jueves, 30 de septiembre de 2010

Cinco artículos de agosto

Contra lo que pudiera parecer, en agosto no descansó nadie. O al menos la cosecha de artículos del mes fue especialmente abundante.
Nuevas tecnologías, instrumentos 2.0 y redes sociales es evidente que cambiarán la práctica de la medicina en los próximos años. Buena parte de los residentes, y sobre todo , los actuales estudiantes de medicina tienen su perfil en Facebook. Tres investigadores neozelandeses analizan en Medical Education la utilización de información profesional en este medio. Encuestan a 338 médicos recién graduados, de los cuales el 65% tenía cuenta en Facebook.Pero una cuarta parte de ellos no utilizan las opciones de privacidad, por lo que parte de la información profesional que incluye está disponible para el público. En  ocasiones esta información incluye datos personales de pacientes cuya difusión podría vulnerar las obligaciones éticas de confidencialidad . Un riesgo de las redes sociales y sus instrumentos es pensar que solo los colegas nos observan. Para pensar sobre la cuestión.
Grandes esperanzas estaban depositadas en las historias clínicas electrónicas como fuente de información para explotar enormes volúmenes de datos . Pero un grupo de investigadores canadienses liderado por Douglas Manuel publica en el BMJ un interesante trabajo en el que alertan de los sesgos de emplear datos rutinariamente recogidos en las historias electrónicas, a la hora de realizar estudios sobre enfermedades crónicas.Resulta imprescindible verificar los posibles errorres de clasificación que pueden poner en cuestión todo el estudio. Una vez más las máquinas no pueden reemplazar el papel de la mente humana.
También en el British, Judge y colaboradores publican un interesante trabajo sobre las variaciones en la equidad en el acceso a prótesis de cadera y rodilla en Inglaterra. Y encuentran que existen pruebas de inequidades en el acceso tanto por edad y sexo como por nivel de deprivación, grado de ruralidad y etnia. Para entender las razones los autores recomendan estudiar factores ligados a los pacientes o a la Atención primaria.
Ser transparente no solo permite tener la conciencia tranquila, sino que además puede que no tenga efectos nocivos. El sistema de salud de la Universidad de Michigan lleva desde 2001 revelando la información sobre errores médicos que ocurren en su seno. En los Annals of Internal Medicine comparan las reclamaciones y costes debidos a ellas antes y después de implantar este programa de revelación de la información sobre errores. Y no aumentan.
Por último merece reseña la publicación del trabajo del grupo de  Paco Buitrago en el British Journal of General Practice, tanto por la perseverancia e interés del estudio, como por la dificultad de publicar en medios como el citado. Siguen durante diez años a pacientes entre 35 y 74 años con el objeto de determinar si la obesidad puede ser considerado como un factor de riesgo cardiovascular independiente.Su estudio no confirma que un índice alto de masa corporal o la obesidad se comporte como un predictor independiente de eventos cardiovasculares, sino que el riesgo de estos pacientes posiblemente tenga relación con otros factores . Muy importante además porque el estudio está realizado en población española.

martes, 28 de septiembre de 2010

Mal le va al país ( Ill fares the land)

Ill fares the land, to hast'ning ill a prey,
Where wealth accumulates, and men decay;
Princes and Lords may flourish, or may fade:
A breath can make them, as a breath has made;
but a bold peasantry, their country's pride,
When once destroyed can never be supplied.

