Feel the fear in my enemies eyes
Listen as the crowd would sing:
“Now the old king is dead!
Long live the king!”
Viva la Vida. Coldplay, 2008
Es difícil jugar tan bien al fútbol como lo ha hecho el Barcelona esta temporada. Lo que es especialmente duro de reconocer si uno es madridista desde que nació. Curiosamente casi la misma plantilla perdió lastimosamente la Liga pasada teniéndola casi ganada. La única diferencia parece ser la de su entrenador, Guardiola, quien ha pasado de entrenar a un Tercera División a ganarlo todo en solo un año. Se ha conocido estos días el peculiar sistema de motivación que empleó minutos antes de comenzar el partido de la final de la Champions: un breve montaje en las que se mezclaban fragmentos del inicio de Gladiator con imágenes de los goles de los héroes barcelonistas: Messi, Iniesta, Xabi o Etto. En él los bárbaros son los ingleses del United, y el general romano Máximo (encarnado en la película por Russell Crowe) Pep Guardiola. " Manteneos firmes, no os separeis de mi. Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad...".Cuentan que al acabar muchos jugadores lloraban.
Guardiola supone un raro ejemplo de entrenador de fútbol: atractivo, elegante, modesto, no insulta ni menosprecia al adversario; emplea como himno el Viva la Vida de Coldplay, recomienda a Messi que lea la última novela de Trueba, relaja a sus jugadores con el Nessun Dorna de Puccini ...Más allá del fútbol en sí se ha convertido en una referencia de lo que es dirigir grupos humanos complejos, llenos de protagonismos e intereses individuales. Como antes lo fueron Valdano o Pepu Hernandez en el baloncesto las escuelas de gestión pronto comenzarán a utilizarlo como modelo de liderazgo. La endeble base teórica del Management ( a la que nos hemos referido otras veces) necesita alimentarse continuamente de nuevas estrellas, que permitan encontrar en el pasado una razón que justifique el presente.
Rosenzweig cuenta en su libro, la ilustrativa biografía de John Chambers, el consejero delegado de Cisco. Ésta fue considerada la empresa más valiosa del mundo durante algunas semanas en el año 2000. Chambers era "humilde, pero ambicioso, carismático pero modesto." Como Guardiola. Según la revista Wired "nadie se divierte tanto yendo a trabajar" como los empleados de Cisco. Como hoy el BarÇa. En 2000 Chambers estaba considerado por Fortune el mejor Consejero Delegado del mundo. Tras la caída de las .com y del precio de las acciones de CISCO de 81 a 14 dólares en 2001, la misma revista establecía como causa del fracaso "la falta de dirección ( que un año antes ponderaba) y la arrogancia tras el éxito".
Probablemente Guardiola será uno de los invitados a la próxima cumbre de los gurús de la gestión, Expomanagement, donde acuden anualmente en busca de iluminación los gestores españoles ( incluidos unos cuantos del mundo sanitario). Por allí han pasado desde Aznar y Gonzalez a Ferrán Adría pasando por el dueño del Circo del Sol, a cambio de retribuciones entre 40.000 y 200.000 euros ( El Pais de los Negocios, 29 de mayo de 2009). Su único denominador común es el éxito. Es ésta la clave sobre la que se construye habitualmente el sustrato teórico de la gestión.
Gladiator es un magnífico ejemplo de planteamiento estratégico en sus primeras escenas, utilizado muy a menudo en las escuelas de negocio. Pero se utiliza menos el resto de la película, que habla de envidias y traiciones , de esclavitud y muerte en el circo romano. Posiblemente también lo sepa Guardiola.
Guardiola supone un raro ejemplo de entrenador de fútbol: atractivo, elegante, modesto, no insulta ni menosprecia al adversario; emplea como himno el Viva la Vida de Coldplay, recomienda a Messi que lea la última novela de Trueba, relaja a sus jugadores con el Nessun Dorna de Puccini ...Más allá del fútbol en sí se ha convertido en una referencia de lo que es dirigir grupos humanos complejos, llenos de protagonismos e intereses individuales. Como antes lo fueron Valdano o Pepu Hernandez en el baloncesto las escuelas de gestión pronto comenzarán a utilizarlo como modelo de liderazgo. La endeble base teórica del Management ( a la que nos hemos referido otras veces) necesita alimentarse continuamente de nuevas estrellas, que permitan encontrar en el pasado una razón que justifique el presente.
Rosenzweig cuenta en su libro, la ilustrativa biografía de John Chambers, el consejero delegado de Cisco. Ésta fue considerada la empresa más valiosa del mundo durante algunas semanas en el año 2000. Chambers era "humilde, pero ambicioso, carismático pero modesto." Como Guardiola. Según la revista Wired "nadie se divierte tanto yendo a trabajar" como los empleados de Cisco. Como hoy el BarÇa. En 2000 Chambers estaba considerado por Fortune el mejor Consejero Delegado del mundo. Tras la caída de las .com y del precio de las acciones de CISCO de 81 a 14 dólares en 2001, la misma revista establecía como causa del fracaso "la falta de dirección ( que un año antes ponderaba) y la arrogancia tras el éxito".
Probablemente Guardiola será uno de los invitados a la próxima cumbre de los gurús de la gestión, Expomanagement, donde acuden anualmente en busca de iluminación los gestores españoles ( incluidos unos cuantos del mundo sanitario). Por allí han pasado desde Aznar y Gonzalez a Ferrán Adría pasando por el dueño del Circo del Sol, a cambio de retribuciones entre 40.000 y 200.000 euros ( El Pais de los Negocios, 29 de mayo de 2009). Su único denominador común es el éxito. Es ésta la clave sobre la que se construye habitualmente el sustrato teórico de la gestión.
Gladiator es un magnífico ejemplo de planteamiento estratégico en sus primeras escenas, utilizado muy a menudo en las escuelas de negocio. Pero se utiliza menos el resto de la película, que habla de envidias y traiciones , de esclavitud y muerte en el circo romano. Posiblemente también lo sepa Guardiola.