuentemente los niveles de ocupación por encima del 85%, algo que no es un índice de eficiencia sino de clara amenaza a la seguridad clínica ( cuando se darán cuenta de que la atención a los pacientes es diferente de la atención a los automóviles) .
La propia Cámara de los Comunes ( A través del Public Account Committee) señalaba recientemente que el sistema PFI es cada vez menos costeable. Los bancos que originaron la crisis han aumentado la tasa de interés entre un 20 y 30% a proyectos de PFI desde el inicio de la misma. Esto supondrá (según el citado comité) un aumento de un billón de libras al precio inicial del contrato, a pagar en 30 años, para los 35 nuevos proyectos de PFI aprobados en 2009.¿Quien pagará ese dinero? Los contribuyentes, por supuesto, gente holgazana y derrochadora.
Lo que eso va a suponer para el NHS es imposible de preveer. El coste para el periodo 2010-11 de todos los pagos ligados a PFIs del sector público alcanzará los 8.6 billones de libras; se prevé que el compromiso para los próximos 25 años llegará a 210 billones.
En definitiva, el gobierno británico ( mejor dicho los contribuyentes británicos) recapitalizan bancos ( RBS o Llooyds Banking Group) por valor de 37 billones de libras, con lo que transfiere los riesgos de estos bancos al propio contribuyente. Esos mismos bancos dan préstamos a los PFIs. negociando y alcanzando condiciones de salvaguarda de su inversión, francamente ventajosas. Como se concluye en la editorial, la genialidad de la fórmula PFI estriba en desviar fondos públicos del interés público al privado proporcionando beneficios garantizados a sus patrocinadores en tiempos de austeridad. En definitiva estamos ante la tormenta perfecta económica.
Es comprensible que en España la derecha y su creciente red mediática abrace con entusiasmo estos modelos que tantos beneficios les reportan. Por el contrario la supuesta izquierda española tolera, cuando no utiliza, este tipo de fórmulas que la experiencia inglesa ya dice a donde lleva. El problema, como señalan tanto Quiggin como Krugman, aparece cuando se renuncia a las ideas propias, algo a lo que nunca renuncia la derecha. Como bien dice el premio Nobel de Economía “ cuando uno hace eso los zombies acaban comiéndote el cerebro”, y muy posiblemente también la economía”
Viñeta de El Roto. El Pais, 18 de diciembre de 2010