 Oliver Goldsmith


Ya hablamos hace casi un año de Tony Judt, entonces a propósito de la muerte. Todt era uno de los historiadores contemporáneos  más reputados ( especialmente recomendable su "Sobre el olvidado siglo XX). Desde 2008 ha estado luchando contra una Esclerosis lateral Amiotrófica, sobre cuyas experiencia publicó algunos artículos estremecedores.Por desgracia el pasado 6 de agosto no pudo luchar más.
Hace casi un año , Todt dio una conferencia en Nueva York sobre el futuro de la socialdemocracia. Tuvo tal éxito que le animaron a escribirlo y desarrollar su tesis más extensamente. Y con la ayuda de algunos alumnos y amigos, y la paciencia infinita de su familia dedicó buena parte de sus últimos meses a escribir una especie de testamento vital, que llamó Ill fares the land, y publicó en la primavera de este año. La semana pasada salío a la calle  la traducción española con el título, bastante libre, de Algo va mal. Dice mucho posiblemente de él que dedicara sus últimos días de vida a semejante tarea.
En este libro, de forma respetuosa pero firme, Todt se atreve contra los molinos de viento del pensamiento único imperante, el que considera ( desde la derecha,  pero también desde la izquierda) que solo puede haber una respuesta ante los problemas de nuestro mundo, las que vienen desde los despachos del Banco Mundial o el FMI, y que jalean prácticamente todos los tertulianos de las radios españolas, mientras hacen bromas hilarantes sobre el fracaso de la huelga de mañana.
Pero las cosas no son para reirse mucho. El descrédito de la política es enorme. En palabras de Judt "políticamente la nuestra es una época de pigmeos". Y no siempre fue así . En nuestro país el descrédito y la preocupación por los políticos supone el tercer problema de los españoles ( tras el paro y los problemas derivados de la situación económica). Crece mes a mes.Pero parece que el problema no es de los polítiicos. Tal vez porque, como señalaba recientemente Juan Gervas al resumir el curso sobre " Transparencia y buen gobierno en sanidad" (realizado en la Universidad Internacional Menendez Pelayo hace solo quince días), la partitocracia imperante utiliza " el poder como botín para repartir entre sus miembros y como antesala de futuros beneficios al perderlos".  
De todo esto habla el libro de Todt. Por supuesto a muchos no gustan sus ideas, que se desprecian con condescendencia, desde la derecha, y se jalean desde las filas aparentemente progresistas. Pero no se si se está leyendo con suficiente atención lo que dice.
En su capítulo 5 ( ¿Que hacer?) Judt comenta: la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad ( por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos) constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud del hecho de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia mucho tiempo 
Sin embargo no es precisamente la crítica y la opinión diferente lo que está bien visto en las organizaciones  de cualquier clase, incluyendo por supuesto los sanitarias. .Escasean,cada vez más, reuniones o congresos donde haya efectiva confrontación dialéctica, donde se discuta realmente y no se diga  amén  a lo que diga el jefe ( aunque sea para  criticarle  acidamente después). Los que ejercen la crítica a menudo acaban cansados, cuando no preocupados de  ser considerados incómodos.
Pero el resultado de ello no es bueno para nadie, ni siquiera para los políticos. Porque ,como dice Judt,.. la conformidad tiene un precio. Un círculo cerrado de opiniones o ideas en el que nunca se permiten ni el descontento ni la oposición -o solo dentro de límites circunscritos y estilizados-pierde la capacidad de responder con energía e imaginación a los nuevos desafíos. ".
Aunque la traducción no sea lo que indica exactamente el título en inglés, desde luego Algo va mal.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Juguetes rotos: el peligro está en Lotso

Andy pasa su infancia utilizando incansablemente a sus juguetes: Woody, Buzz Lightyear, el Sr y la Sra Potato...Días enteros convirtiendo en realidad lo que genera su imaginación. Pero un día Andy se hace mayor, le esperan nuevas horizontes ( en este caso la universidad) y los juguetes sobran. Por simple nostalgia decide conservar al más querido (Woody.) Los demás acaban , de forma más o menos fortuita, en Sunnyside, un lugar  estupendo (aparentemente),donde siempre habrá niños interesados en los juguetes.,aunque el interés sea el de despedazarlos. Sunnyside es el asilo de los juguetes rotos, de aquellos que cayeron en desgracia, porque no respondieron a las expectativas de sus dueños, o porque ya no son necesarios una vez que cumplieron su función. Y el que maneja el cotarro allí es Lotso, un osito siniestro, con "gran capacidad de liderazgo", tan demandada hoy en día. Los muñecos que aceptan las normas de Lotso no tienen nada que temer; pero los que tienen opinión propia suelen acabar en el vertedero.
Toy Story 3 cuenta esta historia, una triste historia de juguetes abandonados. Por cierto, ¿para cuando un Oscar a una película de animación?, Esta magnífica película de Lee Unkritch lo merece, de la misma forma que ya lo mereció el año pasado la estupenda Up..
Como decía David Denby en New Yorker, Toy Story aborda uno de los temores más  antiguos: el miedo a que se deshagan de uno, a quedar descontado. La gestión sanitaria guarda también sus similitudes con los avatares de los juguetes de Andy. A la espera del día en que los gestores puedan ser profesionales (situación que,que al paso que vamos, no verán ni nuestros nietos),  por desgracia los gestores sanitarios son, a menudo, juguetes en manos de los políticos de turno. Y éstos se hacen también mayores , como Andy, y abandonan su infancia "sanitaria "en busca de nuevos y más interesantes horizontes políticos. Y en esos casos, buena parte del trabajo de esos gestores que , con aciertos y errores han dejado unos buenos años de su vida profesional gestionando lo que  sus jefes encargaban,  apenas quedan en nada. A partir de entonces le queda al ex gestor un fatigoso camino de vuelta: a  su plaza de médico de familia, a un quirófano que no pisa desde hace  décadas, a un nuevo negociado de  la administración  que ni conoce ni le interesa, a esa consultora feroz...¿Puede un sistema como el nuestro permitirse ese despilfarro ?
Y a pesar de ser sí desde hace al menos treinta años, sigue habiendo muchos Lotsos, gestores que utilizan su liderazgo a través del miedo , ignorantes de que también ellos, más pronto o más tarde, también acabarán en el vertedero.


lunes, 20 de septiembre de 2010

Los daños irreparables de Power Point

Como todos los años por estas fechas asisto a varias de las reuniones que tienen a bien convocar los colegios   para "transmitir" el enfoque pedagógico para el nuevo curso (prácticamente idéntico al del anterior). De una de las tutorías de mis hijas se hace cargo un maestro al que los recientes ajustes en materia económica han impedido acogerse a sus bien ganados derechos de jubilación..
Pero este año la novedad estriba en que, en vez de contarnos de palabra las recomendaciones y normas  (como toda la vida), hay que "transmitirlo" a través de una presentación de Power Point, para cuya tarea el sufrido maestro pide encarecidamente ayuda a alguno de los padres asistentes, dado que ni siquiera recuerda bien el nombre del artilugio (PP). Obviamente se encuentran entre el público auténticos expertos en la materia. 
Hay firmes sospechas de que Power Point esté actuando como un "troyano" en nuestros sistemas operativos sociales: ni las reuniones de las comunidades de vecinos ni los aniversarios de bodas de los abuelos se libran hoy en día de sufrir una presentación de PP ( a veces incluso con música de Lady Gaga) . Pero a los problemas técnicos que a menudo generan las presentaciones con ordenador ( el cañón no se enciende, alguien le ha dado al "mute", no se reconoce el pendrive,...) se une ,cada vez más, el perder de vista el "fin" ( el mensaje, sea el que sea) por la importancia del medio ( mostrar lo bonita que ha quedado mi presentación). 
Ni los maestros prejubilatorios tienen por qué aprender la técnica ( ¿Hay alguien que les está obligando a utilizarlos por parecer moderno?) ni creo que sea una buena enseñanza para los chavales supeditar sus habilidades de comunicación a este endomoniado programa al que todos nos hemos vuelto tan sumamente dependientes. Antes lo importante era conseguir que un chaval de siete años recitara una poesía, o contara un cuento, con la única ayuda de su cara y sus manos. Pero parece que este tipo de habilidades no entran en los marcos " competenciales" de nuestro "excelente" sistema educativo.
 Lo importante en una presentación es el que habla, y lo que tiene que contar. El problema es que  no tenemos claro esto último, para lo cual la muletilla del PP nos resulta indispensable.
¿Imagina alguien a Darth Vader arengando a sus malvadas tropas con un Power Point?  Garr Reynolds , uno de los más brillantes expertos en materia de presentaciones públicas, lo hizo en su blog hace unos años y lo reiteraba de nuevo hace un mes.
Reynolds es partidario de dar tu presentación completamente desnudo. Hay que reconocer que hay que tener mucha confianza en tus poderes para poder hacerlo. Sin llegar ese extremo,algunas de sus sugerencias pueden ser útiles:
1.- Céntrate en este momento y no pienses en como saldrá tu charla
2.- No intentes impresionar.
3.- No te escondas en la oscuridad.
4.- No te ates a tu software.
5.- No te atrincheres detrás de la mesa: deambula .
6.- Sé un poco descarado.
7.- Habla como un ser humano y no como un autómata corporativo.
8.- Piensa en la audiencia como formada por  personas activas, con opiniones, y no oyentes pasivos
9.- Intenta ser creíble.
10.- Hazlo  sencillo .
( El que tenga tiempo y ganas puede pasar un buen rato con la presentación de Reynolds de hace un par de años en Google )
Power Point morirá...pero el imperio no descansa. Su siguiente reencarnación se llama Prezi, que causa excitación entre los amantes de las chuletas tecnológicas: Sugerencia de Indicador para los calidólogos: Nº de presentaciones con Prezi/Nª presentaciones en el próximo congreso de su especialidad ( El que avisa no es traidor)

(Fotografía tomada del blog de Garr Reynolds , en su post de 31 de enero de 2006)

jueves, 16 de septiembre de 2010

El caza mitos ( The myth buster)

" Do not to get trapped into prior thoughts.
It´s perfectly okay to change your mind
as you learn more"
D. Redelmeier
 
Leyendo estos días de atrás en Montreal el periódico The Globe and Mail, encontré un interesante artículo (extraido del New York Times News Review) sobre Donald Redelmeier , un brillante internista que trabaja en el Hospital Sunnybrook en Toronto, uno de los mayores centros traumatológicos de Canadá. Lo titulaban Canada's medical myth-buster, dada la afición que tiene Redelmeier a  investigar cosas peregrinas y tópicos preconcebidos. La atención las personas sin hogar ( bastante mejorable incluso en países con cobertura universal como Canadá) y los accidentes de tráfico figuran entre sus principales focos de interés. Sobre éstos, ha investigado de todo: desde el nocivo efecto que tienen las elecciones americanas para aumentar los accidentes de tráfico, al conocido peligro que representa el utilizar el móvil mientras que se conduce.  Hace un par de meses publicó un curioso trabajo sobre el tiempo que se pierde en los Estados Unidos por conducir rápido ( ¡ y eso que  allí es imposible conducir a más de 60 millas sin que te ocurra algo¡ que de eso doy fe). Pero mi favorito sobre el tráfico es sin duda  el que publicó en Nature en 1999 en que se demuestra que no sirve de nada cambiarte de carril en los atascos ( una de las mayores aficiones españolas por otra parte), lo que aumenta, además, las posibilidades de colisión.
Pero sus revelaciones no se quedan ahí :  en 1996 publicó en New England que la toma de decisiones sobre un paciente individual ( hipotético) hace que los médicos utilicen tratamientos más caros que si su decisión  afecta a un grupo hipotético de pacientes con los mismos síntomas. También refutó esa idea tan querida por las abuelas de que el dolor en las articulaciones es un indicador de que va a cambiar el tiempo. Pero en cambio, el tiempo si parece influir en los procesos de selección de las facultades de medicina canadienses:  examinando las entrevistas de admisión en el periodo 2004 a 2009 , los resultados de los aspirantes fueron sensiblemente más bajos si se examinaban en días lluviosos que si el tiempo era soleado, como publicó en el Canadian en 2009.
¿De donde le viene a un internista semejante afición? ël mismo reconoce que su carrera no hubiera sido igual si no hubiese sido alumno cuando era residente de , de Amos Tversky, el "padre" de la economía de la conducta, junto a Daniel Kahneman.
Es curioso, en cualquier caso, que los comentarios de los lectores tras aparecer la noticia en el periódico canadiense tenían que ver más con la condición de canadiense de Redelmeier ( previamente trabajó en Stanford muchos años y publica habitualmente en revistas americanas) que en el contenido de sus hallazgos. También allí parece que lo importante al final es saber si el artista es " de los nuestros".

lunes, 13 de septiembre de 2010

La virtud de la improvisación

(Publicado en Diario Médico el 8 de septiembre de 2010).

“Una persona sabia sabe reconocer cuando y como hacer las excepciones a cada regla”
Barry Schwartz.

Tenemos un país que en verano se llena de jazz; afortunadamente, no todo son malas noticias, ni solo existe la Roja en el lado soleado de nuestra carretera, parafraseando a Van Morrison: Getxo, Vitoria, San Sebastián, San Javier, Almuñecar. O Chick Corea, Madelaine Peyroux, Ron Carter, Kenny Garrett… Este año, San Sebastián incluía conciertos sorpresa, convocados en el último momento a través de Facebook o Twitter, en que en cualquier rincón podía encontrarse  a un grupo de músicos en plena jam session. Como es sabido, una de las características distintivas del jazz es la improvisación: hay una partitura, una melodía más o menos reconocible, pero el virtuoso juega con las notas, baila con ellas, inventa nuevos recorridos.
Pero la improvisación parece que solo tiene su sitio en el estrafalario mundo del jazz. En el sistema sanitario, por el contrario, cada vez hay menos sitio para improvisar, término que levanta suspicacias en un mundo dominado por las normas, los protocolos y la sistematización de procedimientos.
De todo ello habla en su última intervención en TED  Barry Schwartz, profesor de psicología en Schwarthmore College (Pennsylvania), y uno de los más interesantes estudiosos sobre toma de decisiones. En su opinión, las principales respuestas a la crisis económica han venido a través de regulaciones (procedimientos) e incentivos. Buena parte de las estrategias de mejora de los sistemas sanitarios vienen también de la mano de estos dos tipos de medidas.
Schwartz analiza los modelos tan ampliamente extendidos de sistematización de lo que debe hacer un profesional, desde las descripciones de puestos de trabajo de una limpiadora de un gran hospital, hasta los modelos de competencias que debe adquirir un niño americano desde la educación infantil, y que implica, como él dice, que “cada maestro debería enseñar las mismas palabras el mismo día de la misma manera”. 
Pero, en su opinión, estos modelos normatizados previenen de desastres, pero al coste de fomentar únicamente la mediocridad. Por supuesto,en ciertas ocasiones los protocolos sirven (pensemos, por ejemplo en una parada cardio-respiratoria). Pero a la vez, los procedimientos nos salvan de tener que pensar. Eso es cómodo. Pero hay muchas ocasiones,  en que hay que saber ignorar obligaciones u objetivos por otros objetivos mucho más importantes. La sabiduría también está en la improvisación: En actuar, en definitiva, como un músico de jazz: tener claro el propósito, pero sabiendo que camino es el más apropiado para cada caso.
Schwartz también cree que hay un riesgo cierto de adicción a los incentivos. Y los incentivos no son solo económicos: también es un incentivo  saber que mi valoración en la organización depende de que cumpla el 90% de mis objetivos; o  el hecho de que mejore mi posición en la carrera profesional si hago determinadas cosas. Pero un efecto aún más preocupante es el peligro de los incentivos de “des-moralizar la actividad profesional”.
En un trabajo reciente de Lester et al en el BMJ , se analizaba el impacto de retirar incentivos ligados a la consecución de determinados indicadores clínicos, en la famosa Kaiser Permanente: al dejar de pagar por ello, los indicadores empeoran. Es decir, los incentivos pueden hacer que dejemos de hacer lo correcto, cuando desaparecen.
Dice Schwartz que Virtud se considera una palabra anticuada, especialmente en un mundo tan tecnificado como el actual. Para él la Virtud (como para el virtuoso del jazz) viene de la recuperación de la sabiduría. De querer hacer lo correcto. Las personas quieren hacerlo, pero necesitan organizaciones que lo faciliten: que permitan  improvisar, probar cosas nuevas, equivocarse y aprender de los errores.
Y para ello es imprescindible la confianza, tal vez el único valor que puede funcionar en la administración, en el que el margen de maniobra sigue siendo muy amplio, como explica magníficamente Alberto Ortiz de Zárate, un administrador público que predica con el ejemplo.
Jeff Jarvis en su ¿Y Google como lo haría? Señala que la confianza es inversamente proporcional al control en una organización. Uno no tiene más que ver el peso que le da al control Chick Corea a la hora de preparar sus extraordinarios conciertos para comprobar la importancia de la confianza.





Foto: The Fredom Band.

domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Televisión o internet?

So give me coffee and tv
Peacefully
I've seen so much, i'm going blind
And i'm brain-dead virtually
Sociability
Is hard enough for me
Take me away from this big bad world
And agree to marry me
So we can start over again. 

Cofee and TV. Blur

De Clay Shirky ya hemos hablado aquí en otras ocasiones. Publicó hace unos años Here Comes Everybody, una excelente reflexión sobre el crecimiento de las "organizaciones sin organización" de la mano de la explosión de las redes sociales. Ahora vuelve con otro libro (Cognitive Surplus: Creativity and Generosity in a Connected Age), donde da otra vuelta de tuerca a las posibilidades que representa ya y puede representar en el futuro el trabajo colaborativo de las personas de diferentes lugares del mundo a través de internet. En el libro arremete contra la televisión , que "consume la parte del león del tiempo libre disponible para los ciudadanos del mundo desarrollado", a través de un modelo de "siéntate y solamente mira"( lo que supone un "excedente cognitivo " para Shirky)
Shirky , ayudado de un informático experto, ha calculado el tiempo que ha supuesto construir Wikipedia, estimándolo en unos 100 millones de horas de pensamiento humano, El mismo tiempo que pierden los americanos en ver televisión solo en un fin de semana. Con ese tiempo, según Shirky, podrían construirse 2000 proyectos como la Wikipedia. 
Inevitablemente le han llovido las críticas desde los medios de comunicación, desde el Guardian al New Yirk Times .La de este último periódico has sido especialmente ácida: en la opinión de  Farhad Monjoo, Shirky solo cuenta la mitad, la parte positiva del internet colaborativo. Pero no cuenta la mala, como es el fenómeno yihadista o la actividad colaborativa de los hacker chinos.
Pero Shirky tiene también sus defensores.Como no podria ser menos Jeff Jarvis ( el de ¿Y Google como lo haría?) en su Buzzmachine, argumenta que lo que parece esconderse tras las palabras del crítico del New York Times , es el  miedo a perder en control de los núcloes de poder.
Como de costumbre, tal vez las cosas no sean tan blancas o negras. No hay que olvidar que hoy se ve la televisión mientras se teclea el ordenador, y no toda la televisión es basura ( Series como The Wire o Deadwood son una muestra). Pero sí parece cierto, que las llamadas a construir juntos  nuevos proyectos pone nervioso a más de uno.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Las Redes Sociales no son Pais para Jefes

Escucho en la radio las sugerencias que hace la cadena SER respecto a blogs para el fin de semana. Aunque pueda haber cerca de 200 millones de blogs, el grupo PRISA sigue centrándose exclusivamente en los blogs de sus contertulios. Por supuesto, sin noticias del comunicado de la Unión Temporal de Blogs respecto al fin de sus actividades en la prensa escrita. Fuera de casa, lo que ocurre no importa.
Pero es inútil poner puertas al campo. Erik Qualman convirtió a su libro Socialnomics en uno de los fenómenos editoriales del año pasado en Estados Unidos , Canadá y Japón, hablando del fenómeno de las redes sociales en la sociedad actual ( aún sin traducción al español). En su blog (en el que recoge buena parte de las ideas del libro) ya comentaba entonces algunos datos sumamente ilustrativos. Como que la actividad de las redes sociales ha superado a la pornografía como primera actividad de la web, o que una de cada 8 parejas americanas se conocieron a través de internet. Que los alumnos que recibieron formación on line superaron en 2009 a los que la recibieron cara a cara ,y 1 de cada 6 estudiantes reciben la formación por un programa online. También que en Estados Unidos el 80% de las empresas emplean Linkedin como primera fuente de información  a la hora de seleccionar personal. O  que el mayor creciemiento de Facebook por grupos etarios se está produciendo en mujeres entre 55  y 65 años.No es solo ya  cosa de chavales imberbes ( o berbes).
Qualman en uno de sus últimos post se hace eco del comentario elaborado por tres miembros de Deming Hill en el que analiza el hecho de que  ( a pesar de datos tan contundentes), la mayor parte de los Consejeros Delegados  ( los superjefes, vamos) odian las redes sociales. Qualman señala tres principales:
La primera es que quieren mantener el control a toda costa. Y éste no se puede dejar en manos de unos indocumentados.
La segunda es el temor: las cosas en el mundo de la tecnología cambian demasiado deprisa de lo que les gustaría, por lo que no es nada fácil controlar, y la falta de control genera una tremenda sensación de vulnerabilidad. Y es dificil en estas importantes posiciones, reconocer ignorancia o cinfiar plenamente en los demás.
La tercera es el miedo a que todo esto sea una moda pasajera y se desvanezca en cualquier momento.
Tal vez en nuestros país (donde información semejante es desconocida) los argumentos puedan ser parecidos a la hora de explicar esa ignorancia de todos los núcleos de poder ( mediáticos, políticos, sanitarios) por el papel que YA  están jugando las redes sociales.Fuera el debate está que arde. Seguiremos hablando de ello.

(Foto: Erik Quelman, tomada de su blog)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Círculos viciosos

Se dice siempre que el sistema sanitario americano es uno de los que cuentan con una atención primaria más débil en el conjunto de los países desarrollados. A mucha distancia de la atención primaria de nuestro "excelente" sistema sanitario ( calificado así nuevamente por la Sra. Ministra de Sanidad y Políticas Sociales en el último número de marzo-junio de la revista Eidon). Tal vez por tener un sistema sanitario tan mejorable, a ellos les preocupan cosas a las que nosotros apenas prestamos atención, posiblemente por tener completamente resueltas. Por ejemplo,si la gente acude en primer lugar a su médico de familia  o lo hace a los servicios de urgencia. Por ejemplo, que grado de estrés  tienen los médicos de atención primaria americanos.( y cuales pudieran ser las causas).
El New York Times comentaba ayer martes un trabajo de un grupo de investigadores de Emory University y RAND Corporation publicado hace unos días en Health Affairs, en el que analizan el lugar en que se produce el primer contacto de los ciudadanos americanos con el sistema sanitario, uno de los atributos esencuales de la atención primaria: solo en un 42% de la 354 millones de visitas anuales se realiza con un "médico de atención primaria". En un ¡22%¡ se realiza directamente con los servicios de urgencia por problemas tan banales como fiebre o tos. Como señala el artículo " muchos pacientes consideran que la puerta de urgencia es un buen sitio donde buscar atención cuando uno está enfermo. A menudo no pueden conseguir la atención, cuando lo necesitan, del médico de familia.". Como señala el NYT, por mucho que se insista en que el eje de la reforma tenga que sustentarse en la Atención Primaria ( lo que se está intentando en Estados Unidos y en el Reino Unido, mientras nosotros seguimos encantados de habernos conocido), eso es insuficiente si la Primaria es incapaz de responder a una demanda desbordada. Según el New York Times , el hecho de que la atención se centre en las urgencias produce un enorme despilfarro para un sistema ya con recursos claramente insuficientes
El segundo ejemplo, procede de un trabajo publicado por Johannes Siegrist ( del New eEgland Research Institutes) en el Social Science & Medicine de hace poco más de un mes. Comparan el nivel de estrés relacionado con el trabajo entre médicos de atención primaraia de tres países: Estados Unidos, reino Unido y Alemania: Éstos últimos son los que tiene un mayor nivel de estrés; los británicos los que menos. Pero tal vez más interesante que esto es el hecho de que encuentran una relación inversamente proporcional entre nivel de estrés y grado de autonomía profesional  en los tres países: aspectos tan elementales como poder ordenar determinados test diagnósticos, poder perder el tiempo necesario con los pacientes , o disponer de un cupo adecuado de ellos , son aspectos que determinan claramente el nivel de estrés que tiene un médico de atención primaria.
La cuestión de la asistencia a pacientes en sociedades cada vez más complejas y exigentes dista de ser un asunto sencillo. Sobrecargas asistenciales que generan médicos cada vez más estresados ( y rechazo creciente a ese tipo de trabajo por parte de las nuevas generaciones ), y pacientes que buscan otras maneras ( aunque sean mucho menos eficientes ) de recibir atención , son un problema cada vez más acuciante en los sistemas  sanitarios.
No estaría mal comenzar a saber cual es la situación al respecto en nuestro sistema ...auque siga siendo tan "excelente", como dice la Ministra.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Gripe y calma: un grupo sanitario virtual ante la gripe A (2009-2010)

En la primavera y el verano de 2009, las noticias de los medios de comunicación sobre la denominada gripe A eran cada día que pasaba más frecuentes, alarmistas y agobiantes. El escenario que se pintaba era casi dantesco y las previsiones de las autoridades sanitarias apuntaban a una pandemia que segaría la vida de muchas decenas de miles de personas en todo el mundo. 

Sin embargo, ya en agosto de 2009 se podía presumir que el desarrollo de la pandemia en el otoño-invierno boreal sería como el que había tenido lugar durante el invierno el hemisferio sur (Argentina, Australia, Chile, Nueva Zelanda, Uruguay y otros países) y en los últimos meses de la primavera en el hemisferio norte (Canadá, EE. UU., México y otros países). Tanto los datos epidemiológicos publicados, como nuestra percepción en el día a día, iban demostrando que la morbilidad y la mortalidad por gripe A eran menores incluso que las que correspondían a una epidemia gripal estacional habitual. Este benigno comportamiento contrastaba enormemente con el de las autoridades sanitarias, cuyos diversos y correlativos planes de contingencia (diferentes para cada comunidad autónoma) causaban un importante impacto en la organización de los servicios y en el coste sanitario, además de acrecentar la alarma social. De hecho, en las consultas de atención primaria se percibía un estado creciente de inquietud de la población. Ejemplos como consultas sobre el aborto voluntario para evitar daños con la epidemia de gripe o jóvenes asustados por la aparente especial susceptibilidad de éstos al “nuevo” virus, no eran raros en las consultas de medicina y enfermería.
Movidos por el cariz que estaban adquiriendo los acontecimientos, diversos profesionales del ámbito de la sanidad española (médicos de cabecera, pediatras, farmacéuticos, residentes de Medicina de Familia, estudiantes de Medicina y otros) cuyo único denominador común era el editar blogs y páginas web, decidimos tomar cartas en el asunto y agruparnos con el fin de buscar, analizar, elaborar y difundir información rigurosa y veraz sobre la pandemia de gripe A y sobre la respuesta más prudente y científica a la misma. 

El movimiento empezó a mediados de agosto de 2009 y cuajó con el nombre, emblema y resumen de “gripeycalma”, pues lo que se pretendía era poner, ante la gripe A, tranquilidad en la población y los profesionales. El trabajo se llevó a cabo de forma coordinada utilizando nuevas tecnologías de comunicación en red, lo cual constituye una experiencia innovadora y quizá única en nuestro país. Como producto inicial del trabajo realizado, se difundió al unísono, tal día como hoy, en todos los blogs participantes en la iniciativa, un comunicado en el que se analizaba la situación epidemiológica y se proponían una serie de consejos dirigidos a la ciudadanía. Asímismo, se creó un blog (Gripe A: ante todo mucha calma) que sirvió como plataforma común del movimiento, desde donde se fueron poniendo a disposición de todos nuevos documentos (propuestas de organización, preguntas y respuestas), con traducciones a varios idiomas y en diferentes formatos (vídeo, presentación, hojas de divulgación, etc).

El eco a la iniciativa fue inmediato e intenso. Se sumaron más blogs, tanto de profesionales sanitarios como de población general interesada en la salud, hasta llegar casi a las 200, y la página del grupo tuvo, en apenas 3 meses, unas 80.000 visitas. Y, efectivamente, en la práctica se logró transmitir por la Red, a través de las comunidades virtuales, el mensaje que se buscaba ante la gripe A, de calma y tranquilidad, de sosiego y racionalidad, tanto a la población como a los propios profesionales sanitarios. El impacto llegó incluso a las autoridades, que moderaron su respuesta.
 
El final de la historia se puede escribir y de hecho lo estamos escribiendo al cabo de un año del nacimiento de la iniciativa. La gripe A tuvo su pico de mayor incidencia a mediados de noviembre de 2009 y ha sido una gripe suave, con escaso impacto en morbilidad y mortalidad. La llamada a la calma tenía pues fundamento científico y poco a poco se fue desvelando que los escenarios apocalípticos no tenían razón de ser. Solo  esperamos que la experiencia de esta pandemia sirva para mejorar y manejar, de forma más eficiente y ponderada, crisis futuras, evitando, en la medida de las posibilidades, caer en un consumo desmedido de recursos - que siempre implica dejar de atender otros problemas - y en una desproporcionada oleada de pánico colectivo.

Este texto cierra el primer episodio de la unión temporal de blogs y páginas de profesionales sanitarios y de otros relacionados con la salud en la Red. Muchas gracias a todos los que han colaborado de una u otra forma y a los que han visto y sentido a gripeycalma como lo que es: una iniciativa profesional que ha buscado ir más allá de nuestras consultas y puestos de trabajo. Solo hemos pretendido llevar un mensaje de sentido común y a la vez científico a la población y a los profesionales sanitarios, comunicar nuestro saber y entender sobre un problema de salud, en este caso ante la gripe A. Gracias al trabajo de muchos y al poder que nos brindan las nuevas tecnologías de la información, se puede decir que lo hemos conseguido. 

Unión temporal de blogs (UTB) Gripe y Calma

jueves, 2 de septiembre de 2010

El modelo Starbucks

De viaje por América compruebo que tanto en Canadá como en Estados Unidos, el modelo de café dominante es el Modelo Starbucks. Modelo que se estudia cada vez más en las Escuelas de Negocios como ejemplo de gestión de una empresa de servicios. Sospecho de que ese entusiasmo que manifiestan los expertos en calidad respecto a los modelos de gestión de procesos, puede proceder en parte de estos sistemas de simplificación aparente del trabajo, con la ingenuidad de pensar que esto sirve para algo tan "sencillo" como es prestar asistencia sanitaria a una población .
Ayer tranquilamente sentado en uno de ellos ( hay que reconocer que tiene el gran acierto de que la conexión a internet es gratis), observo los fundamentos del sistema: es aún pronto, las 7 Am hora local, y aunque solo hay cuatro clientes, ya están haciendo cola. Se debe a que funciona el café como una tienda de montaje y tienen que pasar por el mostrador nº 1 en que se encarga el pedido. Éste por supuesto, es estándar: solo hay tres tipos de café: pequeño ( que es mediano), grande ( que es enorme) y supergrande ( que debe ser para grupos). Nada de esas maravillas españolas de los cafés  tipo " corto de café", "manchada con desnatada", mediana con leche fría...
Se espera una media de 8 minutos a que la operaria nº 2 prepare el café, que sirven por supuesto en un vaso de plástico que abrasa...Sí, ya se que dan una tira para colocarla y que no se hagan los clientes ampollas en los dedos. Esta tarea se la dejan al cliente que además debe buscar entre un cajón inmenso de chorradas ( "tips" les llaman) una simple cucharilla ( de plástico, claro), y limpiar la mesa sucia que dejó el cliente anterior.
El café además es muy caro ( ¿quien pensó hace diez años pagar 800 pesetas por un café?) y francamente malo.
Una vez más creo que el caos gana al orden. Prefiero sin dudarlo esos cafés españoles donde se preparan cuatro cafés a la vez mientras silba la máquina del vapor. La de mi escuela por ejemplo, tiene una camarera magnífica ( Menchu), que prepara los cafés según el nombre de la persona que lo encarga: ¡un yolanda, dos mariadelmar y un juanma¡
En Starbucks no sería seleccionada como empleada claro.
Fotografía: Starbucks en Quebec.